Luis Miguel Ramis compareció en la sala de prensa ‘Jesús Moreno’ de la Ciudad Deportiva tras el último entrenamiento de la semana con el objetivo de hablar sobre el partido contra el Elche que pondrá fin a la primera vuelta y que será además el último de 2019. Pero no sólo habló el técnico del encuentro del sábado a las 16 horas en el Carlos Belmonte, también lo hizo sobre el estado de la plantilla y de Zozulia tras lo sucedido en los últimos días y la suspensión de este Rayo-Albacete, pendiente todavía de resolverse.

A la pregunta sobre cómo está el vestuario, Ramis indicó que “he percibido en los jugadores las ganas de terminar bien el año, como no podía ser de otra forma. Cada uno le añadimos a eso el ingrediente que queremos. La actitud es buena y ya lo vi en esa primera parte que jugamos en Vallecas, que en cuanto a concentración fue muy interesante y es un modelo que tenemos que seguir. Debemos contagiarnos de eso y llevarlo al Belmonte. Queremos terminar bien, con buenas sensaciones, con una victoria en casa, siguiendo esa comunión que tenemos afición, jugadores, cuerpo técnico y club para terminar el 2019 como el equipo merece”.

En este sentido, valoró positivamente respecto al partido de Copa disputado el pasado miércoles que “afortunadamente viajamos, superamos la eliminatoria y volvimos sin lesionados. El equipo está bien”. La única baja por lesión confirmada es la de Gorosito, mientras que Silvestre no estará por sanción. En este sentido, el técnico recupera a Olabe, ausente en Vallecas. Susaeta apenas ha entrenado durante la semana, pero Ramis dijo que el resto (quitando a Gorosito y Silvestre) estaban disponibles. “Keco se quedó aquí el día de la Copa, igual que Caro, por motivos de prevención y ha completado las dos últimas sesiones así que está disponible”, una buena noticia para que Ramis pueda componer una defensa con cada uno en su sitio.

Regresando a los incidentes del pasado fin de semana y a la comparecencia pública de Roman Zozulia en la que el ucraniano quiso desmentir de forma clara y rotunda una filiación política más allá de la extrema derecha, Ramis dijo sobre el estado anímico del delantero que “estas cosas van por dentro. Yo lo trato en el día a día a nivel deportivo, pero estas cosas se cocinan en casa, con la familia. Yo lo veo bien, con la misma energía y la misma hambre de ayudar a sus compañeros y al Albacete. No he visto ningún síntoma de decaimiento o de mostrarse algo más débil emocionalmente. Es el mismo competidor de siempre”.

Esta temporada está siendo movida con situaciones extradeportivas que pueden afectar al rendimiento del jugador, como el tema de Zozulia o los problemas judiciales de Silvestre. Por ello se preguntó a Ramis si trataba de forma especial estos casos. “Intento hacerlo sin que ellos se den cuenta. A todos intento darles cariño y la importancia que merecen. Hay situaciones en las que te acercas más a unos que a otros para intentar conocer su estado; ellos igual no se dan cuenta, pero yo me acerco por detrás e intento saber qué se cuece a nivel emocional. A todos les aparecen dificultades y necesitan escucharlos y que te escuchen. Intento prestarles atención a todos”, dijo el tarraconense.

Tocó hablar del último rival del 2019, un Elche que tiene en su juego exterior a sus jugadores más peligrosos, con viejos conocidos como Iván Sánchez y Josan. “Es una de sus características, la profundidad por fuera”, dijo Ramis. “Tiene capacidad de desequilibrio, diferentes perfiles de jugadores más profundos, más asociativos por dentro, habilidosos, rápidos. En cuanto a juego exterior tienen mucha variedad, pero además lo complementan con un buen juego interior, con jugadores que se mueve muy bien entre líneas y por lo tanto ofrecen muchas posibilidades de peligro a las que hay que responder y combatir”, añadió.

Cuestionado por la baja por lesión del veterano Nino, Ramis argumentó que “les resta. Es un jugador de los mejores que se mueven a nivel posicional en campo rival. Ofrece siempre soluciones buenas porque es inteligente y les da mucho aire a sus compañeros para progresar. Si no está es una opción menos para ellos porque estaba en un buen momento y es un jugador determinante”.

También se le preguntó por esa falta de gol que no termina de solucionarse, con otro 0-1 el pasado miércoles en la Copa. “Tenía la esperanza con el último penalti de romper el maleficio. Se romperá, lo perseguimos, pero no es una obsesión. Me encanta ganar 1-0 y 0-1, lo firmo de aquí a final de temporada, pero queremos seguir creciendo y eso se hace marcando más goles y que no te los hagan. La plantilla no está obsesionada con este asunto”.

Por último, se le pidió a Ramis un balance de este 2019 que está a punto de terminar y que vivirá este fin de semana su última jornada. “Siempre se puede mejorar. Trabajamos con la misma ilusión que el año pasado y así se lo intentamos trasmitir desde el cuerpo técnico a la plantilla. Queremos formar otra vez un grupo de jugadores que remen en la misma dirección y creo que lo estamos consiguiendo. Tenemos retos por delante en cuanto a juego, como ese de marcar más goles, también en regularidad en cuanto a resultados fuera-dentro. Si lográramos mantener lo que hacemos fuera y lo completáramos dentro estaríamos muy arriba, pero es muy difícil en esta categoría. Los puntos son puntos, los consigas dentro o fuera, y una misión importante para esta segunda vuelta que comenzará a la vuelta de vacaciones será reconducir la situación en casa, logrado los resultados que no hemos conseguido, aunque hemos estado cerca y que sí hemos logrado fuera de casa. En casa estamos en deuda con nuestra afición, que nos quiere ver ganar y trabajaremos para eso suceda. La valoración es positiva, vamos a ver el mercado las posibilidades que nos ofrece y encaramos el 2020 con una ilusión tremenda”.