Llegó el día;  cuarenta y ocho horas después de que el Albacete Balompié venciera a todos los elementos y consiguiera de manera épica el retorno a Segunda División, el equipo tenía la oportunidad este lunes de celebrarlo por todo lo alto con toda su afición.

Con cierto retraso sobre el horario previsto, pasadas las 20:15h de la tarde un autobús descapotable en el que se podía leer ¡¡Gracias Afición!! y  ¡¡Estamos de vuelta!!, encaraba la Avenida de España dirección Plaza de Benjamín Palencia, la famosa fuente del parque, testigo de excepción de otros ascensos y en donde se congregaban cientos de aficionados blancos que recibían a los protagonistas con bufandas y banderas al aire.

A continuación, y con un recorrido condicionado en parte por las obras de peatonalización que sufre el centro de la ciudad, el autobús recorría las calles Batalla del Salado, Hermanos Falcó, Plaza de Alberto Mateos, Carretera de Valencia, José Carvajal, Rotonda del Sol, Buen Pastor, Alcalde José María Miguel. Avenida de la Estación, Paseo de la Libertad, Plaza del Altozano  para finalizar su recorrido con una ofrenda floral a la Virgen de los Llanos, a la que además Víctor Varela , Rubén de la Barrera y el capitán Rafa Gálvez engalanaban con una camiseta del equipo.

Tras la  preceptiva visita a la Patrona, la representación albaceteña se trasladaba al Ayuntamiento de Albacete, donde el alcalde de la ciudad, Emilio Sáez, “botaba” literalmente al recibir al equipo a sus puertas y abrazándose feliz a varios jugadores y miembros tanto de la directiva como del cuerpo técnico.

Después de la preceptiva foto junto al equipo y otros miembros de la Corporación Municipal en la escalinata consistorial,  la comitiva se asomaba al balcón principal del Ayuntamiento y desde allí comenzaban las alocuciones con un Jordi Sánchez, que demás de pasar a la historia con ese gol del ascenso, ejercía de maestro de ceremonias a las mil maravillas y animaba a una afición totalmente entregada al barcelonés.

Tras el alegato de un capitán Rafa Gálvez, que con este vive su segundo ascenso con el Albacete, y que emocionado recordaba las promesas de principio de temporada y que ahora se ven cumplidas, le llegaba el turno al míster Rubén de la Barrera, que de manera sorpresiva se salía de su serio guion habitual y se arrancaba con una canción improvisada que más menos decía “al equipo del Alba no hay quien le gane, porque tiene unos huevos así de grandes”, además el coruñés mandaba un claro mensaje a aquellos que no confiaron en los suyos en las últimas semanas.

Pero en lo que a mandar facturas se refiere el que se llevó la palma fue Víctor Varela, Consejero Delegado y Vicepresidente del club blanco, que,  en primer lugar, y además de agradecer y dedicar el triunfo a los aficionados blancos y animarles a que lo defiendan “con uñas y dientes” reclamaba del alcalde “un Carlos Belmonte que esté a la altura tanto del fútbol profesional como de la afición albaceteña”.

Tampoco se mordió la lengua el dirigente al hablar del Gobierno Regional de Emiliano García Page al que le recordó que: “somos el único equipo de la región en categoría profesional y no merecemos menos que nadie”.

A continuación le llegaba el turno al alcalde de Albacete que, en primer lugar, confesaba que Varela le había dicho previamente que le “iba a grabar”. Pues bien al rector municipal más le vale por cumplir con lo prometido, y que no es otra cosa que distintas mejoras que el Estadio Carlos Belmonte reclama a voces desde hace años: “vamos a cambiar el marcador y las luces del estadio, vamos a poner puertas nuevas de seguridad y que cualquier persona con movilidad reducida pueda ir donde quiera dentro del Carlos Belmonte”.

Alberto Jiménez, Bernabé Barragán, el socoveño Fran Álvarez o uno de los jugadores diferenciales de la plantilla como ha sido Rubén Martínez eran otros de los intervinientes que agradecían todo el apoyo de la afición, reclamando además, en el caso del menorquin un aplauso especial para sus compañeros Andy Kawaya, Diegui Johanesson y Sergi Maestre que continúan con los procesos de recuperación de sus lesiones pero que no se quisieron perder esta histórica celebración.

Entre “recuerdos” también al ínclito Luis Rubiales, aunque estos menos cariñosos y del que ni aficionados ni jugadores albaceteños se olvidaron a lo largo de toda la tarde-noche, sonaban los acordes del himno compuesto por Casimiro Ortega se puso final a un emotivo acto muy disfrutado hoy tanto por la hinchada blanca.

A continuación la galería con las fotos más destacadas de una jornada irrepetible: