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El Albacete afronta una nueva jornada de Liga sumido en sus ya habituales ya problemas de efectivos dada su corta plantilla. Esta semana además pierde a uno de sus jugadores más importantes, el ucraniano Zozulia. Su ausencia será un problema para Ramis, pues la nómina de delanteros es, como en el caso de los defensas, la más baja de la plantilla.

Resulta curioso que un tercio de los jugadores del Albacete que viajaron a Ponferrada fueran mediocentros, pues a los cinco que tiene la primera plantilla y que están disponibles, con la vuelta de Karim Azamoum tras cumplir sanción, se unió Castillo, del Atlético de Albacete, que junto con Fer Navarro fueron los jugadores del filial con los que Ramis completó la lista de 18.

Así, el Alba se medirá a la Ponferradina sin Gorosito, Caro, Manaj, Álvaro Jiménez y Zozulia. Habrá que ver como recompone el técnico su ataque pues, aunque el relevo natural sea Acuña, seguramente el míster del Alba baraje otras opciones con jugadores que alguna vez han jugador en esa posición de punta y pueden ofrecer un buen rendimiento, como son Pedro o Dani Ojeda. Que alguno de ellos fuera la referencia ofensiva dejaría un hueco en la media punta que bien podría ser para el retorno a Manu Fuster a la titularidad tras un par de encuentros en el banquillo y sin minutos. Otra cosa es que Ramis intentase ser un poco más defensivo y optara por meter a Olabe, regresando a ese triángulo en el centro del campo que no ofreció mucho rendimiento en las primeras jornadas del campeonato, aunque entonces todavía no había entrado Silvestre por la lesión muscular con la que llegó en pretemporada.

Lo normal es que Azamoum regrese al mediocentro junto con Silvestre y que el resto sean los mismos que en la última jornada, pues tampoco hay mucho más que pueda hacer un técnico que debe desesperarse cuando en el banquillo se da la vuelta buscando soluciones y ve con lo que cuenta.

Por cierto, Ramis se metió él mismo en un charco el domingo tras el partido y la derrota con el Mirandés y en lugar de salir con habilidad se puso a chapotear abriendo un poco más la brecha que ya parece existir entre la afición y el técnico, que sigue sin entender, igual que el club, el distanciamiento que progresivamente se va produciendo con los aficionados, a los que encima ahora se echa en cara que protesten cuando el equipo ofrece una imagen lamentable como la que se pudo ver el pasado domingo, impotente y desconectado con 70 minutos por delante tras el segundo gol del Mirandés. No se debe olvidar que el equipo venía de ofrecer una imagen todavía peor en Zaragoza, donde se ganó, pero donde se rozó el ridículo de no ser por Tomeu Nadal, y antes en el Belmonte se vio como se escapaban otros tres puntos frente a un Lugo con escasos merecimientos pero que hizo probar al Alba su propia medicina.

El caso es que el Albacete no solo debe buscar los tres puntos en Ponferrada. También debe tratar de mejorar la mala imagen que se repite cada jornada, con jugadores cuyo rendimiento está muy por debajo del esperado y situaciones que pueden pasar factura, como es la falta de gol. Ese factor suerte que está acompañando al equipo no va a durar siempre y por ello el equipo debe ofrecer otros argumentos si quiere mantenerse, al menos, en la cómoda posición en la tabla que ahora ocupa.

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La Ponferradina vive un momento dulce. Tanto es así que apenas tiene dos puntos menos que el Albacete y está en una cómoda posición en la tabla. De todas formas, frenó su buena racha de siete partidos sin perder con una derrota en El Alcoraz frente al Huesca, por lo que tratará de recuperar la buena senda con un triunfo en El Toralín contra un Albacete que nunca en su historia ha logrado llevarse un punto en sus visitas ligueras a Ponferrada.

Jon Pérez Bolo, técnico de la Ponferradina, ha destacado del Albacete que es un equipo “rocoso”, al que “cuesta mucho hacerle gol”, aunque “también le cuesta a él marcar”. Tiene dos bajas importantes, los sancionados Pablo Trigueros e Isi Palazón, central y delantero. Para la defensa lo normal es que entre Yac y que arriba, por banda, el elegido sea Pablo Valcarce. A nivel de esquema, Bolo ha utilizado varios a lo largo del campeonato, a veces en función del rival. El técnico anunció que alguno de los que jugó en el amistoso disputado ante El Barco de Valdeorras en tierras gallegas (0-5) será titular frente al Albacete, como premio al trabajo que están realizando.

En la portería del equipo berciano estará un viejo conocido, el guardameta José Antonio Caro, eclipsado por la figura de Tomeu Nadal la pasada temporada y que este año ha encontrado esos minutos que buscaba en la Ponferradina, donde llegó este verano igual que antes lo había hecho en el Albacete, en calidad de cedido por el Real Valladolid.

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El árbitro del encuentro será el vasco Aitor Gorostegui Fernández-Ortega, uno de esos veteranos de la categoría por los años que lleva pitando primero en Segunda B y desde hace ya unos años en Segunda. La temporada pasada pitó al Alba en tres ocasiones, dos como visitante y una como local. El Alba ganó la que jugó como local, contra el Mallorca (2-0) y perdió en las dos como visitante, en casa del Málaga (2-1) y en la última jornada del campeonato en Almería (3-0). A cargo del VAR estará el asturiano Areces Franco.

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