Miguel Ángel Gómez es un delantero de la cantera del Albacete Balompié que ya tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo la pasada temporada de la mano de Luis Miguel Ramis. Este año iba a ser un hombre importante dado que la nómina de delanteros del primer equipo era justa, pero lo mandaron a jugar con el filial en la primera jornada de Tercera, metieron al Atlético Albacete en el campo de césped artificial y Miguel Ángel sufrió una grave lesión de rodilla, de las que te dejan fuera para toda la temporada.

Toda vez que la temporada ha sufrido un retraso, al joven albacetense natural de Casas Ibáñez ha tenido tiempo de recuperarse totalmente, ya tiene el alta médica y se entrena con el primer equipo esperando volver a jugar en este extraño final de campeonato en el que la carga de partidos obligará al técnico Lucas Alcaraz a repartir minutos.

“La vuelta al trabajo ha sido rara por este parón por la pandemia, pero es una alegría volver a entrenar, aunque sea de momento de forma individual. Espero que pronto podamos volver a la competición”, señaló un Miguel Ángel que ha trabajado duro en casa para poder culminar el proceso de recuperación de la lesión. “Los preparadores físicos y los fisios creo que han hecho un trabajo excelente en este tiempo en el que hemos trabajado a conciencia en casa. No sólo se ha preocupado del aspecto físico, también de detalles como la alimentación, para que la vuelta al trabajo fuera lo más leve posible”.

Miguel Ángel recordaba las palabras de Manu Fuster sobre las similitudes de los entrenos que están realizando con una pretemporada, pero “con la salvedad de que además de prepararnos físicamente también tenemos que recuperar el toque de balón, pues ha sido dos meses confinados. Los entrenos son exigentes y tenemos que reencontrarnos con el toque de balón para estar preparados para la competición”.

Antes del parón provocado por la pandemia, el delantero albaceteño ya realizaba muchos ejercicios sobre el césped y afirmó sobre su estado que “desde enero ya estaba tocando el césped y las sensaciones son espectaculares. Volver a la normalidad, poder entrenar igual que mis compañeros, es una alegría después de una lesión tan grave como la que tuve. Estoy preparado para ayudar en lo que sea y muy contento de volver”.

El jugador apuntó que “esperaba tener alguna molestia tras el parón, pero me estoy encontrando bastante bien y eso es una buena noticia. Después de estar tanto tiempo sin competir es necesario tener un rodaje, por lo que este proceso hasta volver a competir me va a venir muy bien para estar preparado por si el míster me necesita”.

La lesión de rodilla que tuvo Miguel Ángel fue muy grave y recordó que “la recuperación ha sido muy dura y eso te ayuda a madurar mucho a nivel mental. Estuve centrado en el trabajo y esa constancia que he tenido creo que me ayudará en lo que resta de temporada. En el día a día intentas visualizar el final, en volver al jugar, en debutar en el Carlos Belmonte, que es algo que tengo pendiente. Las palabras que dijo Lucas Alcaraz sobre mi vuelta te dan un plus de motivación, pero también de presión y responsabilidad. Con el estilo de juego que quiere el míster creo que puedo aportar muchas cosas”.