Conforme va avanzando el verano y se aproxima la fecha del inicio de las competiciones futbolísticas, más evidente resulta el grado de chapuza e improvisación que la Real Federación Española de Fútbol ha seguido en la planificación y creación de las nuevas categorías Primera y Segunda RFEF, y desde luego no se le puede disculpar por falta de tiempo ya que hasta un año ha tenido el ente presidido por el ínclito Luis Rubiales para establecer como serían estas dos nuevas competiciones.

Detalles como los que vamos a enumerar dejan bien a las claras el torpe proceder e imprevisión de la que hablamos por parte de los órganos federativos:

Elaboración del Calendario (será asimétrico pero nadie lo ha confirmado)

En la mañana del pasado viernes la Real Federación Española de Fútbol hacía pública la Circular número 9 correspondiente a la Temporada 2021/2022 en la que anunciaba los detalles sobre como serán los sorteos del calendario de Primera RFEF, Segunda RFEF (Segunda División B), y Primera y Segunda División Femeninas que tendrá lugar el próximo martes en el caso de las competiciones masculinas y el miércoles para los campeonatos de féminas.

A tenor de lo que recoge dicha circular, que habla de que se escogerá por sorteo “uno de los 100000 calendarios posibles”, intuimos que, a diferencia de lo que ocurría en la Segunda División B hasta la temporada pasada, el calendario para esta nueva competición seguirá el esquema asimétrico que se utiliza en Primera y Segunda División A. Y decimos que intuimos porque, aparte de que nada se ha dicho o publicado la respecto,  las “Normas reguladoras y bases de competición de Primera RFEF” para la temporada 2021/2022 tampoco indican nada de que el calendario vaya o no a ser asimétrico.

Categoría inexistente en la propia reglamentación federativa

Aprobado el 15 de junio de 2021 por el Consejo Superior de Deportes, es decir hace apenas un mes, el Reglamento General del ente federativo no menciona en ninguna de sus 240 páginas las categorías Primera RFEF o Segunda RFEF y sigue hablando de una Segunda División “B”, que en otros documentos (como la Normas Reguladoras comentadas anteriormente) equipara exclusivamente a Segunda RFEF. Es decir la Federación deja fuera de su reglamento dos categorías que ella misma ha creado y que según ese Reglamento General no existen ni siquiera para decir que tipo de jugadores pueden disputarlas, asignarles colegiados o crear comisiones mixtas que aseguren su funcionamiento democrático.

Concurso de comercialización de derechos de TV apresurado e incumpliendo requisitos de competencia

Además de lo que ya comentábamos en nuestro artículo del pasado miércoles, relativo al nulo periodo de tiempo que habrá entre la resolución del concurso y el inicio de la competición y que no dará tiempo material al operador que resulte elegido a la comercialización y publicitación del producto;  la semana pasada la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) hacía público un informe, que si bien se elaboró el 6 de julio, es decir, justo antes de la Reforma “ad hoc” del Real Decreto Ley que el Gobierno aprobó el pasado día 13 y que le da de facto a la RFEF la capacidad de comercialización conjunta de los derechos audiovisuales, señala el incumplimiento por parte de la RFEF de algunos aspectos establecidos en el citado Real Decreto.

Entre otros asuntos, la CNMC considera que la RFEF deberá:

• Eliminar derechos de comercialización que no tiene reconocidos (esto después de la reforma del Real Decreto quedaría ahora sin sentido al otorgarle dicha reforma poderes de facto a la Federación).
• No incluir oportunidades y obligaciones comerciales relativas a la publicidad que no se encuentran amparadas por la norma jurídica de aplicación y que resultan injustificadas y contrarias al principio de libertad de empresa.
• No incluir las reservas de derechos, derechos no exclusivos, derechos incluidos, derechos reservados, otros derechos, etc., que no se justifican.
• Reformar aquellos aspectos señalados en el informe contrarios a los principios de publicidad, transparencia, competitividad y no discriminación en el proceso de adjudicación de los derechos.
• Eliminar restricciones técnicas que pretenden ofrecer un producto de inferior calidad y que no se justifican suficientemente.

Falta de consenso con los clubes participantes. ProLiga impugna las Bases de competición

Por si todo lo comentado en los apartados anteriores fuera poco, ProLiga, asociación que engloba a cerca de 250 clubes de fútbol no profesional y destinada a defender los intereses de los mismos y de las competiciones que estos disputan, se dirigió el pasado 8 de Julio al Consejo Superior de Deportes solicitando la impugnación de las bases de competición elaboradas por la RFEF para la Temporada 2021/2022 y en las categorías: 1ª RFEF, 2ª RFEF y 3ª RFEF.  

Según la patronal del fútbol no profesional, las Bases de Competición incluyen unos requisitos obligatorios de casi imposible cumplimiento para un porcentaje altísimo de los clubes. Entre estos requisitos se encuentran algunos como:

• Hierba natural, cuando existen multitud de campos municipales.
• Condiciones de iluminación profesional de altísimo coste económico.
• Aforo (Hasta 3.000 espectadores en 2ª RFEF y 4.000 en 1ª RFEF, con gradas perimetrales).
• Presupuestos mínimos (Hasta 80.000 € en 3ª RFEF, 400.000 € en 2ª RFEF y 1.500.000 € en 1ª RFEF).
• Salarios mínimos, sin haberse producido negociación alguna con los Clubes.
• Avales
• Publicidad obligatoria.
• etc.

El incumplimiento de estos requisitos por parte de los clubes podría suponer su expulsión de la competición.

Además, desde ProLiga también se señala lo que comentábamos anteriormente: ninguna de las tres categorías está actualmente reconocida por el Reglamento General de la RFEF.

Todo lo anterior evidencia que, lejos de conseguir su objetivo inicial para alcanzar un nivel de profesionalización adecuado, la reforma de la RFEF ha conseguido crear más caos, incertidumbre, improvisación y dar a esta Primera RFEF todavía si cabe una sensación de “amateurismo” mayor que la que tenía la extinta Segunda División B, al menos en lo que se refiere a temas organizativos.