Los puntos que deja escapar en el Carlos Belmonte hacen que el Albacete tenga que viajar con la soga al cuello. Ya lo hizo hace una semana cuando se presentó ante el Extremadura con la necesidad de ganar para no quedarse en el pozo. Ahora, tras sumar dos puntos de seis, vuelve a estar obligado si no quiere meterse en la zona de descenso y además juega ante un rival directo al que, incluso, puede dar la puntilla. La situación del Racing es agónica. Pensar en la salvación es casi una utopía. Con apenas 30 puntos en su casillero está demasiado lejos de la salvación, pero quedan puntos en juego suficientes como para pensar en un milagro, pero todo pasa por tener una alegría en forma de victoria.

La última la logró justo antes del confinamiento, frente a un Numancia que ya iniciaba su particular caída libre (1-2). La anterior fue con sorpresa, en casa del Almería (0-1), a primeros de febrero. Para encontrar otra victoria hay que remontarse al 23 de noviembre de 2019, cuando logró su último triunfo en casa, frente al Extremadura (3-0). Siete meses pues hacen desde la última vez que el Racing ganó en los Campos de Sport del Sardinero.

En la vuelta, al Racing se le ha dado mejor jugar fuera, sumando dos empates ante Girona (0-0) y Ponferradina (1-1) mientras que ha perdido sus dos partidos en casa, con Lugo (1-2) y Tenerife (1-2). El Albacete debe ahondar en la herida y hacer bueno precisamente lo mismo, su facilidad para sacar fuera de casa los puntos que no logra como local.

Alcaraz volverá a mover a sus jugadores, sabedor de que la única forma de aguantar este ritmo infernal es repartir los minutos tratando de mantener la competitividad en el equipo, algo complicado por el flojo rendimiento que muchos jugares, demasiados, está dando esta temporada. La cosa está clara. Si una campaña la cosa fluye y consigues que muchos jugadores ofrezcan el mejor año de su carrera (Bela, Eugeni, Zozulia, Febas, Tejero…) pues peleas por el ascenso. Si por el contrario el rendimiento de la mayoría está por debajo de lo esperada, pues toca luchar por no descender y en esas está el Albacete este año.

Su falta de gol, sus errores puntuales que tanto daño hacen atrás, su falta de experiencia en momentos puntuales, obligan al equipo de Lucas Alcaraz a jugar siempre en el alambre y más en estos partidos con los de abajo, que siempre valen doble.

Con esto de las rotaciones es complicado saber si primará el estado de forma, porque en este caso lo normal es que Gorosito y Kecojevic vuelvan a formar la dupla del centro de la defensa. Son ahora mismo los más en forma y si los laterales no la pifian, como ha ocurrido en los últimos goles encajados, su fiabilidad es máxima. Pero, sobre todo el argentino, llevan mucha carga y Alcaraz tiene a Arroyo de refresco, al no haber sido utilizado en los dos últimos partidos. Lo mismo pasa en los laterales. Lo normal es que jueguen Alberto Benito y Fran García, y miedo da, para que nos vamos a engañar.

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En el centro Erice y Silvestre sería lo normal, mientras que arriba regresará Zozulia. Por detrás, varios hombres con posibilidades, quizás los más frescos son Pedro Sánchez, Chema Núñez y Dani Ojeda. El que no estará seguro es Maikel Mesa, por acumulación de amonestaciones, cuatro que ha visto con el Albacete y una que arrastraba de la primera parte de la temporada con la UD Las Palmas. Siguen siendo bajas Sergio Sánchez y Querol. El central lleva toda la semana entrenando con el grupo, pero ni para el enfrentamiento con Las Palmas ni para el viaje a Santander, el entrenador considera que el jugador está ya en condiciones de, al menos, estar en el banquillo y sigue apareciendo en la lista de lesionados junto a un Querol del que nada se sabe sobre el estado de su lesión.

El tiempo de recuperación ha sido poco, pero luego vienen cinco días hasta el siguiente encuentro, por lo que sería normal que Alcaraz arriesgue un poco, como hemos dicho, con esos jugadores que están ofreciendo un buen rendimiento porque los tres puntos en juego son de vital importancia.

En Santander todavía creen en las matemáticas. La realidad luego suele ser más cruel, porque la diferencia es abismal respecto a esa línea que se marca en los 50 puntos. Además, José Luis Oltra tiene muchos problemas con las bajas, la última la de Enzo Lombardo, de gravedad. Tampoco estará el goleador Álvaro Cejudo, que ya lleva fuera dos jornadas, ni el conocido Kitoko, sancionado. En la plantilla cántabra, hay otro ex del Alba, el centrocampista Mario Ortiz.

Oltra espera dedicarle el triunfo a Lombardo, pero tiene claro que la situación es crítica y que además están fallando precisamente con los rivales de la zona baja. El técnico llegó a comentar que parece que a los suyos les puede la presión en estos encuentros y seguro que no va desencaminado.

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El colegiado de este encuentro previsto para las 21:45 horas del sábado será el guipuzcoano Aitor Gorostegui Fernández Ortega, que este año ha pitado al Albacete dos veces, ambas fuera de casa, ante la Ponferradina (1-1) y ante el Oviedo (3-1). Encargado del VAR estará el otro vasco, en su caso vizcaíno y debutante este año en Segunda, González Esteban.

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A continuación mostramos infografía detallada con las estadísticas de ambos equipos y sus enfrentamientos históricos en los Campos de Sport de El Sardinero: