El Albacete necesitaba una victoria y la logró ante el Extremadura. Y lo hizo como nos tiene acostumbrados esta temporada, con 0-1. Eran ya muchas jornadas sin ganar, más fuera de casa, y la situación se había puesto muy negra. Pero como en esto del fútbol todo cambia de la noche a la mañana, el triunfo hizo subir cuatro puestos a los de Lucas Alcaraz. Pero la situación está tan apretada por ahí abajo que lo que haces no vale para nada si no lo refuerzas enseguida.

Este Albacete nos ha acostumbrado, al menos en la primera vuelta del campeonato, a lograr resultados fantásticos e incluso sorprendentes fuera de casa. Se ganó al Deportivo cuando todavía pensaban los coruñeses que lucharían por arriba, se ganó en Zaragoza a un claro candidato al ascenso, se ganó precisamente al rival de esta jornada, al Huesca, otro que quiere apuntar alto. Todos por 0-1. Pero luego, el equipo entonces de Luis Miguel Ramis la cagaba en casa. Lo que ganaba fuera lo dejaba escapar en el Carlos Belmonte.

Ahora, con Lucas Alcaraz, la cosa empezó bien, al menos no se perdía, pero el confinamiento y una vuelta precipitada ha puesto todo patas arriba y aquí no se puede uno fiar de nada ni de nadie. Se ganó al Extremadura, un rival directo, ya era hora, pero hay que seguir la misma senda o pronto volverá a aparecer el abismo que da tanto miedo. Por ello el partido contra el Huesca es una reválida. Es el partido donde el Albacete debe demostrar si verdaderamente está capacitado para mantener la categoría.

Curiosamente frente al Almería se vio un buen Albacete, pero se perdió. En Almendralejo el partido fue un tostón, no vayamos a engaño, pero el Alba supo nadar y guardar la ropa. Metió un gol y manejó el partido para sumar tres puntos vitales. Y lo hizo con un equipo totalmente distinto al que había jugado tres días antes. Lo normal es que, siguiendo esa línea y a tenor de las palabras del técnico, volvamos a ver esos cambios otra vez ya que es necesaria gente de refresco para aguantar lo que va a ser inaguantable, porque al ritmo que vamos de lesionados algunos equipos van a sufrir muchísimo.

El técnico vuelve a contar con Karim Azamoum, superadas sus molestias, así que lo normal es que sea titular junto a Erice en el centro del campo. Con Tomeu Nadal en la portería, pues el desgaste del portero es otro, las dudas están en la defensa. Alberto Benito cumplió sanción y como ahora le toca cumplir a Fran García, junto con Caro, pues Caballo estará en el otro costado. ¿Y para el centro? Arroyo regresa también, lo normal es que entre. Kecojevic lo ha jugado todo hasta el momento, hay que tener cuidado, así que sería lógico pensar que repetirá un Gorosito que dio una gran imagen en el Francisco de la Hera después de estar nueve meses sin jugar. Eso sería lo normal, pero igual se inventa algo Alcaraz con esos cambios de posiciones para mantener “frescos” a sus jugadores y vemos junto a Arroyo a cualquiera de los mediocentros que pueden jugar de centrales, como Azamoum o Silvestre. Lo normal es que arriba regrese Zozulia, mientras que, por detrás, lo hagan también la tripleta que jugó contra el Almería y que tan buena imagen ofreció, con Álvaro Jiménez, Chema Núñez y Manu Fuster.

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Está claro que el Huesca tiene un gran potencial y habrá que estar muy atentos atrás, al menos no regalar nada, como un penalti. Y arriba, pues como en Almendralejo. No hace falta tener muchas ocasiones, hace falta eficacia y acertar cuando se tenga, como hizo Mesa.

El Huesca quiere ascender y volvió muy gallito, con un rotundo triunfo en casa del desastre en el que se ha convertido el Málaga desde hace tiempo (1-3). Pero el miércoles llegó el modesto Mirandés, que tantas sorpresas sigue dando, y le mojó la oreja (1-2). Una derrota inesperada y que ha hecho mucho daño, por lo que el equipo de Míchel Sánchez llegará bastante dolido al Carlos Belmonte. En su mente solo está la victoria, porque se le pueden ir los de arriba y aquí el tiempo para la reacción es casi el mismo que para preparar los partidos.

Míchel recupera a Pulido, un viejo conocido y querido en Albacete, que se las volverá a ver con Zozulia, previsiblemente. También vuelve el extremo Ferreiro, mientras que lo normal es que Joseú Sá, con una lesión en la cadera, sea baja. El técnico del Huesca también hará rotaciones, pero menos que Alcaraz, y es que necesitará a los mejores si quiere ganar en Albacete, donde ya sabe que le espera un equipo al que, si se ajusta al guion de los conjuntos que entrena Alcaraz, será complicado hacer un gol. “Espero un partido más cerrado que de costumbre”, dijo.

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Cerrado o abierto, los aficionados del Albacete perdonarán si su equipo hace un juego tosco y plano como en Extremadura y se llevan los tres puntos que sí vemos un Alba más alegre y con ocasiones como el que dominó al Almería pero que acabó con el rabo entre las piernas.

El colegiado encargado de dirigir la contienda será el riojano Ocón Arráiz. Será la cuarta vez que se lo encuentre el Albacete esta temporada. Lo tuvo en la victoria copera ante el Tudelano (0-1) y en dos derrotas fuera de casa, ante el Sporting (2-0) y en Tenerife (4-2). En el VAR estará Varón Aceitón.

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