El Albacete inicia este martes los entrenamientos ya con la mirada puesta en el arranque de la temporada 2020-21, que volverá a estar marcada por el covid y las medidas sanitarias que, de momento, mantienen fuera de los estadios a los aficionados. Con las particularidades de unas exigentes normativas y los problemas que podría causar un contagio, regulados más claramente que en el final de la pasada campaña para evitar los problemas que hubo con el Deportivo-Fuenlabrada, el cuadro manchego vuelve a partir con la modestia habitual de ser uno de los equipos de la parte media-baja cuyo objetivo principal es la permanencia.
La gran temporada realizada en la 2018-19 subió el nivel de exigencia, algo que no se vio correspondido con la plantilla que se formó. Demasiadas carencias, demasiadas lagunas, que acabaron pasando factura al técnico Luis Miguel Ramis, que de llevar al Alba al play-off de ascenso fue despedido con la sensación durante toda la temporada de haber perdido la sintonía que debe existir entre club y técnico. Es precisamente lo que ha hecho que Lucas Alcaraz, su sustituto, fuera renovado. El técnico granadino supo sacarle jugo a una plantilla descompensada y hundida. Con la pandemia, el largo parón y una gran dosis de sufrimiento, el Albacete logró mantener la categoría y volverá a competir en una temporada en la que el covid también atacará en lo económico, con muchos menos ingresos y la obligatoriedad a ajustarse al nuevo escenario que ha provocado un mercado que se inició con muy pocos movimientos, pero al que todavía le queda casi de mes, pues cerrará el 5 de octubre.
El Albacete arranca la competición visitando el campo de un recién descendido de Primera, el RCD Espanyol. Un partido previsto para la noche del sábado que habrá que ver por televisión ya que de momento la afición sigue sin poder acudir a los estadios. A pesar de que la situación sanitaria pasa por momentos complicados, son muchas las cosas que se pueden hacer, como conciertos, corridas de toros y otros eventos, mientras que de momento no se puede ir al fútbol, quizás porque seguramente no sería posible hacerlo en todos a los campos, a tenor de la situación más complicada en algunas provincias, y sería darle ventaja al que pudiera contar con el aliento de su gente frente a los que seguirían jugando con su campo vacío y en silencio.
Para afrontar la temporada el Alba ha realizado diversos movimientos durante este último mes, principalmente a la hora de incorporar jugadores jóvenes con proyección de Segunda B. es el perfil que quieren tanto la entidad como Lucas Alcaraz, jugadores con la ambición de llegar a Primera y que por ello no escatimarán esfuerzos en la oportunidad que se les presenta de jugar en Segunda División.
Del club salieron los jugadores cedidos, caso de Brazao (que ahora está cedido en el Real Oviedo), Sergio Sánchez, Querol, Maikel Mesa, Chema Núñez, Dani Ojeda y Álvaro Jiménez, aunque este último está de regreso tras haber rescindido con el Getafe. Acabaron contrato Diego Barri, Jon Erice y José Antonio Caro, mientras que ya se han marchado, a pesar de tener contrato, Néstor Susaeta y Javi Acuña. El siguiente en salir puede ser Pedro Sánchez y tampoco está claro lo que ocurrirá con algunos de los cedidos que está de vuelta como Ángel Moreno o Jean Jules Mvondo. Los cedidos con los que parece contar Lucas Alcaraz son Alfredo Ortuño y Álvaro Peña, mientras que el canterano Miguel Ángel Gómez formará parte, seguramente, de la primera plantilla ya de forma definitiva tras dos años como ‘becario’.
Siguen de la pasada campaña Tomeu Nadal, Alberto Benito, Álvaro Arroyo, Iván Kecojevic, Fran García, Diego Caballo, Eddy Silvestre, Karim Azamoum, Manu Fuster y Roman Zozulia, además del referido Pedro Sánchez, que como decimos está en la rampa de salida. Está por resolver la situación de Gorosito. El jugador llegó hace ya meses a un acuerdo verbal de renovación, pero la situación económica provocó un replanteamiento y el nuevo contrato parece que no está firmado, mientras que el jugador se recupera de la lesión sufrida en el tramo final del campeonato, tras regresar y tener un papel relevante en los partidos que pudo disputar. La situación está muy en el aire y la intención del club de fichar otro central puede ser consecuencia de ello.
Respecto a los fichajes realizados hasta el momento, siete son los realizados por el director deportivo Mauro Pérez, uno de ellos el ya referido Álvaro Jiménez, ahora en propiedad del Albacete con un contrato por dos temporadas. También en propiedad han llegado Nahuel Arroyo, extremo procedente de la UD Llagostera, David del Pozo, mediocentro que llega del Internacional de Madrid, Bernabé Barragán, portero del Nástic de Tarragona, y Liberto Beltrán, otro extremo que llega desde el Betis tras haber jugado cedido las dos últimas temporadas en Lleida Esportiu y Cultura Leonesa. Cedidos han llegado hasta el momento Javi Jiménez, central procedente del Valencia, y Carlos Isaac, un lateral diestro traspasado del Atlético de Madrid al Deportivo Alavés, que lo ha mandado para foguearse en Segunda con el Albacete.
Obviamente se ven todavía algunas carencias en la plantilla, sobre todo en la zona medular, en la creación, así como en uno de los grandes problemas de la temporada pasada, el gol. A pesar del regreso de Ortuño, tras hacer un buen puñado de goles en el Oviedo, la situación no parece haber mejorado mucho, al menos tras lo visto en una atípica y corta pretemporada. No se pudo jugar el primer amistoso previsto contra el Levante por un positivo en un jugador del conjunto valenciano. Luego se empató con el Castellón (1-1) con gol de penalti de Manu Fuster y se ganó al Rayo Majadahonda de Segunda B (2-0), con goles de Manu Fuster y Karim Azamoum, en partidos disputados en la Ciudad Deportiva. El último test fue en el Carlos Belmonte frente al Leganés, el pasado sábado, con un empate sin goles.
La situación hace que la temporada arranque con casi un mes de margen para que las plantillas hagan sus retoques y seguramente vayan a ser muchos porque el mercado se ha ido moviendo muy lentamente y seguro que las últimas dos semanas van a ser frenéticas. Veremos los movimientos que realiza un Albacete que ha buscado rejuvenecer su plantilla y apostar por jugadores de proyección y, como se suele decir, ‘con hambre’. Hasta ese momento habrá que pelear con lo que hay y el primer envite no se presenta fácil ante un Espanyol con muchos jugadores de Primera, aunque ya se sabe lo complicado que es el descenso y el peaje que suelen pagar los equipos de Primera.