El Albacete Balompié recupera este miércoles el primero de los dos encuentros que le fueron aplazados por Covid durante el pasado mes de enero. Lo hace sin casi solución de continuidad y cuando todavía resuenan en las esquinas del Carlos Belmonte las palmas por los tres tantos que el conjunto de Rubén de la Barrera anotaba el domingo ante la U.E. Cornellá. Palmas que se mezclaron, por momentos, con los murmullos que en algunas fases del partido se escucharon en los graderíos del Coliseum albaceteño al constatar la afición como la presión por ganar parecía atenazar al equipo blanco ante un rival, a priori, bastante inferior en calidad.
Resulta paradójico comprobar como esa mayor goleada de la temporada como local conseguido la pasada jornada, sucediera en el que, probablemente, fue uno de los partidos menos brillantes de los de Rubén de la Barrera en lo que va de campeonato.
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Pero este deporte llamado fútbol es así de imprevisible y como muestra de lo mismo otro dato: si echamos la vista atrás apenas cinco semanas, que es cuando Albacete y Sabadell debieran haberse enfrentado originalmente, veríamos a un Alba líder en la tabla y a un conjunto el catalán hundido en la misma e intentando salir a duras penas de las posiciones de descenso.
Sin embargo, tras ese aplazamiento, una racha inmaculada e impresionante del Sabadell y un Albacete dubitativo, al que los sucesivos parones le han hecho perder cierta comba y ritmo, han propiciado que los manchegos tan solo hayan sumado cinco puntos en lo que llevamos 2022, por trece del Sabadell, aunque si bien es cierto, habiendo jugado los albaceteños un partido menos que su próximo rival.
Como si del sacramento de la confirmación se tratase, buscará por tanto el Alba, en este importante choque ante el Sabadell, confirmarse en su fe y seguir creyendo en el objetivo de final de temporada, afrontando el partido como una auténtica prueba de reválida tras las últimas dudas sembradas. Para el mismo, y debido a su trascendencia más allá de los puntos, no se espera, en principio, ningún tipo de locura por parte de Rubén de la Barrera más allá que el del probable regreso de Sergi García al once en sustitución de un Manu Fuster que no tuvo su mejor día ante el Cornellá, o la posible entrada de Eric Montes en la medular en lugar de Riki Rodríguez.
La titularidad de Sergi García haría que el polivalente Kike Márquez quedara de enganche por detrás del canterano Dani González trastocando muy poco el esquema de juego que viene empleando el técnico herculino del Albacete.
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Por su parte, el conjunto arlequinado llega el Carlos Belmonte en el que es, sin ningún género de dudas, su mejor momento del campeonato. Ocho encuentros consecutivos sin conocer la derrota con cinco victorias y tres empates avalan el trabajo de Pedro Munitis en las nueve jornadas en las que el cántabro se ha sentado en el banquillo vallesano. Tan sólo en el partido de debut del tantos años jugador del Racing con los catalanes cedía su equipo una derrota, y lo fue ante el ahora segundo clasificado F.C. Andorra y en el minuto 88 de partido.
El técnico del Sabadell hablaba en la previa y destacaba como su equipo nunca ha dejado de creer: “no necesitamos motivaciones extras, no necesitamos mirar a la clasificación para dar más o menos. Miramos el siguiente partido y lo tratamos de ganar. Hemos estado seis puntos por debajo de la salvación y seguíamos trabajando de la misma manera. Ahora estamos fuera y debemos seguir de la misma manera. Ahora tenemos un rival como el Albacete, duro complicado, y trataremos de ganar el partido. Estamos demostrando que somos un equipo ambicioso y no necesitamos mirar a la tabla para buscar una motivación especial y no renunciamos a nada”.
Precisamente sobre el Albacete, Munitis decía: “es un equipo con un potencial muy grande, con un buen entrenador, que están haciendo muy bien las cosas, pero nosotros estamos capacitados para competir a cualquiera y con esta mentalidad vamos a Albacete. Les trastocó la baja de Sergi Maestre, es la visión que tengo desde fuera, por la importancia que tiene Sergi y lo específico que es su posicionamiento y su forma de jugar. Creo que ahora mismo lo han recuperado con Alberto Jiménez y han vuelto a ser más reconocibles, con una esencia más pura de lo que era ese equipo. Son jugadores de un nivel muy alto que se han sumado a lo que ya tenían, una plantilla de las más potentes de la categoría”.
El Sabadell ha viajado hacia Albacete con toda su plantilla, incluidos los tocados Ramón Folch y Néstor Querol de los que ya apuntaba su técnico que “van a tener complicado llegar a este encuentro” pero que acompañan al resto de la expedición al quedarse los catalanes concentrados en San Pedro del Pinatar para jugar el domingo ante el UCAM de Murcia y evitarse un doble viaje de ida y vuelta.
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El colegiado designado por el comité técnico de árbitros para este encuentro es es el jienense de 26 años José Luis Guzmán Mansilla que cumple con esta su sexta temporada consecutiva en la categoría de bronce del fútbol español habiendo dirigido hasta la fecha un total de 63 encuentros.
Al Albacete Balompié tan solo le dirigió en una ocasión, lo hizo en el año de su debut en Segunda “B”, en la temporada del último ascenso albaceteño al fútbol profesional y en un Albacete Balompié 0 – Rayo Majadahonda 1 en el que el trencilla andaluz, de 21 años entonces, no tuvo la mejor de las actuaciones posible.
Por su parte Guzmán Mansilla también ha dirigido en una sola oportunidad al Sabadell, fue en la 2018-2019 en un Onteniente 3 – Sabadell 1.
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