El Albacete juega este lunes a las 19 horas frente al Mirandés, en la que será la última jornada del 2020, un año para olvidar en tantas y tantas cosas, incluido lo deportivo. El equipo de Alejandro Menéndez quiere agarrarse a un último hilo de vida. La salvación cada vez está más lejos, pero lo peor no es eso, sino la sensación de equipo defenestrado que deja el Alba en cada partido que disputa.
Oír hablar al entrenador ya provoca pesimismo. El ‘agitador’ con ‘mucho contenido’ ha dirigido ya dos partidos, uno de Liga y otro de Copa ante un rival de inferior categoría, y lo cierto es que se ha visto lo mismo, y lo mismo es un equipo incapaz, frágil, bloqueado y sin gol. Si alguien busca algún argumento capaz de abrir una puerta a la esperanza, no se encuentra por ningún sitio. Pensar incluso que en el mercado invernal puede estar la salvación es de ilusos, toda vez que, para un club modesto, con el limite ajustado y sin capacidad económica para hacer grandes dispendios lo único que le queda para fichar son jugadores en paro o que no juegan en sus respectivos equipos. Pensar que este tipo de jugador va a traer la salvación es una utopía.
Imagino al director deportivo Toni Cruz llamando a la puerta de jugadores del Elche, del Levante, del Alavés o el Valladolid que no tienen minutos en sus equipos, pero que están en Primera, ofreciendo un contrato de mínimos y un equipo que marcha colista de Segunda. Porque claro, lo que necesita el Alba son jugadores que vengan a mejorar lo que hay, no esos que Mauro Pérez se sacaba de la chistera de los Kabchi como Robert Ergas o este año Emiliano Gómez que son un insulto para la larga lista de canteranos, de los de verdad, de los que empiezan en infantiles o cadetes, que se han tenido que buscar la vida en otros sitios, mientras que a estos se les relegan los minutos que a ellos se les negaron.
A todo esto, el año se despide en Anduva, un campo donde si te despistas “estás muerto”, según dijo Alejandro Menéndez. Pues nada, teniendo en cuenta los errores un día sí y otro también que tiene el equipo a nivel de concentración defensiva, ser optimistas de cara a este encuentro es un auténtico acto de fe. Cosas más raras se han visto. Incluso algún delantero de Alba podría meter un gol, porque el técnico se ha llevado a un Diego Vargas que está ofreciendo cosas interesantes en el filial y no tendrá el bloqueo mental que tienen sus compañeros.
Ojalá Vargas aparezca para recuperar el gol perdido, pero que luego no nos quieran engañar con eso de que es un “canterano”, que Vargas es onubense, se formó en el Recreativo de Huelva, donde debutó con 17 años en Segunda B, y ahora, con 22 años, fue fichado en el mes de enero de este 2020 por el Albacete para su filial procedente del Salamanca B, en Tercera División.
Por si las dosis de optimismo de cara al partido ante el Mirandés son pocas, Menéndez no podrá contar con el único jugador que domingo tras domingo muestra cosas diferentes, Álvaro Jiménez, sancionado con tres partidos tras su expulsión en Castellón. Tampoco estará el ucraniano Zozulia, huérfano de Tejero, pues se le apagó la luz cuando el canterano del Real Madrid dejó de ponerle balones de oro para recibir mandarinas y melones. También sancionado está Karim Azamoum, por acumulación de tarjetas, mientras que una jornada más sigue de baja Javi Jiménez. El que ha vuelto a entrar en la convocatoria es Javi Navarro, pero ni se operó de la hernia, por lo que el problema sigue ahí, ni juega desde el 11 de octubre, por lo que obviamente, aunque sería el relevo natural para Álvaro Jiménez en la banda derecha, lo normal es que no sea titular. Ahí tiene un problema Menéndez, con pocas opciones. Una puede ser Liberto a pierna cambiada o hasta Alberto Benito jugando de extremo. En el centro Jean Jules, Diamanka y Silvestre se juegan los dos puestos de mediocentros y lo normal es que Ortuño sea titular, sin descartar la sorpresa de Vargas, con Fuster y Peña intercambiado posiciones en la segunda línea. En la defensa, lo normal sería ver a Arroyo, Kecojevic, Gorosito y Fran García, pero vaya usted a saber.
(Pulse sobre la imagen para verla a mayor tamaño)
El Mirandés podría ser un reflejo perfecto en el que mirarse. Club modesto, como el Albacete, ha tirado del mercado de Segunda B, pero ha tenido buen ojo en sus adquisiciones, no como el Albacete, y ahí están sus resultados. Está metido cerca del playoff de ascenso, con 16 puntos más que el Alba y con la intención de redondear su buena campaña con un triunfo con el que comerse los turrones pensando que el objetivo de la salvación está bien cerca.
José Alberto no puede contar con Javi Jiménez, lateral zurdo que está sancionado, y la gran novedad es la entrada en la convocatoria de Mario Barco, jugador que no ha podido debutar esta temporada por una lesión y que podría tener sus primeros minutos frente al Albacete. El navarro fue precisamente el autor del gol que sirvió a los burgaleses para compensar el tanto marcado por Dani Ojeda en la última visita a Anduva del conjunto manchego, que acabó con el resultado de 1-1.
(Pulse sobre la imagen para verla a mayor tamaño)
El colegiado del encuentro será el murciano Rafael Sánchez López, debutante esta temporada en Segunda y que ya dirigió a los manchegos en la cuarta jornada, en el Belmonte frente al Oviedo, partido que acabó 1-1 con gol de Diamanka, que debutó ese día. El trencilla dirigió al Albacete en otras ocasiones más; ambas en la campaña 2016-2017 en Segunda División "B" y que se corresponden con el partido de Copa del Rey Albacete Balompié 2 - Real Unión de Irún 1, y aquel agónico Albacete Balompié 2 - Atlético Baleares 1 del Play-Off de ascenso a Segunda "A". A cargo del VAR estará el gallego Muñoz Ruiz.
Dónde Verlo y Escucharlo:
