El Alba y la Real se respetaron demasiado

ABBP, amigo de nuestro foro CarlosBelmonte.com, nos cuenta sus impresiones sobre el partido contra el equipo txuri-urdin.

El Albacete Balompié llegaba esta vez al Carlos Belmonte con la intención de conseguir su tercera victoria consecutiva y así poder encaramarse a los puestos altos de la clasificación. En frente tenía a una Real Sociedad dolida por los malos resultados cosechados en sus dos últimas salidas, aunque con la tranquilidad de verse en la zona noble de la tabla y con la amenaza de contar con el goleador francés Griezmann en el ataque.

Los jugadores del Albacete mostraron una camiseta de apoyo al delegado Pedro Martínez Bravo

Ánimo Pedro. Los jugadores del Alba mostrando una camiseta de apoyo al delegado del equipo

Pepe Murcia planteó el partido igual que en Tarragona: Cesar y Tarantino repetían en los laterales, Verza con Sousa en la medular, y Alberto vio nuevamente retrasada su posición para apuntalar el centro de la defensa. La única novedad en el once fue la entrada de Belencoso, que salía en detrimento de Salva Ballesta, baja de última hora en la convocatoria por las molestias que arrastraba durante toda la semana.

El Alba salió muy metido en el partido.

El Albacete empezó muy serio en defensa y controlando totalmente centro del campo. Prácticamente a los dos minutos de encuentro, Antonio López estrellaba el rebote de un corner sacado por él mismo en el lateral de la red. Altobelli tuvo su mejor oportunidad en una internada por la banda derecha pero el argentino acabó chutando muy lejos de la portería de Riesgo.

El conjunto manchego disfrutaba de sus mejores minutos en el campo, y ni Griezmann, que peleó con un sobrio Cesar Ortiz, ni Aguirretxe, que perdió por alto todas sus disputas con Alberto, parecían poner inquietar a la defensa blanca. Verza volvía a meter el miedo en el cuerpo de los donostiarras con una vaselina desde 30 metros. El Alba se iba a los vestuarios aplaudido por los casi 6.000 asistentes.

La Real salió con otra mentalidad en la segunda parte. El equipo de Martín Lasarte vio como se le podían escapar otra vez los puntos lejos de casa y adelantaron sus líneas, metiendo al Albacete más atrás, los blancos replegaron posiciones sobre la portería de Notario para intentar salir al contragolpe. Sin embargo, nada más salir el Albacete dispuso de su gran ocasión: Stuani peleó un balón al que Riesgo llegó forzado, y en el rechace, Antonio López enviaba el balón fuera de los tres palos huérfanos de portero. A partir de ese momento, el Alba se apagó, y sólo Sousa en una llegada aislada, consiguió volver a disparar a puerta.

El equipo donostiarra llegaba sin demasiado peligro por las bandas y sobretodo a balón parado, en cada una de las múltiples faltas con las que el valenciano Lizondo Cortés desesperó, una vez más, a la afición albaceteña. El Alba no podía ni con las botas y Pepe Murcia no ofrecía alternativas de refresco para poder volver a controlar el mediocampo, el debut de Batres, además, no aportó frescura ni toque al juego manchego, que empezaba a considerar el empate como bueno.

 

Últimos cartuchos.

Ya en el tiempo de descuento, Verza tuvo la última para el Albacete en una falta al borde del área, pero su centro no levantó el balón un palmo del suelo y rebotó en la defensa vasca; el rebote llegó al propio Verza que se hizo un lío con el esférico y propició un peligroso contraataque de la Real, el recién incorporado Isma hizo una entrada tan fea como necesaria para cortar el peligro. Verza tenía que haberla hecho metros atrás, pero el canterano demostró ser más rápido y estar con más oxígeno. El jugador realista Bueno puso fin al encuentro con un chut desde lejos tras una buena jugada personal que puso en aprietos a Notario.

Al final un punto para cada equipo, y para ninguno es malo del todo: el Albacete logra su tercer partido consecutivo sin perder, consigue dejar la portería a cero con una defensa que empieza a afianzarse, y además demuestra tener más fútbol que un aspirante al ascenso. La Real Sociedad sigue en puestos de ascenso, logra no perder por fin fuera de su feudo y además agradece haber puntuado en un partido donde no tuvo ni una ocasión clara de gol.


LO MEJOR: La solidez defensiva del equipo empieza a ser una realidad. El equipo de Pepe Murcia deja por fin su portería imbatida y su centro del campo consigue hacer una gran primera parte, moviendo rápido hacia delante y basculando hacia atrás cuando no tenían la posesión del balón.

LO PEOR: A falta de media hora el Albacete pareció olvidarse de que la victoria suma más que el empate y los blancos empezaron a perder tiempo. La actitud no gustó a buena parte de los aficionados, que exigieron más al entrenador cordobés. Pepe Murcia volvió a hacer tarde los cambios y asfixió a sus jugadores.