Rubén de la Barrera: "Ellos dispararon a portería dos veces en todo el partido"

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Rubén de la Barrera analizaba el encuentro ante el Andorra señalando que: "creo que ha habido tres momentos totalmente diferenciados. En los primeros 20 minutos el único momento en el que estábamos ajustados era cuando el balón estaba en su portero. Defensivamente obligábamos a llevar el partido a ese tres contra tres que pretendían arriba y eso nos forzaba a defender en espacios abiertos y, en ese tiempo, el equipo no ha estado bien; precisamente porque tras recuperar balón pretendíamos ir muy rápido; ellos salen con mucha gente y lo normal es que, si ellos acumulan mucha gente atrás y tu robas muy abajo, el balón va a volverle a ellos con lo que van a volver a atacarte y eso no lo gestionamos bien. Queríamos correr mucho, no gestionamos bien el balón y a partir de ahí pues nos costó. También diré que ellos disparan a portería dos veces en todo el partido".

"Luego un segundo periodo, -proseguía De la Barrera-, "el que se produce antes de la expulsión y justo con el inicio de la segunda parte en dónde estuvimos realmente bien. Más allá del gol a favor creo que generamos seis superioridades por dentro; les estábamos haciendo daño con Manu, Fran y Rubén principalmente y a partir de ahí llegábamos claro por fuera. Se produce el gol y, tras el gol ocurre la expulsión de Sergi. Treinta y cinco minutos ante un equipo en el que la quiere todo el mundo, que tiene personalidad y que la juega, en ese periodo tan largo de tiempo el equipo dio muestras de lo que es, es decir, no concedió absolutamente nada. Lógicamente está todo el factor de todo ese tiempo que hay que jugar con uno menos y el equipo se multiplicó para evitar que todo lo que construían desde espacios cercanos a portería acabase en disparos . Victoria, en definitiva, muy importante y con tres momentos muy diferenciados. Lo que hay que atender es que en esos 10-15 minutos iniciales hay que hacemos con el control y jugar. Espero que este tipo de partidos en los que el equipo sale reforzado por su esfuerzo, te empujen a soltarte y a jugar y a tener mucho más peso con balón del que tuvimos".

Cuestionado por si no había habido excesivos nervios en el equipo, con entradas a destiempo, incluso de veteranos como el propio Sergi Maestre, De la Barrera indicaba que: "estuvimos desajustados, lógicamente si planteamos el partido, de entrada, para incomodarles y presionarles arriba y asumir riesgos porque quedaban tres nuestros y tres de ellos. Un mal salto, una intervención con el balón a destiempo o que un jugador de ellos supere a uno tuyo eso le posibilita ventaja al equipo que la tiene. A partir de ahí, si es cierto que había situaciones de duelo en esos 15-20 minutos en dónde podíamos haber defendido sin falta y nos llevamos amarillas en situaciones en dónde ellos estaban de espaldas y la pelota estaba muy lejos; creo que lo podíamos haber defendido de otra manera. Curiosamente defendiendo con diez jugadores y llegando en tiempo y en forma, el equipo defendió sin faltas y no se siguió cargando de tarjetas. En cualquier caso son escenarios totalmente diferentes, yo la conclusión a la que llego hoy es que, por un lado, el equipo cuando se compromete no concede. Tiene que comprometerse con once, con diez o con los que sean y, por otro lado, y en eso tenemos que dar un paso, es en soltarnos, en jugar y hacernos dominadores con balón a sabiendas de que el partido de hoy sabíamos que iba a tener ratos. El de ellos los primeros 20 minutos claros, sin generar pero con balón y eso puede infundir cierto nerviosismo aunque no pase nada y, en el inicio de la segunda parte justo hasta la extensión de Sergi Maestre creo que estábamos muy pero que muy bien".

