De momento el bueno de Julián no ha descubierto las carencias de Murcia (que seguro las tenía). Más bien, con el "nuevo" (que raro se me hace llamar a Rubio así) en el banquillo, queda al descubierto, por si no era ya evidente, que el mal de este Alba es viejo, se llama intensidad, concentración y si me apuran calidad defensiva y, lamentablemente, esto no se arregla en uno o dos días.
El de Montealegre, en su quinta experiencia al mando de la nave blanca, se estrenaba en El Helmántico con la ilusión de un niño reflejada en el brillo de sus ojos y, aunque curtido en mil batallas, seguro que tras la dolorosa derrota ante los salmantinos ya es más consciente del duro trabajo que le espera por delante. Algo que seguro tampoco le ha pillado de susto ya que sus llegadas al banquillo blanco siempre se han producido en similares circunstancias.
Sobre el terreno de juego pronto se vieron las cartas de unos y otros. Los locales apenas inquietaron al Albacete durante el primer periodo limitándose su juego de ataque a continuos pases horizontales sin claridad de ideas y a algún que otro balón en largo sin mayores consecuencias. El Alba, por su parte, comenzó con fuerza apostando por el contraataque como mayor arma y presionando de forma ordenada la salida del balón de los locales.
Fruto de este mejor manejo del tempo del partido, a los siete minutos llegaba la primera ocasión clara para los visitantes; Salva Ballesta, que volvía al equipo tras cumplir la sanción por su expulsión en Huesca, servía un balón a Stuani que el uruguayo malograba al elevar demasiado su vaselina ante la salida de Biel Ribas. El Salamanca intentaba salir infructuosamente de la telaraña defensiva tejida por Rubio pero, tan solo eso: lo intentaba.
Se rozaba la primera media hora de juego cuando llegó el primer mazazo; Salva Sevilla bota un córner que, Alberto es incapaz de despejar de forma expeditiva y permite a Linares batir con tranquilidad y sin apenas oposición a un Jesús Cabrero que volvía a la portería manchega y que poco pudo hacer. 1-0, encontraban los de Oliva lo que buscaban, la ventaja en el marcador, sin apenas haberlo merecido y ante un Alba que, acuciado por las urgencias parecía el rival propicio para la recuperación charra. Sin embargo, tan solo un minuto después el Alba conseguía nivelar de nuevo la contienda. A la salida de una falta en la línea de tres cuartos ejecutada por Antonio López, Rossato agarra ligeramente a Pablo Gil y, Hernández Hernández sanciona el correspondiente penalty que, el pichichi Stuani, con repetición incluída, se encarga de transformar reestableciendo la justicia en el marcador y, llevando la incertidumbre a la parroquia local.
Tras la reanudación, lo mejor del encuentro, Salva Ballesta engancha un balón a 45 metros de la portería defendida por Biel Ribas y, ejecuta una magistral bolea que entra ajustada por la escuadra derecha del marco defendido por el cancerbero salmantino. Un golazo que ponía en franquicia al Alba y que obligaba a la UDS a irse hacia adelante aunque, con más corazón que cabeza. Pudieron entonces los de Rubio sentenciar; primero con sendas jugadas de Stuani y Salva y posteriormente con un cabezazo de Alberto que Raúl Gañán desbarató en boca de gol. Sin embargo a partir de ahí el Albacete se encerró y se dedicó a aguantar el resultado, perdiendo por completo su sitio en el campo y facilitando involuntariamente la tarea del rival.
Y, como no podía ser de otra forma cuando juegas a defender al final acabas perdiendo: dos jugadas a balón parado separadas entre si apenas tres minutos y, dentro de los últimos quince de partido permitieron que el conjunto de Oliva volteara el marcador de manera definitiva.
En definitiva una nueva derrota que pone al equipo al borde del precipio y que, debe dejar más de una y de dos lecciones de apuntes al nuevo mister albaceteño.
Cabrero: 4. No pudo hacer nada en los goles pero transmitió demasiada inseguridad.
Pablo Gil: 3. Aceptable en la primera mitad. Muy mal en la segunda.
Amantegui: 4. El mejor de la zaga. Pero no para tirar cohetes.
Verza: 5. Lo busco y busco y no lo encuentro.
Salva: 9. Golazo y trabajo hasta el final.
Stuani: 7. Sin gol pero muy activo e incisivo todo el encuentro.
Merino: 3. Corriendo tras la pelota como un pollo sin cabeza.
Hernández Hernández. No tiene ni idea de lo que va esto del fútbol. Mal en un par de jugadas con la ley de la ventaja. Quiso compensar el penalty en contra del Salamanca durante todo el partido. Desquíció a los locales con ese penalty sobre Pablo Gil. Aunque las imágenes demuestran que estabamos en lo cierto.
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