Souron, eminente forero de Carlosbelmonte.com, nos ofrece su punto de vista del Alba - Huesca.
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Esta es la gran duda que invade a la afición después del partido ante el Huesca. Una vez finalizada la jornada y analizados los resultados, no se sabe a ciencia cierta si estamos más cerca de la salvación, debido al punto sumado; o más lejos de esta, teniendo en cuenta que algunos rivales directos, como Murcia o Salamanca, juegan la próxima jornada en casa y nosotros fuera en un campo que, normalmente, se nos ha dado bastante mal. Cada cual que saque sus propias conclusiones, yo soy de los que ven la botella medio vacía.
Espeso. Brega, táctica y pelea, pero fútbol poco (Imagen: Gente)
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El caso es que la crónica de este partido comienza así porque el sábado vimos muy poquito fútbol. El Huesca, un equipo bien curtido y trabajado con minuciosidad hasta el más mínimo detalle defensivo, hizo su partido y si no ganó fue seguramente porque no se creyeron capaces de hacerlo, ya que en la segunda mitad, con el Alba partido en dos, pudieron haber aprovechado alguna de las varias contras de las que dispusieron, pero les faltó convicción.
El partido fue un claro ejemplo de lo que es en la actualidad la Liga Adelante, y por extensión, el fútbol español. Equipos bien trabajados tácticamente, que dejan poco espacio a la imaginación y a la creatividad, cerrando bien sus líneas y esperando su oportunidad para dar un zarpazo que, en la mayoría de las ocasiones, suele ser definitivo. Cada equipo dispuso de su ocasión en la segunda parte, primero el Alba, por mediación de Stuani que cruzó demasiado donde no suele perdonar; en el último suspiro el Huesca, haciendo Cabrero una parada milagrosa a chut de José. En la imagen de Gente, Altobelli pugna por hacerse con el balón.
El partido fue un claro ejemplo de lo que es en la actualidad la Liga Adelante, y por extensión, el fútbol español. Equipos bien trabajados tácticamente, que dejan poco espacio a la imaginación y a la creatividad, cerrando bien sus líneas y esperando su oportunidad para dar un zarpazo que, en la mayoría de las ocasiones, suele ser definitivo. Cada equipo dispuso de su ocasión en la segunda parte, primero el Alba, por mediación de Stuani que cruzó demasiado donde no suele perdonar; en el último suspiro el Huesca, haciendo Cabrero una parada milagrosa a chut de José. En la imagen de Gente, Altobelli pugna por hacerse con el balón.
Salía el Alba con muchas bajas (López Ramos, Sousa, Merino entre otras) y tuvo que realizar una pequeña reestructuración David Vidal de su once. Tarantino volvió al centro de la zaga, donde se encontró algo inseguro en ocasiones, especialmente con el balón en los pies, aunque cuajó un buen partido en líneas generales. Blanco pasó desapercibido en banda derecha, por decir algo. En medio campo, Miguel Núñez fue el mejor de la primera parte, aunque acabó desfondado en la segunda y tuvo que ser sustituido.
No pudo hacer el Alba el juego que más le gusta y aquel que hace que saque lo mejor de sí mismo, es decir, robo en medio campo y salida rápida en ataque. Habrá que atribuirle el mérito al Huesca, que plantó dos líneas de 4 en tres cuartos de campo, dejando todo el ataque para los brasileños Gilvan y Rodrigo. Le salió bien el plan a Calderón, aún cuando tuvo que hacer una sustitución en la primera mitad por la lesión de Neru.
El Alba dominaba la pelota, pero le costó un mundo encontrar huecos en la nutrida y bien colocada defensa visitante. Hubiera sido positivo que la media punta se hubiera descolgado algo más para ayudar a los dos del medio a triangular y mover la defensa rival, pero no estaba para nada Callejón (en la imagen de Gente). El equipo oscense, consciente del buen momento de Fernando Sales, impidió que el sevillano pudiera encarar a Neru o De La Vega, poniendo una ayuda siempre a disposición del lateral. Lo dicho, un equipo muy bien trabajado.
