Rubén de la Barrera comparecía en la habitual rueda de prensa pre-partido y, en primer lugar hacía balance de las bajas con las que el Albacete viajará hasta Cornellá y que dejan hasta cuatro ausencias: “Manu Fuster, Eric Montes, Yaimil Medina y David del Pozo”. Precisamente sobre este último no se conocía que estuviera lesionado y por eso resultaba sorpresivo verle aparecer hoy en la ciudad deportiva con un llamativo vendaje, algo que el técnico del Albacete explicaba: “tuvo un percance en el entrenamiento del jueves. Tenía mala pinta, pero finalmente no es tan grave como podía parecer, aunque estará alejado del equipo algunos partidos. Ha sido a nivel articular, no a nivel muscular” -indicaba.
Con referencia a los procesos de recuperación de todos los lesionados, el míster gallego del Alba daba una buena noticias y comentaba que: “Fuster la semana que viene podrá trabajar con el grupo. Irá progresivamente y confiamos en que pronto pueda estar”.
El Albacete visitará este domingo un terreno de juego de césped artificial que dificulta mucho el juego de los equipos que no están acostumbrados a este tipo de superficie, De la Barrera no era ajeno a la influencia que pueden tener estos detalles: “siempre se tiene en cuenta y este partido está marcado en el calendario por lo diferente, por la superficie y por lo que implica ir a Cornellá. Hoy y mañana entrenaremos en césped artificial, sobre todo para a nivel emocional ganar sensaciones y sentir que hablamos del mismo deporte pero jugado en otra superficie, no hay más”.
Cuando se le preguntaba al preparador blanco su opinión sobre este tipo de campos y la decisión de la RFEF de retirarlos progresivamente en la categoría, este entendía la decisión y avisaba de los condicionantes que tiene jugar sobre césped artificial: “durante tres años he estado en equipos que jugaban como locales en hierba artificial y se lo que implica, el impacto que tiene para el que juega en casa y para el que tiene que ir a jugar allí. Para mí la diferencia está arriba, en la cabecita, en las emociones y en el tiempo en el que tardas en adaptarse. Por eso se trata de ir allí adaptados, no despertar en el minuto 70, cuando habitualmente suele ocurrir, cuando las circunstancias ya son desfavorables. Sabemos lo que hay, sabemos a dónde vamos y lo que tenemos que hacer para que toda esa serie de circunstancias no influyan. En este grupo hay buenos campos, pero si queremos hacer de esta Primera RFEF una competición altamente competitiva, bonita y atractiva lógicamente hay que hablar de los campos y de que estén en las mejores condiciones posibles”.
Explicaba también De la Barrera como queda condicionado el trabajo táctico para este tipo de partidos y la necesidad de que el equipo esté enchufado todo el tiempo: “las cosas pueden ocurrir más rápido, por los botes, las trayectorias y porque las dimensiones no son las mismas. Creo que Cornellá tiene un campo de 100x60, pequeño y estrecho, mucha diferencia con el Belmonte. Pero es un partido de competición, en el que tenemos que estar bien y que queremos ganar. Habrá situaciones de saques de banda, balones parados y por la superficie con más frecuencia que en otro tipo de campos y tenemos que explotarlo y convertirlo en algo favorable y no desfavorable. Hay que estar atentos en todo momento. Si en un partido de la nada pueden ocurrir cosas en este tipo de campos también, lo que obliga a un control importante del juego, minimizar el número el número de errores, limitar el número de acciones a balón parado defensivas, pero no por ello se va a dejar de dar. Nos tocará defender saques de esquina, faltas laterales, saques de banda y estamos preparados”.
La Unión Deportiva Cornellá, que cuenta entre sus filas con un exalbacetista como Eloy Gila, autor de aquel histórico gol del último ascenso en la eliminatoria ante el Valencia Mestalla, viene realizando un gran trabajo y, en las últimas temporadas se ha clasificado para los playoffs de ascenso a Segunda División, algo que para De la Barrera “habla de lo competitivos que son, no solo en casa, donde a priori se hacen más fuertes y tienen buenos números. Fuera a todo el mundo le cuesta sumar, pero nosotros vamos ilusionados y con ganas de sumar tres puntos que hagan todavía más buenos los de Sevilla y nos preparen para los dos siguientes partidos que tenemos en casa y sumar la mayor cantidad de puntos posible. Queremos llenar el zurrón lo máximo posible hasta el parón de Navidad”.
“Jugamos ante un gran equipo que no son competitivos únicamente por las condiciones de su campo”-continuaba De la Barrera-, “dispone de buenos jugadores y tienen las ideas claras. Eso nos obliga a ofrecer nuestra mejor versión, con la particularidad de que habrá que estar mucho más atento por las circunstancias que en otra serie de campos no ocurren o lo hacen con menos frecuencia”.
El Albacete afrontará el partido en cuadro por las bajas, lo que puede hacer que algunos futbolistas del filial sean convocados: “miraremos para abajo, chicos que puedan entrar en la convocatoria para ayudar, bien desde el inicio bien desde el banquillo. Confío en los que están. Llevamos unas semanas contando con ausencias pero el equipo está ahí, con todo el mundo llamando a la puerta, todo el mundo queriendo participar y eso es lo importante” -finalizó.