El Albacete Balompié realizó en la mañana del martes su Junta General de Accionistas, que fue una auténtica balsa de aceite porque el club se encuentra seguramente en sus mejores momentos de estabilidad a nivel económico desde hace muchísimo tiempo.

Los números de la temporada pasada fueron realmente buenos, apoyados obviamente por la gran temporada realizada por el equipo manchego. Así, se incrementaron los ingresos en casi tres millones más de lo previsto y, aunque también subieron los gatos, el resultado final fue positivo en 219.000 euros, algo que no pasaba en los últimos años, donde las pérdidas habían sido millonarias.

Víctor Varela, vicepresidente y consejero delegado de la entidad, en ausencia del presidente Georges Kabchi, se encargó de recordar el Albacete que se encontraron y el que tienen ahora mismo. Y es que a su llegada al club, el Alba estaba en quiebra técnica, en causa de disolución. Su futuro estaba tan comprometido que sin en 15 días no desembolsaban unos cinco millones de euros el club que acababan de comprar habría desaparecido.

La deuda se ha reducido, aunque menos de lo que parece, pero se ha conseguido estabilizar, equilibrar y reconducir. A su llegada estaba en torno a los 16 millones de euros, de los que la gran mayoría eran a corto plazo. Por no pagar no se pagaba ni el concurso de acreedores, para que luego algunos sigan hablando de la gran gestión realizada por el anterior dueño.

Las aportaciones dinerarias realizadas por la familia Kabchi salvaron la situación. El capital social, que era muy bajo tras la operación acordeón realizada por el anterior dueño, con el riesgo que eso tiene a la hora de que cualquier situación negativa haga entrar al club en causa de disolución, ha pasado ahora a ser de algo más de siete millones de euros. Esta capitalización refuerza a nivel económico el club y le hace ser más fuerte en caso de que vuelvan a aparecer las vacas flacas. Unos ocho millones de euros son ahora mismo el préstamo que Skyline tiene con el Albacete Balompié, con una cadencia de cinco años, explicó Varela, para poder hacer frente al resto de la deuda. Con terceros, el club debe unos cinco millones de euros y el plan es conseguir que entre tres y cinco años quede totalmente liquidada.

La deuda concursal está a punto de desaparecer. Este año se pagarán en torno a los 500.000 euros y el año que viene quedarán poco menos de 400.000 euros que, cuando se paguen, cerrarán el concurso de acreedores, que pasará a ser historia, liberando así a la entidad de una pesada carga.

Varela también recordó la inversión realizada por Skyline en el Carlos Belmonte (564.000 euros) y en la Ciudad Deportiva (414.000 euros), que se unen a los 1,1 millones de euros que llegaron a través de LaLiga para actualizar tornos, UCO y la instalación del VAR.

En el capítulo de ingresos, el club ha sufrido un importante incremento en publicidad, pero donde más se ha visto la evolución positiva ha sido en los abonos. De los 780.000 euros que se ingresaron durante la temporada 2017-18 en abonos y taquillas se pasó a ingresar la campaña pasada nada menos que 1,8 millones de euros, incluidos los play-off de ascenso.

El club destaca que “el código de cumplimiento económico de LaLiga establece unos indicadores de estabilidad económica que han sido cumplidos. Por primera vez en muchos años se cumple el ratio de deuda (que es la estructuración de la deuda a corto y largo plazo).

El presupuesto para la actual temporada queda cifrado en algo más de 11 millones de euros, de los que 7 están previstos para la plantilla deportiva y Víctor Varela afirmó que el club está preparado para realizar incorporaciones en el mercado invernal. “Hay margen para fichar, pero no es el que la gente puede esperar”. En este sentido indicó que los ingresos que ha obtenido el club al arreglar la situación de Jérémie Bela “no van todos para aumentar nuestro límite salarial. Cuando tienes deudas, parte de los ingresos tienen que paliar deuda así que solo una parte de esos ingresos servirá para aumentar nuestro límite. Lo que es seguro es que podremos hacer alguna incorporación, pero siempre desde la contención del gasto”.