No pudo hacer el Alba el juego que más le gusta y aquel que hace que saque lo mejor de sí mismo, es decir, robo en medio campo y salida rápida en ataque. Habrá que atribuirle el mérito al Huesca, que plantó dos líneas de 4 en tres cuartos de campo, dejando todo el ataque para los brasileños Gilvan y Rodrigo. Le salió bien el plan a Calderón, aún cuando tuvo que hacer una sustitución en la primera mitad por la lesión de Neru.
El Alba dominaba la pelota, pero le costó un mundo encontrar huecos en la nutrida y bien colocada defensa visitante. Hubiera sido positivo que la media punta se hubiera descolgado algo más para ayudar a los dos del medio a triangular y mover la defensa rival, pero no estaba para nada Callejón (en la imagen de Gente). El equipo oscense, consciente del buen momento de Fernando Sales, impidió que el sevillano pudiera encarar a Neru o De La Vega, poniendo una ayuda siempre a disposición del lateral. Lo dicho, un equipo muy bien trabajado.
La primera parte fue pasando y salvo dos tímidos disparos de Núñez, que lo intentó hasta la extenuación, no hubo sobresaltos en la grada, hasta el minuto 38, en el que un disparo de Verza, estuvo a punto de ser cabeceado a la red por Tarantino. El Huesca tuvo un par de aproximaciones peligrosas, que acabaron con disparos bastante desviados. La movilidad de Gilvan comenzaba a crear problemas en el tarjeteado Alberto y en Tarantino.
En el comienzo de la segunda mitad estuvo gran parte de culpa del sino final del partido. Calderón, consciente de la mentalidad ofensiva de los dos medios del Alba, decidió buscarles las cosquillas colocando a José Vega en la media punta. Con Gilvan abriendo a la defensa y José incorporándose con total libertad, el Huesca dispuso de sus mejores minutos. La respuesta táctica de David Vidal no fue la más adecuada.
Cuando el cambio lógico era el de Antonio Hidalgo, para reforzar el medio campo y poder atar a José, Vidal decidió tirar de Altobelli, buscando el juego más directo, aunque el medio campo seguía igual de desguarnecido. Poco después, consciente de que nada mejoraba, sí que salió Hidalgo, pero por un Miguel Núñez que estaba con los plomos fundidos desde hacía varios minutos. Tardó 15 minutos el barcelonés en enterarse que estaba jugando un partido de fútbol.
En estas, llegó la ocasión de Stuani, en el único error que cometieron los centrales del Huesca en todo el partido. Dejaron recibir al uruguayo de espaldas en la frontal y, además, le dejaron que se diera la vuelta y los encarara en velocidad. Marró la ocasión el pichichi del Alba y ahí se disiparon casi todas nuestras esperanzas de ganar (Imagen: Gente)
En el comienzo de la segunda mitad estuvo gran parte de culpa del sino final del partido. Calderón, consciente de la mentalidad ofensiva de los dos medios del Alba, decidió buscarles las cosquillas colocando a José Vega en la media punta. Con Gilvan abriendo a la defensa y José incorporándose con total libertad, el Huesca dispuso de sus mejores minutos. La respuesta táctica de David Vidal no fue la más adecuada.
Cuando el cambio lógico era el de Antonio Hidalgo, para reforzar el medio campo y poder atar a José, Vidal decidió tirar de Altobelli, buscando el juego más directo, aunque el medio campo seguía igual de desguarnecido. Poco después, consciente de que nada mejoraba, sí que salió Hidalgo, pero por un Miguel Núñez que estaba con los plomos fundidos desde hacía varios minutos. Tardó 15 minutos el barcelonés en enterarse que estaba jugando un partido de fútbol.
En estas, llegó la ocasión de Stuani, en el único error que cometieron los centrales del Huesca en todo el partido. Dejaron recibir al uruguayo de espaldas en la frontal y, además, le dejaron que se diera la vuelta y los encarara en velocidad. Marró la ocasión el pichichi del Alba y ahí se disiparon casi todas nuestras esperanzas de ganar (Imagen: Gente)
Al final, con parada salvadora de Cabrero incluida, el Alba se siguió estrellando hasta la saciedad con un Huesca tranquilo y sereno con la situación de partido que se estaba dando. Ni siquiera la entrada de Salva, para buscar la heroica sirvió para haber logrado una victoria que hubiera dejado la permanencia muy de cara. Tendremos que seguir luchando.