Protagonistas del Ibiza - Albacete Balompié: habla Álvaro Jiménez

Álvaro Jiménez celebrando el gol ante la U.D. Ibiza

El jugador cordobés del Albacete Balompié completó el que, con toda seguridad, ha sido su mejor encuentro desde que llegó cedido por el Getafe el pasado verano. En zona mixta hablaba sobre la sensación que le dejaba el encuentro: "sensación amarga, me quedo contento con el trabajo del equipo de no rendirnos, de estar fuertes siempre en defensa y de que en ataque hemos ido creciendo durante el partido a pesar de los baches y de ser un tipo de campo para el que no estamos acostumbrados y de que en frente teníamos un rival con ilusión y con ganas".

Proseguía el centrocampista blanco y apostaba ya por mirar hacia adelante: "creo que ya es tarde para pensar en lo que hemos bien y en lo que hemos hecho mal y hay que pensar ya directamente en el Fuenlabrada que es nuestro próximo rival para volver a engancharnos arriba que es lo más importante y nada, descansar, recuperarnos y a pensar en ese partido".

Sobre la jugada del gol, el jugador andaluz explicaba como había sido: "he visto a mi compañero Dani (Ojeda) que seguía, estaba convencido de que la iba a meter, pero siempre hay que estar alerta; un delantero siempre tiene que estar pendiente de si falla algún compañero o de si surge algún error del rival. El portero estuvo bastante bien, la despejó, pero ví un hueco al palo corto y la intenté meter por ahí y tuve suerte".

Álvaro Jiménez tuvo un primer tiempo de lo más ajetreado, fue desgraciado protagonista de la jugada que supuso la grave lesión de David Morillas, luego tuvo que ser atendido tras quedar inconsciente en el campo y por último anotó el gol albaceteño justo al borde del descanso: "si esta noche lo sueño desde luego no sale así ni de coña (sic), desafortunadamente, la jugada con Morillas ha sido un balón que me ha metido Fer (Navarro) que no lo veo, cuando me quiero dar cuenta meto el pie y no veo a Morillas; él va a despejar me despeja a mí el tobillo y tiene mala suerte y el pobre se ha roto la tibia. Ahí ya estaba reventado, luego me meto al campo y al minuto me pengan un balonazo en la cara y pierdo la consciencia; luego entro otra vez y meto el gol; al final, en el descanso no sabía ni dónde estaba y me han tenido que dar dos guantazos porque no sabía de verdad ni dónde estaba. Ha sido un buen trabajo de los servicios médicos; me han espabilado y he estado al final bien y he podido acabar el partido en condiciones ".

Volvía a incidir el extremo blanco en la necesidad de pasar la página de la Copa y mirar hacia adelante: "nos vamos con un sabor amargo ahora para casa pero me quedo con el trabajo y el esfuerzo del equipo y hay que pensar ya en el siguiente encuentro que es muy importante para nosotros".