A gloria nos supo el punto que se trajo el Alba de Balaídos al lograr empatar, a cero, el partido que lo enfrentaba al Celta de Vigo. Tras una primera parte para olvidar, Lizondo se cargó el partido dejando al Alba con ocho jugadores sobrte el terreno de juego y sometiendonos a un arbitraje nefasto Amarrado el empate en Vigo y pendientes de lor pertinentes recursos, las expulsiones de Kitoko, Trotta y Alberto nos pueden pasar factura en jornadas venideras.

El Alba perdía a ultima hora por sendas lesiones a Xavi Jimenez e Ibón Gutiérrez que, junto a Diego Costa que cumplía su segundo partido de sanción, se quedaban en casa. Begoña formaba de entrada con Mainz en el centro de la defensa y Verza ocupaba plaza en el doble pivote. Además, JIM optaba por jugar con un solo punta, Toché, regresando Merino a la media punta y Jaime a la banda izquierda. Del mismo modo, Tarantino entraba en el lateral izquierdo en detrimento de Peña por decisión técnica.

El Celta está inmerso en una preocupantemala racha, nueve partidos sin ganar, y la grada de Balaídos así lo revelaba. Realmente desolador el aspecto del graderío del estadio vigués que ofrecián las cámaras de televisión. Y visto el espectaculo que Alba y Celta nos regalaban, totavía hay que felicitar a los que decidieron asistir al partido en directo. El Celta, con una empanada espectacular, era incapaz de hilvanar dos pases: Trashorras desaparecido, errores de bulto, nula capacidad de creación, cero de profundidad y con una línea defensiva que, quiza salvando a Edu Moya, veía como le temblaban las rodillas en cuanto el balón rondaba la frontal.

El Alba estaba bien plantado atrás pero careció totalmente de ambición. Un par de llegadas, una por cada banda, con sendos centros que no alcanzó Toché (en la imagen de Gente) en los primeros 15 minutos son toda la renta ofensiva frente a una sombra de equipo al que, a poco que se hubiese presionado, se le habría matado fácil. Pero Verza no está ni se le espera y Merino está tan flojito, tan flojito que hasta da la impresión de hacerlo mejor en banda izquierda que en su posición natural. Sin duda la poca personalidad del ex del Orihuela y que Carlos no encontró balón ni una sola vez explican la poca presencia del Alba en ataque a pesar de las facilidades. Pese al mal fútbol propio, el Alba estaba cómodo y acabó por contagiarse del, si cabe, peor juego rival regalandonos más de media hora de tostón insoportable. Tranquilos estábamos, sí, pero aburridos también.

El cuadro vigués dio entrada a Rosada y el panorama cambió en la reanudación. La presencia del argentino hizo que Trashorras ganase en presencia y el Celta pasó a controlar la parcela ancha, llegando al área de Cabrero en diez minutos más que en toda la primera mitad. Entonces a Lizondo le dio por cargarse el partido inventandose la segunda amarilla, y la expulsión, de Ritchie. En el primer tiempo ya se habia inventado la primera amonestación del centrocampista. Bajo mi punto de vista, todo lo que sigue es imposible de analizar porque no solo está mediatizado por la expulsión de Kitoko, sino determinantemente influido por un pésimo y dirigido arbitraje de Linzondo que continuó con su espectáculo hasta el final del choque. El Celta pudo empatar en el saque de un golpe franco, también inventado, por medio de Trashorras en el que el balón se estrelló por dos veces en la madera pero en esta ocasión la fortuna nos dio lo que Lizondo se había empeñado en evitar (Imagen:  Gente).

Antes de ir con el horrendo colegiado valenciano, hay que dar su parte a JIM. Roto el encuentro por la expulsión de Kitoko y en pleno desconcierto, movió a Begoña al centro del campo dando entrada en el campo a Trotta por un desaparecido Merino. El cambio de posición de Iker, que tampoco es que se estuviese luciendo de central, puso al descubierto todas las miserias del doble pivote que forma con Verza. El Alba hacía aguas. Y por si fuera poco, a continuación Alberto entro por Pablo Gil, pasando Mainz al lateral y retornando Iker al centro de la defensa. Más cambio de posiciones y más desbarajuste. Y es que al final, uno ya no sabe si está en el centro de la defensa o en el lateral, si debe presionar al doble pivote céltico o estar atento al cruce en defensa. Una locura. ¿No es mas sencillo meter a Alberto por Merino y reservar un cambio que además falta iba a hacer más tarde? Vamos, digo yo.

Pues por si fuera poco Lizondo echa a Trotta, por una mano involuntaria, y a Alberto, por una entrada asesina en la que ni roza al jugador rival. Alucinante. Peña, había entrado por Navas, ocupó el lateral pasando Tarantino al centro y el Alba logró capear el temporal dutrante los cinco minutos de descuento, que Lizondo se sacó de la manga solo él sabe por qué, y volver a casa con un punto que sabe más que a gloria. Leyendo los dos párrafos anteriores puede dar la impresión de forofismo. Nada más lejos de la realidad: afortunadamente el partido fue retrasmitido por TV y hay resúmenes amplios con las jugadas mencionadas disponibles. Vosotros mismos (Imagen:  Gente).

Lizondo es un árbitro nefasto. Es un espectáculo, lamentable, ver como intenta dirigir un encuentro. De hecho, deberían hacer visionar sus actuaciones a futuros trencillas porque reune todas las características que un buen colegiado debe evitar. Ayer viví el arbitraje de Lizondo desde una nueva perspectiva, mucho más cercana gracias a la abundancia de primeros planos con que nos obsequió la realización del encuentro. Lógicamente, he sentido rabia e impotencia con muchas de sus decisiones. Pero prometo que cuando ha ido intensificando el show, viendolo manipulado, con el gesto desencajado  (Imagen:  Gente) y proximo al ataque de ansia, leyendo sus labios al hablar con los jugadores.... lo que he sentido por él ha sido lástima. Porque no actua como una persona normal y capaz sino como alguien con taras patentes.

Lizondo hace buenos a congéneres suyos de la calaña de Teixeira, Del Cerro y Gardeazábal. Acojonante, pero cierto. No hay ley estadística que quede en pié cuando se analizan las veces que este sujeto ha dirigido al Alba: en todas ellas nos ha machacado sistemáticamente. La pregunta es ¿por qué? Ni lo se, ni me importa. Lo que sí se es que no quiero ver al lerdo éste ni una sola vez más dirigir al Alba. Por si lo dudaba alguien, Lizondo ya ha sido designado para cargarse otro partido el próximo fin de semana: se trata del Murcia - Xerez. Ay, si el estamenteo arbitral no fuese un ente endogámico y de gestión totalitaria y tuviese mecanismos disciplinarios y de control de calidad objetivos!!! Lizondo, vete preparando que cuando se  te acabe el chollo te veo en supervivientes o en Fama. Habla con Brito, que te orientará.

Bien: el punto. Costó lo suyo y precisamente por eso sabe mejor.

Mal: el Celta: ni poniéndoselas como a Felipe II se llevaron los gallegos el partido.

El del pito: Lizondo Cortés. Una vergüenza como este señor puede dirigir fútbol profesional en una liga como la española, porque no es capaz. Y una vergüenza aun mayor como se le designa y se le permite hacerlo.