Un punto de nueve posibles es el triste balance del Alba en los tres últimos encuentros, dos de ellos disputados en casa. Si la ausencia de Costa nos limita muchísimo, las de Ritchie e Ibón acabaron por dilapidar nuestras opciones. El Alicante, que no hizo más que aproverchar nuestras miserias, se llevó la victoria de Albacete jugando por momentos a placer. La línea roja se mantiene todavía a seis puntos pero la racha descendente hacer aparecer los primeros síntomas de preocupación, dada la mediocreidad y ramplonería exhibídas. ¿Será Diego Costa la medecina que los palíe? El domingo ante el Elche tendremos la ocasión de comprobarlo.

La baja forzosa de Ritchie, todavía consecuencia del infame arbitraje de Lizondo en Vigo junto con la inconpetencia supina de comités varios, y la lesión de Ibón Gutierrez obligó a JIM a alinear a Verza y a Begoña en el doble pivote. Si bien la combinación pareció funcionar en los inicios del campeonato, hoy por hoy ninguno de los dos debería ocupar esa posición en condiciones normales. Ni en condiciones excepcionales tampoco. Tarantino suplía a Iker en el centro de la defensa ya que Diego Trotta era otro de los damnificados por Lizondo. Jaime y Navas ocupaban ambas bandas Merino actuaba entre líneas y Toché era el hombre más adelantado.

El Alicante, deportivamente muerto antes de este choque y creo de después también, se hizo con el centro del campo desde el inicio, sin paliativos. Y con el dominio del partido. Con una facilidad pasmosa e insultante. Tito, recibió la ovación de la tarde al ser sustituido, manejaba el centro el solito. La tímida presión visitante junto con la acumulación de efectivos en el circulo central era suficiente para atascar al Alba. Verza, siempre escondido posicionandose por detras de los mediocampistas rivales, no contactaba con el balón. Y cuando lo hacía era para bajar la cabeza y jugarla atrás. Begoña se incrustaba entre los centrales en defensa, la línea de cinco atrás era diáfana desde la grada, y a la hora de construir.... bueno, nada que ya no sepamos. A Merino se le acabó la gasolina en el minuto cinco. El Alba estaba descabezado y, sin destello de Costa posible, condenado a la más absoluta mediocreidad. No hay más. Imagen: Gente

Y dado el cúmulo de facilidades, casi por inercia, el Alicante iba llegando a las inmediaciones de Cabrero. Con todos mis respetos, los visitantes no son el Arsenal sino el vicecolista de la Segunda División. Pero dadas las circunstancias parecieron un equipo muy solvente que se desenvolvía  y dominaba el tempo del partido con comodidad ante la parsimonia y la incapacidad del Alba. A la salida de un saque de esquina Torrecilla metió la cabeza a placer anotando el 0 - 1 (Imagen: Gente). No se había cumplido un tercio de encuentro y estábamos muertos: desde la sanción de Diego Costa no hemos anotado ni de penalti. Acertar a meterla dos veces en la portería de Queco Piña se antojaba, como a la postre fue, misión imposible.

Al inicio de la segunda mitad, Pablo Gil se quedó en la caseta y JIM varió el esquema dando entrada a Jonathan Soriano. Merino se incorporaba al centro del campo con Verza,  pasando Begoña al centro de la defensa. Tarantino, zurdo cerrao, pasó al lateral derecho. Otra vez JIM, que gusta de barajar a sus hombres con cambios de posiciones, había mezclado sus cartas antes de repartir la segunda mano buscando un giro en el devenir de la partida. Pero tampoco funcionó: no hubo agobio real sobre la meta visitante hasta el punto de que lo más cercano a peligroso fue un remate mordido de Jaime que atrapo Piña facilmente. JIM lee mal los partidos y ayer no fue una excepción. El de Torrevieja remató las opciones retitrando del campo a Marco Navas, muy activo y el mejor del equipo ayer, y a Toché (en la imagen de Gente) que, visto lo visto, es nuestro hombre con más definición de cara al marco contrario. Balones de los centrales arriba, bastantes de ellos ganados de modo totalmente improductivo por un voluntarioso Belencoso, y poco más fueron nuestros argumentos hasta el final.

Mientras, los de Granero juntitos atrás y saliendo a la contra sabedores que antes llegaría la sentencia que el empate. El sainete vivió su punto más álgido, com permiso del vergonzante speaker al que tuvimos que hacer callar durante el minuto de silencio inicial a base de pitos, cuando con todo el equipo arriba esperando un remate, Peragón le roba por detrás la cartera a Verza en el saque de una falta que, incomprensiblemente, opta por hacer en corto y sin mirar. Una ruina. Y en el descuento, otra vez Peragón, que dificielmente superará el 1,70 m de estatura, marca de cabeza adelantándose a Cabrero y a Mainz aprovechando el rechace de un remate previo desde la frontal que aun estará haciendo temblar el larguero de la portería. Imagen: Gente.

Obviamente, éste no es el camino. JIM está en el candelero. Varias veces he opinado que no me atraen demasiado ciertos aspectos del técnico pero, aun teniendo que cargar con su porcentaje correspondiente de culpa, no lo considero el responsable último de la situación. Porque lo único que ha ocurrido es que sanciones y lesiones han dejado al descubierto todas las miserias de una plantilla fundamentada en Diego Costa en ataque y apuntalada con el trabajo de hombres como Kitoko e Ibón Gutiérrez. Y, que queréis que os diga, lo último que desearía es que viniese quien ha hecho el mal trabajo a tratar de que la estructura no acabe de venirse abajo. Pero bueno, solo dios y Panadero saben lo que está por venir. Al resto no nos queda más que esperar acontecimentos pues sus designios nos están vedados. Nota: a la hora de publicar estas líneas es oficial que JIM continúa en el cargo pero a expensas de conseguir la victoria frente al Elche el próximo domingo.

Tampoco puedo permanecer ajeno a la polémica de convocatorias de concentraciones, comunicados y contracomunicados que hemos vivido estos días. Y lo hago, como es normal, mostrando mi oposición más frontal a la nota emitida el pasado sábado desde al Club a quien creo que no le compete identificar ni pedir que se haga identificar a nadie de puestas afuera del recinto deportivo. Dada la afición a las leyes de nuestros dirigentes, me gustaria recordar que recabar información personal con el fin que sea sin el consentimiento de los interesados infringe alguna que otra Ley vigente.

Bien: Navas. Al menos lo intentó el sevillano a quien pararon a base de faltas.

Mal: todo lo demás. Lamentable el partido (y van dos consecutivos) que vimos ayer en el Belmonte.

El del pito: Iglesias Villanueva. El partido no tuvo nada, pero no aplicó bien la ley de la ventaja y se comió alguna que otra falta y/o tarjeta (sobret todo para las cometidas sobre Navas por reiteración) de la defensa alicantina.