Sin premio

El Alba volvió de vacío de San Sebastián. Si bien el juego no fue bueno ni vistoso, los de Máximo Hernández superaron a la Real la mayor parte del choque. Sin embargo, no anotaron las opciones, algunas claras, de las que dispusieron y un autogol de Mainz en el descuento dio la victoria a los donostiarras, demasiado premio para los méritos contraidos. Iglesias Villanueva, todo un dechado de incompoetencia, ignoró un derribo a Costa dentro del area y explusó a Begoña por tropezar y casi desnucarse contra el suelo. Triste, pero cierto.

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Desafortunado. Mainz desvia el balón en la jugada del gol donostiarra (Imagen: Gente)


Máximo recuperaba a Kike para el lateral tras cumplir su partido de sanción, por lo que todo apuntaba a que  formaría de inicio con el mismo once que en anteriores compromisos. Pero un desvanecimiento de Kitoko a poco  del comienzo forzó la susititución del canterano por Ibón Gutierrez. Previamente, Jonathan Soriano se había  caido de la convocatoria a causa de unas molestias musculares, siendo su puesto ocupado por Belencoso.

real-alba-08-09-02.jpgLa entrada era floja, la Real está mal y del del pito hablaremos más tarde. En resumen, que el mejor sobre  el cesped de Anoeta ayer fue el Alba. Incluso con las dudas defensivas que provocaba la mala tarde de  Jonathan, el Alba no pasaba más apuros que los derivados de los problemas del asturiano. Y, aun sin ofrecer nada  espectacular, se llevaba peligro a la meta de Bravo cuando el equipo se estiraba, en especial a la contra.  Por ejemplo, Rivas derribó empujando a Costa cuando se plantaba ante el meta local pero Iglesias, que  parece no saber que las cargas legales son hombro con hombro, hizo como si nada. Lo más peligroso de la Real  en todo el encuentro, un buen disparo de Xavi Prieto que atajó Jonathan y una salida en falso del mismo que  posibilitó un intento de vaselina de Bergara que se marchó fuera (Imagen: Gente).

real-alba-08-09-03.jpgLa segunda parte empezaba con un remate de cabeza de Begoña que sacaba bajo palos Rivas con Bravo ya batido (Imagen: Gente).  Eran los mejores minutos visitantes que, junto con la considerable empanada de la Real, presagiaban la  llegada del gol. Alberto tuvo una ocasión inmejorable, pero disparó mal. Casi a renglón seguido,  Jaime disparaba con potencia y Bravo tuvo que emplearse para enviar a corner. A continuación, un buen pase de  Costa tras buena jugada personal dejaba a Jaime solo ante el portero rival pero el linea de Iglesias estimó  fuera de juego donde no lo había. El Alba estaba perdonando.

Lo mejor del encuentro, sin duda, Iglesias Villanueva. Es incomprensible como se permite a semejante bobo dirigir encuentros de fútbol de categoría profesional. Es muy, muy malo pero es que lo de el sábado es el  colmo. En un balón escorado a banda, Begoña tropieza consigo mismo y en la caida, golpea con la cara en la  bota del contrario y en el suelo, quedando conmocionado. Iglesias pita falta, lo que puede tener hasta  justificación. Pero a continuación, con el vasco en la camilla y con un collarín, le enseña la segunda  amarilla y lo expulsa. Personalmente, es la primera vez que veo a un jugador expulsado por provocarse un  esguince cervical al tropezar fortuitamente y creo que va a ser dificil verlo de nuevo. Por desgracia, no es la primera vez que veo un incompetente del calibre de Iglesias a los mandos de un encuentro y, lo que es  peor, a buen seguro no tardaremos mucho en ver una idiotez de mayor calibre de alguno de sus congéneres.  Recordar a los presentes que este tipo, a instancias de su línea el Click de Famobil, no dió un gol legal de Diego Costa en Sevilla que debió suponer los tres puntos. Pasa a engrosar la lista de trencillas non gratos. Imagen: Gente.

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La salida de Begoña no acrecentó demasiado la presión local ni llegamos a temer por el marcador como en otras  ocasiones. Sin embargo, lo peor estaba por venir cuando Mainz introduce el balón en su portería al tratar de  interceptar un pase en profundidad rival. El Alba no mereció venir de vacío de San Sebastian (a Lillo hace  ya tiempo que ni lo escucho) igual que la Real no mereció salir derrotada del Belmonte. Pero, al menos, en  aquella ocasión Iglesias no estaba cerca aunque Lillo también acabase llorando por no recuerdo bien qué  monsergas.

Con 44 puntos, siete sobre el descenso, visita el Belmonte Las Palmas. Igual un reparto de puntos no estaría  del todo mal, porque los canarios llevan una trayectoria y tienen unas necesidades similares a las nuestras.

Bien: Begoña. No es el mismo jugador que en casa. La tocó bien, atento todo el choque, y tuvo un cabezazo  que valía el gol. Lógicamente, hay que recurrir su segunda amarilla.

Mal: Iglesias. En un mal partido, lo peor fue el arbitraje de un inutil de calibre desproporcionado

El del pito: Iglesias Villanueva. Torpe como el solo. No tiene ni idea de lo que quiere decir "amonestar a  un jugador por derribar a un contrario", entre otras cosas. Gagón (no pitó un penalti a Costa) , bobalicón  (la expulsión de Begoña es digna exposición) y mal auxiliado en bandas, en especial por David el Gnomo. ¿Qué  más se puede pedir?. Bueno, a Lillo seguro que le gustó y que lo nombra como ejemplo arbitral para sus semejantes.

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