Es un partido no apto para patinazos y dos equipos, Girona y Albacete, pretenden mantener el equilibrio. Los locales se encuentran en los flecos de las faldas de la promoción de ascenso y, un nuevo descuido más podría suponerles el descolgarse definitivamente después de una temporada llena de altibajos para los gerundenses.
Los catalanes, tras no conseguir la campaña pasada el regreso inmediato a Primera División después de descender en la anterior, sufren en esta el síndrome del equipo que lo apostó todo al ascenso por la vía rápida el año anterior y cuyas alegrías económicas pueden pasar factura si no ahora si en la confección de su próxima plantilla si en esta no consiguieran regresar a la máxima categoría.
El Albacete, por su parte, víctima de la desastrosa planificación deportiva de los dos últimos años, busca puntos a la desesperada para reforzar su moral, recompuesta tras el buen encuentro y triunfo ante el Cartagena del pasado lunes, y también para dar un paso más en su objetivo de salir de los puestos de descenso. Algo que se antoja plausible después de una jornada sabatina propicia en la que ninguno de sus rivales directos consiguió la victoria.
Si hubiera cinco puntos en juego los dos equipos necesitarían sumarlos, pero, para el Albacete un empate en Montilivi podría ser hasta bueno siempre que en el partido del próximo miércoles ante el Castellón se consiguiera el triunfo.
Por primera vez desde que llegó al conjunto blanco, Alejandro Menéndez no tendrá a ninguno de sus efectivos en la enfermería, y tan solo Jean Jules, que vio la quinta amarilla ante el Cartagena, y Pape Diamanka, cedido por el Girona y en cuyo contrato incluye la celebérrima cláusula del miedo no han viajado a tierras catalanas.
Si lo ha hecho Nico Gorosito, tras cuatro jornadas ausente por distintas molestias físicas y que, tal y como comentaba el técnico albacetense en rueda de prensa podría disponer, si fuera necesario, de algún minuto, aunque no es lo más probable ya que no se quieren correr, de cara al final del campeonato, más riesgos con un defensa determinante como lo es el argentino.
Una de las claves de la victoria del Albacete en su último partido liguero ante el Cartagena fue la presión en la salida del balón que, por mediación de sus dos puntas Roman Zozulia y Alfredo Ortuño, impuso al conjunto de la ciudad departamental. No parece, sin embargo, que esta vaya a ser la apuesta de Menéndez para este encuentro, pues tal y como recordaba en la previa: “no todos los equipos juegan igual. A lo mejor el Girona tiene un inicio de juego en muchos momentos más directo por lo tanto las secuencias de partido ya no son en ese bloque tan alto sino más en el bloque medio”.
De esta forma lo más normal es que el preparador asturiano realice un mínimo ajuste en la parte de arriba y el ucraniano pueda dejar su puesto para Cédric en la banda y Fuster realice las tareas de mediapunta en las que se muestra más activo y peligroso.
Por lo demás, no se esperan sorpresas ni en la zaga, donde Carlos Isaac y Fran García en los laterales acompañarían a Kecojevic y Boyomo y, mucho menos en el mediocentro donde Eddy Silvestre y Dani Torres son los únicos disponibles al coincidir las ausencias de sus dos relevos naturales Diamanka y Jean Jules.
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El Girona del ex-albaceteño Francisco Rodríguez, llega a esta partido con dudas y bajas sobre todo en defensa. Los centrales titulares Santi Bueno y Bernardo Espinosa se perderán el partido por sanción, y el técnico local tan solo cuenta con un futbolista específico en esa demarcación como es Juanpe Ramírez. Esto podría hacer que el míster almeriense abandonara la línea de 5 atrás que ha venido empleando en los últimos encuentros y recuperara bien el 4-3-3 o el 4-4-2. Sin embargo el andaluz no quiso dar pistas y en la previa afirmaba “tener alternativas para jugar con línea defensiva de dos o tres centrales”.
Tampoco estará el centrocampista panameño Yoel Bárcenas convocado por su selección. Por contra, Francisco si que recupera a otro viejo conocido de la parroquia albaceteña, el matador de Tala, Cristian Stuani que después de perderse el partido ante Las Palmas se recuperó finalmente de los distintos problemas físicos que arrastraba en las dos últimas semanas y previsiblemente acompañará en el ataque al senegalés Mamadou Sylla, futbolista que ha anotado en los dos últimos encuentros.
A pesar del, en principio, gran potencial ofensivo de los de Montilivi, sus números como local no son para tirar cohetes ya que en 15 encuentros tan solo han anotado 11 goles y sumado 22 de 45 puntos; menos de la mitad de los puestos en juego.
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El colegiado de la contienda será el madrileño David Gálvez Rascón, que con 39 años debuta este año en la categoría. Esta será la octava vez que dirija al Albacete Balompié, y la tercera en esta temporada que esperemos sea más propicia que las dos anteriores, ya que hay que recordar que Gálvez Rascón, dirigía precisamente el Albacete 0 – Girona 2 de la primera vuelta y, el Albacete 1 – Las Palmas 1 y en ambos encuentros decretaba vía VAR sendas penas máximas en contra de los intereses blancos cuanto menos discutibles.
El balance total del trencilla con el Albacete es de dos victorias, dos derrotas y tres empates. Por su parte al Girona tan solo lo dirigió en ese encuentro ante el Alba el pasado mes de diciembre y que supuso el cese de López Garai como técnico de los manchegos. En el VAR estará el tinerfeño Daniel Trujillo Suárez.
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