Nico Gorosito está feliz, no en vano volvió a jugar tras muchos meses una lesión que se produjo la pasada temporada y que al inicio de la presente le obligó a parar para pasar el quirófano. “Uno piensa que es sólo un dedo, pero nosotros necesitamos de nuestros pies, es nuestra herramienta de trabajo. Fueron operaciones y tratamientos en el dedo, y por fin pude salir de este calvario”, señaló el futbolista, con una sonrisa de oreja a oreja y reflejando que “la emoción que sentí por volver a jugar no se va de mi cabeza”.

“Me sentí otra vez jugador, como un niño con un juguete nuevo.  Eran tantas las ganas de volver al campo, pisar el verde, volver a jugar y ayudar al equipo que muchas sensaciones pasaron por mi cabeza. Eran tantas las ganas de poder estar y al fin llegó ese momento tras meses de calvario”, manifestó Gorosito, que no pudo dormir por la noche. “Viví con tanta felicidad ese momento que realmente no me daba cuenta de lo que era. Los mensajes de mis seres queridos, la gente que siempre me apoyo y creyó que iba a poder volver me emocionaron mucho”.

Cuestionado por el partido y sus sensaciones, el defensa tiene ahora mismo metida una dosis de adrenalina en su cuerpo con la que siente poderoso. “Me encontré mejor de lo que esperaba”, dijo, “tras tantos meses parado, creía que sobre el minuto 70 iba a sentir dolor, que me iba a costar, pero físicamente me sentía muy bien. En los últimos minutos, que ellos jugaban al pelotazo y tenía que saltar, girar o chocar, se me empezaron a subir los gemelos, pero me sorprendió a mí mismo lo bien que me noté. Además, la ansiedad por jugar era un plus”. Ahora se siente “preparado para jugar el domingo, pero el entrenador decidirá. Quiero participar, está en mi cabeza”.

Como ya comentó en otras ocasiones, dejar el fútbol estuvo en su cabeza durante estos meses. “Lo llegué a pensar, colgar las botas e irme a casa. Intentaba ser optimista, pensar en positivo, pero trabajaba dos o tres días bien y tenía que parar una semana porque volvían los dolores, y así se me iban acumulando muchas cosas. Fue psicológicamente duro”.

“Mi familia y mi mujer me aguantaban todo, también los cabreos. Llegaba enfadado casi cada día, con cosas que tuve que ir superando. No piensas que un dedo te tenga apartado tanto tiempo, como si fuese un tobillo o una rodilla. Eso ya está superado”, manifestó.

La victoria en Almendralejo también ha sido una bocanada de aire fresco para el equipo. “Estamos fuertes, entrenando a tope, con un poquito más de confianza”, después de sumar tres puntos fuera de casa. “Ahora nos queda la espina de estar fuerte en casa. Un partido puede salir bueno, malo o mixto, pero necesitamos sumar sí o sí, hay que estar preparados para eso”.

Cuestionado por la clave para conseguir la permanencia, Gorosito tiene claro que el factor mental es fundamental. “Debemos mantener esta línea, trabajando fuerte, más que nada trabajar el tema psicológico, tema recuperación y si alguno está mal, que lo diga y seguir para adelante. Si estamos todos bien, podemos luchar cada partido para ganar”.

El defensa tiene claro que queda todavía mucha tela que cortar y que ganar era necesario, pero hay que seguir. “Nos dio el subidón, ese toque de confianza, pero no hicimos nada, todavía quedan muchos más partidos que hay que afrontarlos de esa manera y sí o sí el Albacete se va a quedar en la categoría”.

Con estos partidos cada tres días, Gorosito tiene claro que habrá oportunidades para todos y por ello es necesario la máxima implicación. “Necesitamos que todos estemos bien. El míster hará muchas rotaciones, ya lo comentó, y tenemos que estar bien preparados, descansar y entrenar bien y si alguien está tocado, que lo diga. Van a llegar muchos partidos, necesitaremos los puntos, como otros equipos de ahí abajo que estarán peleando. A nadie le gusta estar en esta situación”.

Por último, se le preguntó por su futuro, que ahora mismo es toda una incógnita. “Ya dije que me gustaría quedarme, con el tema de la lesión, que me ha costado meses de recuperación, le debo mucho al club y a afición. Ojalá me pueda quedar, no pude devolver el esfuerzo que hicieron por mí. Más allá de lo que pase, ahora quiero jugar y demostrar que estoy a buen nivel”.