La Copa del Rey siempre ha sido una competición atractiva, pero depende de para quién. Hace ya años que para los equipos de Segunda es un trastorno. Ni la van a ganar, ni van a tener el premio de jugar con un grande, es decir, solo vale para dar minutos a los que menos juegan y para que se lesione algún jugador o se produzca un desgaste innecesario y que luego se puede pagar en la competición principal, la liga.
Y sino ahí están los datos de esos equipos que tan bien lo hicieron en la Copa y luego lo pasaron mal en la liga y no cumplieron los objetivos. Es que no se puede estar en el plato y en las tajas, si no tienes una plantilla preparada para afrontar múltiples competiciones.
Los modestos esperan jugar contra un Real Madrid o un Barcelona que visite su estadio, la mayoría de las veces con gradas precarias que tienen que reforzar, para tener un ingreso extra que salve sus maltrechas economías. Los grandes quieren ganar, para tener un nuevo trofeo en sus vitrinas. Son los que disfrutan de la Copa. El resto, y son muchos, meras comparsas.
En medio de todo eso, el Albacete recibe a las 21 horas del martes al Racing de Ferrol en el Carlos Belmonte. Un viaje que se ahorró el Alba y que tiene que hacer un equipo ferrolano cuya mente está en el partido que el sábado debe jugar en A Malata con el Deportivo de la Coruña. Ahí es donde se juega las habichuelas el equipo de Cristóbal Parralo.
Y en el Alba, pues más de lo mismo. El sábado viene un histórico como el Alcoyano y conforme está la clasificación el equipo manchego tiene que ganar para seguir enganchado a esa parte alta. Porque no nos engañemos, tanto el Albacete como el Racing de Ferrol quieren luchar por el ascenso, uno con más exigencias que otro, pero ambos teniendo claro cual es su prioridad. ¿Quiere decir eso que van a ‘tirar la Copa’? Pues obviamente no, porque aquí también entra en juego el factor sentimental y profesional. Hay un escudo que defender y una afición a la que agradar.
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Lo que está claro es que uno y otro dejaran sus mejores galas para el fin de semana. En el caso de Rubén de la Barrera será normal que muchos de los titulares que juegan cada jornada tengan descanso y sean los que menos minutos han disputado y algunos jugadores del filial los que defiendan los colores del Alba en este encuentro. Fran Álvarez, Sergi Maestre y Rubén Martínez los tres jugadores con más minutos a sus espaldas en lo que llevamos de competición cederán, su sitio en el campo a otros compañeros menos habituales.
Lo mismo hará Cristóbal Parralo, sobre todo pensando en el largo viaje de vuelta y el poco tiempo que va a tener para preparar el partido de máxima rivalidad con el Deportivo. Quien seguro que no estará en el Carlos Belmonte es el solanero Alfonso Candelas, ex-canterano blanco formado en la Ciudad Deportiva albaceteña que se encuentra lesionado y tenía mucha ilusión por viajar al club en dónde se hizo futbolista. Hay que recordar que Candelas incluso llegó a debutar con tan sólo 18 años en aquel Albacete del penúltimo ascenso dirigido por un gallego, Luis César Sampedro, que fue santo y seña del conjunto ferrolano tanto como guardameta en su etapa en activo como jugador, como dando sus primeros pasos como entrenador.
En definitiva, para muchos la Copa es un trastorno y uno de los dos, Albacete y Racing de Ferrol, tendrá que seguir peleando, porque el que gane tendrá que volver a jugar el 15 de diciembre la segunda eliminatoria.
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El colegiado designado por el Comité Técnico de Árbitros para la dirección del encuentro es el rumano adscrito al Comité Valenciano Sergiu Claudiu Muresan. Nacido en el pais del este de Europa, Claudiu Muresan emigró siendo un niño a España instalándose junto a su familia en la localidad alicantina de Elche. El trencilla posee un máster en Historia además de anunciarse en redes sociales como influencer comercializando ropa de caballero.
Claudi Muresan cumple con esta su tercera temporada en la categoría de bronce del fútbol español en la que ha dirigido un total de 24 encuentros promediando casi 6 (5.96) tarjetas amarillas por encuentro. Con el rumano-ilicitano sobre el campo la mitad de los encuentros terminan en tablas y este será su primer encuentro dirido en Copa del Rey, y también la primera vez que arbitre a ferrolanos y albaceteños.
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