El míster del Albacete comparecía ante los medios en la previa del encuentro ante el Atlético Sanluqueño y, en primer lugar enumeraba las consabidas bajas por lesión señalando que: “recuperamos a Alberto y contaremos con las ausencias de Diegui y Sergi Maestre. Dani, creo que para el partido del domingo va a estar apresurado. Esperamos que para el día del Castellón pueda estar”.
De la Barrera hablaba también de como llegaba al equipo tras la derrota ante el Sabadell e indicaba que el equipo no tenía presión alguna después de ese resultado adverso además de resaltar que: “llegamos primeros y confiamos en hacer un buen partido, en ganar el domingo y continuar primeros una semana más”.
No consideraba el técnico blanco que este fuera un partido trampa ante un rival, en posiciones complicadas: “partidos trampa no hay. Quedan ocho y todo el mundo tiene la necesidad de ganar. Si nos confundimos a estas alturas de la temporada algo mal estaríamos haciendo”
En el encuentro de este domingo la afición en el Carlos Belmonte va a ser, como lo ha sido a lo largo de todo el campeonato, un factor determinante: “estamos cómodos ahí. Ojalá la afición nos de el calor que necesitamos y esté con nosotros, desde el primer minuto al último, porque queda muy poquito, en casa los últimos cuatro, y el equipo necesita que la afición esté de su lado, que le ayude, que lo empuje. Cuando ha sido así, sobre todo en partidos concretos esta temporada como el del día del Castilla, el día del Baleares, el día del Villarreal B, en esos partidos la afición ha estado en todo momento con nosotros y el equipo lo ha agradecido muchísimo”.
Cuenta el conjunto blanco con varios jugadores con experiencia que pueden aportar también su granito de arena en este tramo final del campeonato como reconocía el preparador gallego: “sobre todo en momentos de partido en donde las cosas se complican, el hecho de tener gente con personalidad, carácter y experiencia ante este tipo de situaciones, que todo lo que sucede no queme, entiendo que es un factor importante. Creo que el equipo es fiable, mucho más estable que en momentos concretos de la primera vuelta. Lo veo apto y capacitado para competir en cualquier lugar para sacar puntos, ahora bien, de lo que se trata es de que el último cuarto la gente se vaya con más tiros a puerta, con mayor número de ocasiones finalizadas, no creadas, y lógicamente pequeños detalles como el gol encajado el otro día, que no suceda, porque es evitable. Tuvimos una primera parte para ganarla y es un partido para sumar, pero pequeños detalles te condicionan hasta el punto de que lo pierdes y ahora mismo es algo que no puede suceder”.
Las necesidades del rival y la presión con la que el Sanluqueño puede llegar a Albacete no son para De la Barrera aspectos que deban influir en el juego de los suyos que, deben centrarse en sí mismos: “lo nuestro es una ilusión, un reto, jugamos en casa y quedan ocho partidos. El domingo tenemos la opción de recuperar las buenas sensaciones que tenemos en casa, sumar tres puntos y acercarnos un poco más a lo que queremos, independientemente de lo que hagan los rivales que están ahí con nosotros. Debemos centrarnos en lo nuestro, focalizarlo y confío en lo que vamos a hacer. La presión del rival no puede imponerse nunca a la ilusión y el aliciente que tenemos nosotros por ser campeones de liga este año y más jugando en casa. No hay absolutamente nada que pueda empujar más a otro que a nosotros, es imposible”.
Sobre el evidente bajón que sufre el equipo en los primeros minutos de las segundas partes, el coruñés indicaba: “más allá de que parezca eso, cuando los rivales deciden dar un paso al frente nos falta tranquilidad, nos pasa poso, decidir mejor y no permitir sumar 10, 15 o 20 minutos tan aleatorios donde puede ocurrir de todo. Creo que ese periodo concreto en Sabadell dista bastante de lo que sucede en la segunda parte con el UCAM. Son circunstancias comunes, parecidas, pero en la práctica suceden cosas diferentes. El otro día en Sabadell, más allá de la ocasión en el minuto tres que concedemos y la sucesión de dos o tres córner defensivos, tanto en primera como en segunda parte, Bernabé apenas tuvo que intervenir e incluso en el gol no hubo amenaza por parte de ellos. Son situaciones que tenemos que controlar y tener mucha más tranquilidad con el balón. Había situaciones para hacerle mucho daño al rival y por no saber gestionar ese momento te condiciona para jugar y tener la continuidad que queremos tener”.
