El entrenador del Albacete compareció en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva tras el entrenamiento abierto en esta ocasión en el que sus jugadores se limitaron a practicar el fútbol-tenis. Olabe sigue trabajado con el readaptardor, y el técnico confesó que está recuperado de su lesión, pero ha perdido ritmo de trabajo durante estas semanas, así que de momento “está entre algodones”. El resto está disponible, a excepción por supuesto del operado Nico Gorosito.

La primera pregunta para el preparador tarraconense versó sobre el conflicto catalán y Ramis recordó que “yo tengo allí familia”. El preparador argumentó que “yo lo estoy viviendo imagino que igual que lo estáis viviendo vosotros. Es una situación incómoda que tiene que resolverse. Esperemos que llegue a buen puerto y no haya ninguna desgracia de por medio, porque todo tiene pinta de ser cada vez más complicado. Estoy preocupado como cualquier persona que lo vive desde fuera”.

El técnico habló sobre el Fuenlabrada y su racha de un año sin perder en el Estadio Fernando Torres. “Son buenas cifras. El dato es que es muy fuerte en casa y lo hemos visto en los últimos partidos, concretamente frente al Zaragoza. Es un equipo intenso, con mucha confianza, porque todo el trabajo que está haciendo le está reportando puntos y eso es lo que más aúpa en cuanto a tener esa fe y esa confianza que tienen sus jugadores. Hacen las cosas bien, no ha perdido en casa y solo hay dos equipos que todavía no han perdido en casa, los demás ya lo hemos hecho, y eso habla de la dificultad. Pero también hay que decir que nosotros somos un equipo que fuera de casa hemos sumado puntos importantes y nos vemos capaces de competir en ese tipo de partidos”.

Cuestionado por el peligro que suelen llevar sus extremos, uno de ellos el conocido José Fran, Ramis manifestó que “los dos jugadores de banda que tiene son de un perfil muy diferente. Uno participa mucho por fuera en amplitud y es más profundo, otro participa mucho por dentro y tiene gol. Es un equipo que ofensivamente aprovecha muy bien el juego directo. Cree mucho y se arropa en jugadores que son ganadores en ese aspecto y luego arropa muy bien en las segundas jugadas, y de esos balones surgen muchas situaciones de gol. Defensivamente es un equipo intenso, ordenado, con una zona intermedia muy compacta, con muy poca distancia entre jugadores y muy agresivos”

También hubo tiempo para recordar el partido contra el Oviedo y el técnico habló del análisis más profundo realizado y, aunque reconoció que no se hicieron cosas bien, no está de acuerdo con las críticas que habla de que su equipo dio un paso atrás. “Es verdad que algo se hizo bien en la primera parte para ir ganado y algo mal en la segunda para no ganarla. Analizando el partido, estuvimos 70 minutos siendo terceros y durante 85 estábamos en play-off. Es verdad que hay un par de acciones, o más, en las que no sabemos leer lo que necesita el partido, pero el equipo no se echó atrás. Las ocasiones que tuvo el Oviedo más claras son por pérdidas nuestras, transiciones en campo rival y eso no habla de un equipo replegado. De hecho, el primer gol viene de un desdoblamiento de mi lateral derecho en banda y a mi medio y hay una transición, es decir, el equipo estaba buscando el segundo gol. Es una transición en la que no defendemos bien, en una situación de cinco contra tres y nos hacen el gol. Es un error, pero viene de una transición, no de un centro lateral en el que estamos colgados del larguero. La segunda acción es inexplicable, porque hay una pasividad extrema en el minuto 88, en la que, tras una falta, en la que el árbitro manda repetir y hay tiempo más que de sobra para organizarse, en dos fases el rival nos hace gol. Esa falta de concentración y esa pasividad nos penalizó, pero hicimos muchas cosas bien. Yo entiendo que el aplauso se convierte en silbido cuando tienes una acción de ese tipo, de falta de concentración”.

“La gente vio un equipo en la primera parte que fue ganado y luego en la segunda no acabamos de rematar el partido. Tuvimos dos situaciones muy claras para haber hecho el 2-0. ¿Si Acuña hace el gol en la buena parada que hace Campagne estaríamos hablando de lo mismo? Yo creo que no. Hay que hacer un análisis y saber que en la segunda parte hicimos cosas mal, cometimos muchos errores, permitimos muchas transiciones cuando el partido estaba para nosotros y no debíamos dejar esos espacios, y eso nos penalizó. De todo se aprende”, añadió.

Lo que está claro en estas 11 jornadas que se llevan disputadas es que el Albacete compite mucho mejor como visitante que en el Carlos Belmonte. “Es verdad que estamos siendo más resolutivos, nos estamos haciendo más fuertes, en los partidos fuera de casa. Es una cuestión de coger confianza ante nuestra gente. Queremos brindarles buenos partidos, buenos minutos, que sean intensos, llevar la iniciativa, tener el control, hacer goles. Queremos hacer partidos completos y eso quizás nos está pesando un poquito. El otro día la primera parte es de las mejores en la temporada en casa y en la segunda no acabamos de rematar el partido y cometemos errores que nos penalizan, porque enfrente hay un rival. Tenemos que mejorar los números en casa. Fuera nos mostramos bastante sólidos, es un buen camino, pero debemos hacernos más fuertes en casa, tener más el control y no la sensación de que el rival te puede hacer daño con poco”, indicó Ramis.

Por último, cuestionado sobre si el Cádiz era inalcanzable, el entrenador habló del próximo rival del Albacete en la siguiente jornada y dijo que “a estas alturas no creo que sea inalcanzable. Obviamente, si sigue este ritmo es imposible, pero es muy difícil mantener ese ritmo en Segunda División. Hay muchos obstáculos y muchas fases de la temporada en la que no vas a tener la inercia esa positiva que tienen ahora. La sensación que dan ahora mismo es de un equipo al que no hay quién lo pare, pero como todos, tendrán fases durante la temporada y con 11 jornadas disputadas es pronto para dar respuesta a este tipo de pregunta”.