No va más. La ruleta de la fortuna o la rusa, elijan Vds. la variante del juego que más les guste, ya no otorga más números u oportunidades, ni al Rayo Vallecano en su lucha por afianzarse en los play-offs de ascenso ni, especialmente, al Albacete en su casi imposible misión por salvar la categoría.

Si los albaceteños quieren estar en Segunda División la próxima temporada, no tienen otra solución que ganar en Vallecas. La empresa se antoja, cuanto menos, complicada. Hay que tener en cuenta que los madrileños no están como para regalar y, los números del Alba fuera del Carlos Belmonte, con once derrotas en diecisiete encuentros, no dan motivos para confiar sino más bien para todo lo contrario.

Sin embargo nunca es tarde, podría ser la fecha exacta, el lunes idóneo tras los medianamente propicios resultados para los intereses de los de Alejandro Menéndez que se dieron durante el fin de semana. El encuentro ante el Rayo podría significar el renacer de la esperanza en un equipo que marcha a la deriva durante todo el campeonato, y que si consiguiera el triunfo podría ponerse nuevamente a menos de dos encuentros, cuatro puntos, de los puestos que marcan la frontera entre la gloria y el infierno.

Pero, para que aquí comenzase un milagro blanco, tendrían que darse varias circunstancias. Primera, que el Rayo Vallecano continuara mostrando ese talante que ha venido exhibiendo a lo largo de la temporada en el Estadio de Vallecas, es decir, el de un equipo irregular, con poco acierto de cara a gol, que habitualmente sufre para sacar sus encuentros y que cuando lo hace es, normalmente, por la mínima.  Segunda, que todos los miembros de la plantilla albaceteña se olvidaran por unas horas de la posición del equipo en la tabla, que se dejaran en el vestuarios esos nervios y ansiedad que les atenazan y les fuerzan a cometer errores groseros y, tercera, que este Alba encontrase la forma de batir al meta macedonio Stole Dimitrievski, no ya con fútbol vistoso, ni tan siquiera fluido, sino aprovechando cualquier rebote, cualquier error rival o cualquiera de las segundas jugadas que habitualmente son capaces de generar los visitantes en el estadio vallecano.

El tópico de una final adelantada puede ya cansar a la afición albaceteña. Este equipo ya ha jugado demasiadas finales este año y ha perdido casi todas, una derrota, esta vez sí, mandaría a los blancos a sus cuarteles de invierno (más bien de verano) con el único objetivo de planificar la siguiente temporada en la tercera categoría del fútbol español. Una victoria significaría solamente continuar adelante a través de un camino todavía lleno de obstáculos, algo que tal y como están las cosas, sabría casi a gloria. Al margen hay que dejar otra veleidades, como el buen trabajo en el campo, o las capacidades de competir con cualquier del equipo. A estas alturas lo único que interesa son los tres puntos. No hay otra.

Y para conseguirlo, los manchegos van a tener enfrente a uno de esos equipos que, aunque irregular, es complicado. Capaz de volver loco a cualquiera si sus peones, que son muchos y muy buenos, actúan a un buen nivel. Andoni Iraola le ha cambiado la cara a los rayistas este año y eso de salir a ver que pasa no entre en la mentalidad de los franjirrojos que intentarán ganar la batalla en el centro del campo para, desde esa zona, buscar las espaldas a la defensa blanca.

Alejandro Menéndez, que sabe de esas intenciones por parte del rival, podría aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para reforzar su medular quitando al delantero que más oposición encuentra incluso en un Vallecas vacío, el ucraniano Roman Zozulia y dando entrada en el once a un Jean Jules que tendría la oportunidad de reivindicarse ante el equipo en el que se formó en categorías inferiores.  Tampoco extrañaría ver a Eddy Silvestre en la grada, ya que el nivel y actitud mostrados en los últimos encuentros por el hispano-azerí no han sidos los mejores.

Cédric, que arrastraba dos tarjetas amarilla de su estancia en el Real Oviedo en la primera vuelta y ha visto otras tres con el Albacete en los escasos 294 minutos que ha disputado con los blancos, se perderá este encuentro por sanción. Por su parte Diego Caballo, diagnosticado de Covid-19 durante la semana será la segunda baja albaceteña en Vallecas. El resto de la plantilla descansa en Madrid desde que, por autobús, llegaran a la capital de España en la tarde-noche de este domingo.

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El Rayo, que durante toda la temporada ha estado de manera continuada en puestos de Play-offs, observa como los rivales están al acecho aprovechando los fallos que los madrileños han tenido en los últimos encuentros. Estos errores han llevado a los madrileños a ceder puntos ante rivales en teoría propicios como Mirandés o Logroñés. Por lo que vallecanos encaran este encuentro con la necesidad de seguir defendiendo sus aspiraciones de luchar por el ascenso y con la intención de no dejar escapar un punto más del feudo vallecano.

Iraola recupera a casi todos sus efectivos de cara al partido ante el Albacete. Fran García, cedido por el Real Madrid, Emiliano Velázquez y Óscar Valentín estarán a disposición del técnico guipuzcoano y solo el argentino Leonardo Ulloa, con una lesión en el cuádriceps que le tendrá apartado varias semanas, es baja.

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El colegiado encargado de dirigir la contienda será el riojano Daniel Ocón Arráiz. Todo un veterano que, cerca de los 41 años, completa con esta su décima temporada en Segunda División, undécima en el fútbol profesional ya que pasó de manera fugaz por la primera hace cuatro campañas. En todo este tiempo y aunque en esta campaña solo ha visto al Alba desde la sala VAR, el trencilla nacido en Logroño ha dirigido al conjunto blanco en doce encuentros ligueros y en otras dos ocasiones en Copa del Rey. El bagaje total es de cuatro victorias albaceteñas, cuatro empates y seis derrotas.

Al Rayo Vallecano le ha dirigido justo la mitad de veces, todas ellas en Liga, y con un balance mucho más equilibrado: dos victorias rayistas, tres empates y dos derrotas. A los madrileños si que les ha arbitrado un encuentro esta temporada: el Rayo – Cartagena (0-0) de la jornada 15.

En el VAR estará el asturiano Víctor Areces Franco.

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