El Alba superó con facilidad a un flojo Eibar sumando la segunda victoria consecutiva en el Belmonte y lastrando a un rival directo por la permanencia. Toché en la primera mitad y Carlos Merino, con la colaboración de Alaña, en la segunda lograron los tantos locales en un encuentro donde el Alba dispuso de opciones suficientes para lograr un tanteador más amplio.

Parece evidente que el equipo, en especial en el Carlos Belmonte, va recuperando el tono y JIM con buen criterio repitió once, y prácticamente convocatoria si exceptuamos la vuelta de Alberto, para recibir al Eibar. Ibón se ha asentado definitivamente en el centro del campo haciendo pareja con Kitoko y Navas ha desbancado a Xavi Jiménez de banda derecha. La presencia del sevillano desplaza a Merino a banda izquierda para alinear a Toché y a Diego Costa como línea ofensiva. Al brasileño no lo vamos a descubrir ahora y Toché, que llegó fato de minutos y ritmo, a otorgado al equipo un equilibrio del que carecía con el sistema de un solo punta. En la portería repetía por tercera semana consecutiva, segunda de las tres sin recibir gol, Jesús Cabrero. En la imagen (Gente) Peña sujeta a un atacante eibarrés.

El equipo de Pouso no se parece a aquel Eibar del pelotazo. Ya lo vimos en Ipurúa y, a pesar de las numerosas bajas que presentaba, lo volvimos a ver ayer: gustan de echar la pelota al suelo y llevarla jugada tratando de llegar, sobre todo por banda izquierda, con criterio arriba. Cierto es que el Alba es superior en calidad y en pegada, pero justo es reconocer que el Eibar no le perdió la cara al partido en ningún momento y, pese a que pudieron salir goleados a la contra, intentaron siempre buscar a Cabrero.

Costa es, si no el mejor, uno de los mejores delanteros de la categoría. Y Toché ha dado al Alba, y a Costa, la referencia necesaria para fijar a la defensa rival y los espacios  que el brasileño y Merino explotan perfectamente. A los pocos minutos un buen disparo de Toché desde la frontal era repelido por Zigor y a Costa de faltaban escasos centímetros para empujar a gol el rechace (Imagen: Gente). El segundo arreón vino por la izquierda: Costa en tres cuartos de campo pone una perfecta asitencia, caño incluido, a Peña que centra de primeras para que Toché desde el centro del área supere a Zigor. Una bonita jugada que valió el primer gol de Toché en el Belmonte.

Con el marcador a favor vino el consabido paso atrás del Alba para intentar salir a la contra. Y pese a alguna protesta y algún pito desde la grada, la ocasión no se demoró más de cinco minutos: tras una pérdida de balón de los vascos, Ibón inicia la contra con Costa, Toché arrastra hasta dos defensas al lado derecho del ataque y el brasileño habilita a Carlos Merino quien, más solo que la una, estrella el balón cointra el cuerpo de Zigor en lo que fue la ocasión más clara de la tarde (Imagen: Gente). Por su parte, el Eibar lo intentaba pero sin llevaer demasiado peligro hasta Cabrero. Lo más peligroso: un boleón espectacular de Álvaro Martínez que se marcha un palmo alto.

Tras el descanso, Pouso metió en el campo a Arruabarrena pero seguía siendo el Alba quien llevaba peligro, y serio. Toché remató de cabeza al muñeco a la salida de un corner. Minutos más tarde, una internada del murciano dejaba, tras un rebote, un balón franco a Carlos Merino que, otra vez de rebote con la colaboración de Alaña, liquidaba a sus paisanos (Imagen: Gente). Y aunque el Eibar buscaba arriba, Cabrero sacó una buena mano a disparo de golpe frando de Sutil y un balón rechazado acabó botando sobre el travesaño, las contras del Alba debieron sentenciar: hasta tres ocasiones muy claras tuvo Costa, en dos de ellas debió ceder a Toché mejor situado, y ninguna fructificó.

Con éstos tres, el Alba suma 35 puntos y se está en buena disposición de afrontar el resto de temporada sin más sobresaltos, me refiero a los deportivos,  que los necesarios amarrando en casa en las visitas de los equipos de la zona media e intentando arañar en las salidas, casi todas a rivales de la zona alta. Otra historia es la situación del Eibar que se ha complicado bastante con la derrota en Albacete aunque lo que de verdad puede matar a los vascos es la derrota con el Alicante en Ipurúa de la semana pasada.

No quiero acabar sin mentar al gran Ceballos Silva, uno de los árbitros más ridículos del fútbol patrio. Malo hasta para mandar reincorporarse a un jugador que se ha retirado a la banda, es la prueba viviente de que la genética  y las leyes de Mendel son implacables. Andrés Manuel, así se llama el interfecto, es hijo de otro insigne pitador, Ceballos Borrego, que a poco que se hubiese esforzado habría hecho pasar por bueno a nuestro ínclito vicepresidente. Y, claro, contra un genotipo así es muy difícil luchar. Mal en las amonestaciones, mal en las faltas (se tragó un penalti a Costa), mal en la colocación y cortito, de forma física quiero decir. Andrés, tío, yo que tú me dejaba el pito. Muchos, estoy seguro, te lo agradecerán. Comentar que la imagen que acompaña estas líneas (Gente) es totalmente real y que nos costa que no se ha empleado photoshop o similar para su obtención.

Bien: Toché. Llegó falto de minutos pero se está reivindicando como fijo en los esquemas de JIM. Ayer anotó su cuarto tanto, el primero que hace en el Carlos Belmonte.

Mal: perdonamos demasiado. Hasta cuatro claras ocasiones se nos marcharon al limbo. Ayer no nos hizo falta, pero otro día lo podemos echar de menos.

El del pito: Ceballos Silva. Concierto de pito, nueve tarjetas y chulerías varias en un partido que no tuvo absolutamente nada.