Borja Jiménez, artífice de dos ascensos a Segunda División con Mirandés y Cartagena, no pudo completar el objetivo de devolver al Deportivo a la categoría de plata. Responsabilizado y abatido, su comparecencia se centró más en lo anímico y emocional que en el análisis futbolístico de un partido que el Albacete dinamitó en los momentos oportunos.
El preparador del conjunto herculino, que tildó la derrota como “la mayor decepción” de su trayectoria, se mostró triste “sobre todo por la gente”. “Cuando estás en este club te das cuenta de lo grande que es”, añadió Jiménez, que no quiso “buscar ninguna justificación” para explicar el desenlace de la eliminatoria.
“Se nos han caído los jugadores de gol. Muchos futbolistas han solicitado el cambio”, explicó sobre el bajón del equipo en la segunda mitad, aunque añadió que “hablar hoy de fútbol no tiene mucho sentido”.
“Solo puedo decir que lo siento”; añadió antes de ser cuestionado por el doble cambio de Juergen y Quiles justo antes del 1-1: “Los hemos tenido que sustituir porque los futbolistas no podían más. Hemos tenido una semana compleja. No los hubiera quitado nunca. Pero no podían y había que hacerlo. No fue un tema táctico, no podían más”.
“Es muy difícil de explicar lo que siente” cuando pierdes una eliminatoria de este tipo. “Tienes la sensación de haber defraudado a miles de personas, por cómo estaba la ciudad y porque el club lo merecía”. “Solo puedo pedir disculpas”, dijo.
“Hemos hecho muchas cosas mal. En la segunda nos hemos caído. Se nos han caído los jugadores que tienen que estar con el balón”, resumió antes de asegurar: “No tengo la sensación de que nos hayan tirado demasiado. Nos han ganado porque han sido mejores y han tenido más acierto en las áreas. Son los justos ganadores. Han ascendido porque lo merecen y han hecho un gol más que nosotros”.