Cuestionado por la falta de gol del equipo en comparación con los otros dos rivales por el ascenso directo; Villarreal B y Andorra, y con el Albacete de Aira y la Cultural Leonesa del propio De la Barrera que consiguieron el ascenso, el entrenador del Alba señalaba que: “lo primero es que no hay que compararse con ningún equipo. Si vamos al Albacete de Aira tenía dos jugadores con una cantidad de goles importantísima y este año no es así porque es complicado juntar en estas categorías a dos tíos que hagan veintitantos goles por temporada. Este año tenemos muchas aproximaciones y lo que tenemos que evitar es que los delanteros, los interiores, los extremos , etc. se vayan a casa con un tiro o dos en su haber. Hay una desproporción grande en aproximaciones y situaciones de finalización a remates o disparos. Aquí optimizamos los recursos que tenemos, el equipo está primero y tiene un volumen de juego importante, que permite a muchos jugadores aproximarse a la portería y hacer goles, caso de gente que a priori no es tan especialista como puede ser Manu Fuster o Rubén Martínez”
“El equipo genera en proporciones bastante importantes”, -continuaba De la Barrera-, “pero nos tenemos que exigir mucho más a la hora de finalizar y concluir jugadas, esa es la realidad”.
Preguntado en concreto por Sergi García, un futbolista que marca diferencias con su capacidad de desborde pero que no consigue ver puerta con facilidad, el técnico herculino del Albacete decía: “a Sergi le falta acabar cosas, la diferencia de los jugadores de un nivel superior está en el hecho de acabar cosas, no solamente generar sensación de ruido o peligrosidad. Acabar cosas pasa por disparar a portería, poner en aprietos al portero y defensa rival. Luego estaremos más o menos acertados, entrará o no, pero si somos capaces de llevar 10 veces el balón a una zona ventajosa como el otro día, pero la jugada concluya sin que pase nada, eso es algo que tenemos que revisar”.
Centrándose en el partido ante el Sanluqueño Rubén de la Barrera espera que el rival, “por momentos, se decida a ir a apretar arriba, otros en los que opte por replegarse y después tenemos que estar atentos a la vigilancias, evitar que corran, porque tienen dos o tres jugadores arriba muy interesantes y si tu a eso no estás atento te pueden generar algún problema. Esperamos un partido similar a los que estamos jugando en casa, con momentos en los que vayas a hundir al rival, momentos en los que el rival te un paso al frente y te venga a presionar más arriba. De lo que se trata es de lograr la mayor continuidad posible, desde el primer minuto al último, intentar jugar la mayor parte del tiempo en campo contrario, utilizar y gestionar bien la posesión de balón para generar el mayor número de ocasiones posibles y finalizar las mismas, y entre medias evitar que el rival te corra, evitar situaciones de balón parado en campo propio”.
Sobre si se planteaba hacer rotaciones de cara a preservar a determinados futbolistas de cara al siguiente encuentro ante el Castellón, De la Barrera explicaba que: “al final nadie aquí podemos decir qué partido va a ser el importante. La liga igual está en el partido del domingo. Por eso, de entrada es lo del domingo y, cuando acabe el domingo, pensar en Castellón y eso responde a que lo importante es lo que llega, lo de hoy, no lo de mañana. Tenemos jugadores apercibidos, pero se trata de ver qué jugadores están en condiciones de ofrecer el mejor rendimiento posible desde el minuto uno y a partir de ahí atender a tu capacidad, a lo que pueda presentar el rival, a confeccionar la mejor alineación posible y gestionar el partido de la mejor manera”.
Por último y sobre si la falta de finalización podía estar motivada por el miedo a perder el balón, y asumir riesgos, el adiestrador del Albacete señalaba que: “hay situaciones en que lógicamente el ataque no te invita a finalizar. Las jugadas hay que acabarlas cuando toca y no de cualquier manera. El otro día llegamos en muchas ocasiones, sobre todo en la primera parte, a zonas de finalización y no se finalizó o no se estuvo preciso, o no ocupamos bien el área. Son situaciones que deslucen todo lo que nos lleva a alcanzar esas zonas de campo. Es complicado alcanzarlas, nosotros lo hacemos muchas veces y con ventaja y lo que tenemos que hacer es traducir todo eso en peligro y daño de verdad, independientemente de estar más o menos acertado de cara al gol”.