Y el fútbol dijo ¡BASTA!

 Javier "Torito" Acuña y el resto de compañeros estuvieron muy pendientes de Zozulia durante los 45 minutos que se jugaron

Desde que el mundo es mundo el fútbol se ha utilizado como vía de escape. Parecía como si acudir a un campo fuera la escusa perfecta para sacar toda la bilis, la rabia, el estrés que llevamos dentro, porque no pasaba nada por insultar al árbitro o vejar a los rivales. Recuerdo cuando Rafael Candel, en aquellos inicios de lo que fue el mejor Albacete de la historia, decía una frase que definía la situación. “El que paga 1.000 pesetas se cree con el derecho a darse la vuelta al palco y llamarte hijo de puta”.

Muchos ahora se quejan sobre el por qué se suspendió el Rayo Vallecano – Albacete y no se hizo antes frente a otros cánticos y situaciones similares. Lo que tendríamos que hacer es aplaudir que por fin un árbitro tuviera la valentía de decir BASTA y poner freno a todo eso que se vive en las gradas y que está alejado de los valores que siempre trata de fomentar el deporte, incluido el fútbol. Porque el que suspendió el partido fue el árbitro, que es el único que tiene la potestad para hacerlo y, si lo hizo, fue porque entendió que así debía ser, más allá de que la postura del Albacete fuese una u otra.

Lo gracioso del asunto es que aquí nadie se pregunta si Roman Zozulia es nazi o no. Aquí se dan por sentado de que es nazi y ya está, porque cuatro fotos que rulan (las mismas) desde que pasó su frustrado fichaje por el Rayo han sido analizadas por los expertos para llegar a la conclusión de que el delantero ucraniano es ferviente seguidor de la esvástica. De nada vale que lo haya desmentido, que las personas que están en su entorno hablen de sus virtudes profesionales y personales y de que sus compañeros de profesión se pongan de su lado (no entendería que si Zozulia fuera lo que se dice que es el Albacete lo hubiera renovado hasta en dos ocasiones y que sus compañeros mostrarán su apoyo incondicional y público). Zozulia es nazi porque lo dicen los ‘bukaneros’ y punto pelota.

Quizás falta una declaración el jugador, pero Zozulia ya desmintió el asunto cuando llegó a Sevilla y lo volvió a hacer con una carta a la afición del Rayo. “No puedo estar desmintiendo algo cada 15 días”, dijo en su llegada al Albacete hace ya tres años. Desde que está en el club manchego, su actitud ha sido profesional 100%, en todos los sentidos, con todos sus compañeros, con todo el club y en los actos a los que ha acudido. Si Zozulia tiene una ideología nazi no la ha mostrado en ningún momento, algo que suele ser al contrario que los que lo son les gusta demostrarlo.

Vladimir Kuzmenko, representante del jugador, negó esta mañana en la Ciudad Deportiva, como ya hizo anoche en diversos medios, la vinculación de Zozulia con la ideología nazi. “Zozulia no es nazi. No tiene nada que ver con aquello que lo acusan”, dijo, y recordó que “el club, el vestuario, los aficionados lo ven cada día y saben cómo es Roman de verdad”. Kuzmenko indicó que el jugador está bastante afectado por lo sucedido e insistió en negar, “rotundamente”, cualquier vinculación de Zozulia con los nazis, “todo viene por algo que alguien inventó”.

La decisión de lo que ocurra con el Rayo Vallecano – Albacete está ahora en manos del Comité de Competición de la RFEF, que tiene que analizar el contenido del acta firmada por el colegiado y que no se hizo pública minutos después de dar por terminado el encuentro, como es habitual, sino que se hizo durante la mañana del lunes. Una circular de la FIFA habla incluso de dar por perdido el partido al club de cuyos aficionados proviene la infracción, aunque lo más normal es que se tiren por las otras posibilidades que otorga el reglamento, jugarse esa segunda parte a puerta cerrada en Vallecas o hacerlo, también a puerta cerrada, en un campo neutral, toda vez que Vallecas puede ser clausurado.

En el acta arbitral, el colegiado cántabro López Toca relata como tuvo que parar el encuentro durante dos veces en la primera parte para que se retirase una pancarta y cesasen los cantos insultando a Zozulia, advirtiendo ya al delegado del Rayo Vallecano sobre la posibilidad de suspender el choque en caso de que no cesase dicha actitud.

Ya en el túnel de vestuarios tras el final de la primera parte, así explica el colegiado López Toca los acontecimientos que precedieron a la suspensión del choque, reflejados en el acta arbitral: “Al finalizar la primera mitad, y una vez en los vestuarios del estadio, me reuní con la Coordinadora de Seguridad del Estadio y representantes de ambos clubes. En esta reunión la Coordinadora de Seguridad nos comunicó que las fuerzas de seguridad no podían garantizar la seguridad de los participantes en el encuentro en la actual situación. Ante esa información le pedí si era posible desalojar la zona del estadio donde se habían producido los incidentes para intentar continuar el partido sin público en esa zona, ante lo que me respondió que no tenían efectivos suficientes para proceder al desalojo. El equipo visitante nos comunicó que el estado de ánimo del afectado y del resto de los jugadores no era el adecuado para continuar el encuentro. El equipo local nos ofreció su total colaboración para buscar cualquier alternativa que hiciera posible la continuación del encuentro. En ese sentido propuso la opción de jugar la segunda mitad del partido a puerta cerrada, si bien, dicha opción quedó descartada por la Coordinadora de Seguridad según se ha descrito anteriormente. Como consecuencia de todo lo anterior, tras agotar todas las posibilidades de continuar el encuentro, y teniendo en consideración la información de la Coordinadora de Seguridad del Estadio sobre la conveniencia de la suspensión definitiva del partido, ya que no podía garantizar la seguridad en el mismo, ni la necesaria protección de los participantes, decido suspender definitivamente el encuentro, comunicándoselo de esta manera a todos los involucrados, quienes lo reciben de manera favorable”.