Muy contento llegaba Rubén de la Barrera a la sala de Prensa “Pedro Martínez Bravo” tras el trabajado triunfo de los suyos ante el Villarreal “B” y se mostraba orgulloso no sólo por la victoria sino por la manera en que esta se había producido: “como para no estarlo; exceptuando los primeros 8-10 minutos dónde, evidentemente, había una tensión acumulada que uno tiene que ir soltando mientras va jugando equivocándose poco, concedimos esa y, tras eso competimos de una manera que entiendo hay que hacerlo ante este tipo de equipos: controlando el balón, controlando el espacio, ubicándonos bien, jugando con los ritmos del partido y, a su vez, gestionando de la mejor manera todas y cada una de las posesiones, de las movilidades de los jugadores para no conceder opciones de contra.”
“Victoria importantísima”, - proseguía De la Barrera-, “nos refuerza y a su vez nos alivia en relación a los últimos dos partidos en los que habíamos contraído muchísimos méritos para ganar pero en los que, momentos que tienen que ver con el control del partido no los habíamos ejecutado bien y por ahí no logramos la victoria. El equipo se lo merece; el grupo se lo merece; entrenamos espectacularmente y hoy hemos dado un paso y con lo que me quedo es con la personalidad que hemos tenido desde el primer momento al último con balón y sin balón".
Incidía el gallego en lo trascendental que era ganarle el líder pero más que por este hecho en sí por la forma en la que se había logrado el triunfo: “más allá de la victoria me quedo con las sensaciones de equipo grande que hoy hemos transmitido y eso es lo que me llevo. Sabíamos que iba a ser un partido competido y sufrido por lo corto del marcador y por el talento que tienen ellos arriba, pero no hemos concedido, hemos manejado bien la pelota, la hemos usado para defendernos y para atacar en momentos en dónde las vías por ahí se abrían y lo hemos hecho de manera que una pérdida nuestra, un robo de ellos, no les permitiese correr salvo una o dos acciones puntuales en cómputo general entre primera y segunda parte. Muy contento por las sensaciones, evidentemente por la victoria, pero las sensaciones y el comportamiento hoy tanto del equipo como de la afición nos llevan a seguir de esta manera y a que, poco a poco, le vayamos dando todavía más presencia al Belmonte porque cuando todo el mundo se predispone a apoyar, a animar y a provocar que todo lo bueno se acerque y nos ocurra pues el equipo está dando la talla y los resultados y la clasificación están dándonos la razón a día de hoy".
Sin ser malo, no fue el partido ante el Villarreal “B” quizás el mejor partido en cuanto a fútbol del equipo pero si, quizás, el más inteligente: “ha sido un partido muy bien jugado por el escenario que teníamos enfrente: uno porque juegas con la necesidad de victoria y dos, porque lo haces ante un equipo que como la pierdas de cualquier manera te vacuna y, a su vez, si le dejas dominar y le cedes iniciativa tienen jugadores que en el uno contra uno; en el área tienen presencia y gol. Ha sido un partido muy pero que muy bien jugado dadas las circunstancias del mismo. Y pongo un ejemplo: en las segunda parte dos situaciones en dónde superamos presión e intentamos girarlos; proponemos tener una superioridad de +2 en campo contrario; ellos no repliegan; nosotros nos equivocamos ocupando y fueron dos momentos de pérdida y opciones que aunque no terminan exigiendo a Bernabé sí que dan las opciones que ellos querían: vivir de nuestra pérdida desde el primer momento al último".
El partido, además de los tres puntos, deja otras muchas cosas positivas como dejar la portería a cero contra el equipo más goleador y con el pichichi en sus filas que no ha conseguido ni rematar entre los tres palos: “eso se llama competir y jugar como las circunstancias lo exigen con y sin balón”, -apuntaba De la Barrera-; ellos es verdad que en la segunda parte, en los primeros 10-12 minutos, intentan dar un paso al frente; los contenemos bien; ajustamos bien los cambios de oponente; lo saltos. A su vez defendemos bien la espalda de la línea de atrás. Sabíamos que sus extremos, especialmente su derecho y el punta amenazan todas las espaldas y opciones de centro lateral y en ese aspecto, y sin balón, hemos estado francamente bien y con balón se ha sabido interpretar claramente cuando tocaba mantener e ir posicionándonos de la mejor manera y cuando atacar y ganar situaciones en ventaja con el fin de no verse expuesto en una pérdida".
Destacaba el coruñés el apoyo brindado desde la grada: “esto me parece fundamental; pero tiene que ser hoy y ante el equipo rival que teníamos y por la necesidad de resultado y todo esto los niveles de confianza se tienen que disparar y lo que pido es que la gente esté como hoy, apoyando, empujando y participando del juego del equipo porque este campo es mucho campo cuando todo el mundo está conectado y centrado en lo mismo”
Cuestionado por la razón de haber utilizado dos ventanas de cambio en apenas un minuto, con los cambios consecutivos de Sergi García y Kike Márquez , Rubén de la Barrera explicaba que: "en un primer momento queríamos hacer una cosa y después ocurrió otra; iba a probar Kike (Márquez) a ver si podía continuar; nos estaba interesando el tener un jugador más por dentro para provocar incertidumbre en sus centrales a la hora de saltar y por ahí poder llegar en ventaja a espalda con Sergi (García), con Rubén (Martínez), o con Manu (Fuster), pero, finalmente Kike no pudo e hicimos esas dos sustituciones; el partido estaba controlado y lo cerramos con una línea de cinco dado que ellos acumulaban mucha gente arriba y conseguimos que no ocurriese prácticamente nada entre nuestra línea defensiva y Bernabé (Barragán)"
No tenía opinión el preparado herculino sobre lo sucedido con el visitante Jackson, Bernabé Barragán y Dragan Rosic, que se saldó con tangana y sendas rojas para Jackson y el portero serbio una vez concluido el encuentro: “no sé lo que ha pasado; estábamos celebrando la victoria, no tengo ni idea, pero me imagino que es fruto de lo que había ocurrido en la última o penúltima jornada del partido. Este partido estaba señalado; todo el mundo lo quería ganar; tanto nosotros como ellos y a veces estas emociones es complicado controlaras”.
Para finalizar y sobre Sergi García, que volvió a destacar y se marchó con una ovación de la grada al ser sustituido, su entrenador decía: “es cuestión de que el chico gane en confianza, de que la gente lo apoye porque me parece un jugador determinante. Cada vez se está relacionando mejor con el juego del equipo y, a su vez, y a nivel individual, es un jugador que tiene una potencia y una fuerza espectaculares. En momentos en dónde sus rivales se arriesgan un pelín más defensivamente hablando y a él le concedes unos contra unos claros o la posibilidad de que te ataque la espalda él por ahí hace daño. ¿Qué queremos?, que siga mejorando en todo lo que tiene que ver con el juego y que, en los últimos metros, vaya aportando números en forma de pases de gol; en forma de goles. Porque potencial tiene para ello y lo que tiene que hacer, y ya lo había comentado en otra ocasión, es creérselo y, estas desconexiones que, a veces, puedan existir, que no las tenga. Que tenga más continuidad porque es un jugador que nos tiene que aportar más que mucho".