Tardó un tiempo el técnico gallego del Albacete en reforzar la línea defensiva al pensar que con cuatro futbolistas en la zaga era suficiente, algo sobre lo que tuvo que recapacitar:  “justo tras la expulsión lo que no queríamos era hundirnos y, por cómo estaban organizados, entendíamos que con una línea de cuatro podía ser suficiente, más una línea de tres y de dos que no se descosiera o abriese y que no les permitiese progresar por dentro, llegar por fuera y, a partir de ahí, tener que defender mucho centro lateral. Con los movimientos de ellos con los cambios acumulan más gente por dentro y ahí sí que se nos obliga a meter a un tercer central, a reforzar ese porque por ahí ellos tienen gente ágil, dinámica y buenos conductores. Todas esas acciones de paredes, de giros o de recepciones había que defenderlas para poder llegar a los de fuera bien ajustados: que no sacaran centros y que desde ahí nadie se desmarcase a la espalda de nuestro lateral. Creo que lo interpretamos e hicimos muy bien, y ante cualquier equipo siempre jugar con 10 te obliga a un esfuerzo máximo pero, ante este tipo de equipos que tienen muchos criterios y conocimientos, lógicamente ya no solo el esfuerzo sino también otra cantidad de conceptos que tienes que manejar pues el equipo lo hizo bien. Muy contento por ahí y menos contento por lo que quiero para este equipo que, en el momento en el que tu juegas en igualdad o en superioridad numérica juegue, se suelte y tenga mucho fútbol. Eso pasa por ganar, generar confianza y poco a poco ir acercándose a aquello que queremos ser".

La victoria ante el Andorra sirve para resarcirse de alguna forma tras el varapalo recibido ane el Atlético Baleares: "es así, estamos viendo que le gusta a todo el mundo ganar, grandes rendimientos en casa y fuera de casa y nadie regala nada porque nada es gratis y todo cuesta. Sabíamos de la dificultad que entrañaba el partido. Hemos estado muy bien en ese escenario; me hubiese gustado que la segunda parte, desde ese inicio al gol, se hubiese prolongado en once contra once porque creo estábamos haciendo daño de verdad . Por otro lado, ya en pretemporada nos habíamos quedado con diez. Tuvimos esa experiencia y eso llevado a un partido de competición con lo que te mueve y te exige el Andorra, el equipo demuestra lo que es: compacto, férreo. Cuesta generarle ocasiones; ellos no han tirado a portería salvo en dos momentos. Tanto 11 contra 11 como 11 contra 10. Me reitero, este equipo necesita parecerse a aquello que, durante varios momentos, pretendemos y que es que domine, someta y juegue en campo contrario con continuidad y no a ráfagas y de manera discontinua. Eso es lo que queremos hacer, controlar el partido desde la buena posesión de balón".

Los aficionados que en más de 5.000 se acercaron este sábado al Carlos Belmonte fueron claves en ese saber sufrir final que tan bien interpretó el Alba: “la afición se fue metiendo en el pellejo del equipo, fue apoyando y arropando y, con diez su presencia y su aliento hace que cuando no te da la "caja" y las piernas, ese empujón se note. Parecido al día del Castellón pero multiplicado desde el momento en que te quedas con diez. Eso es fundamental e importante y a ver si somos capaces de conectarnos desde un primer momento hasta el final porque aquí tenemos que hacernos muy fuertes y que no se escape nada".

Hoy se vio a Manu Fuster iniciar el encuentro partiendo desde banda izquierda para luego pasar al centro, preguntado De la Barrera sobre qué versión le gustó más del valenciano, De la Barrera destacaba que: "partía del mismo lugar pero es verdad que en la primera parte nos costaba encontrarlo a él, a Rubén y a Fran. Eso fue un poquito lo que permitió que el equipo en la segunda parte hasta el gol diese un paso adelante y generase ventajas. Creo que se encontró un lugar para toda esta gente. Lo que sucede en la primera parte nos va a obligar a pensar cómo y de qué manera Fuster pueda: primero ocupar espacios donde realmente haga daño; segundo que esté lo más cerca posible de la portería, y para eso tenemos que salir con ventaja al principio; y tercero que toda esta gente que tenemos arriba tiene que crecer en cuanto a números. Ya no es sólo jugar o tener protagonismo cuando el equipo tenga balón, sino ser importante de verdad en cuanto a pases de gol, goles. Presencia, disparos a portería y, por ahí él (Manu Fuster) y varios jugadores más como los delanteros, Rubén, Fran, Yaimil, Emi, Jeisson,... toda esta gente tiene que aportar y traducir no solamente lo que queremos en cuanto a juego, sino también permitir y ayudar en cuanto al resultado. Tienen que hacer goles, nos tienen que ayudar y dar números porque, si no, el objetivo es muy bonito y está ahí pero lo que necesitamos es algo tangible y de verdad y eso son goles y pases de gol y no hay más".