En el día de arranque de la pretemporada 2022-2023, era Bernabé Barragán el encargado de comparecer ante los medios y, en sus primeras palabras hablaba sobre las perspectivas para esta campaña en la que se regresa al fútbol profesional: “temporada nueva, hoy es el nuestro primer día en el trabajo, con algún compañero nuevo, cuerpo técnico nuevo y en una categoría que también es nueva. Muy ilusionados, con ganas de empezar a trabajar y de hacer una buena campaña”.

El sevillano es, por el momento, junto al arquero del filial Tomás Romero, el único portero del equipo, algo sobre lo que Bernabé opinaba y dejaba bien a las claras que va a competir por la titularidad desde el principio: “hoy he estado con Tomy que está con el filial y de momento estamos a la espera de que venga otro compañero. Habrá que trabajar en el día a día y al final el míster decidirá. Por mi parte, encantando de estar aquí. Ojalá pueda dar continuidad al trabajo que inicié el año pasado y ojalá pueda seguir defendiendo la portería del Alba”.

Preguntado por cómo había sido el primer entrenamiento con Rubén Albés, nuevo entrenador albacetense, Bernabé se mostraba contento: “la verdad es que muy bien; la primera toma de contacto ha sido muy buena, se le ve que viene con ganas y que poco a poco nos va a ir transmitiendo su estilo de juego y sus ideas y ya desde hoy empezamos a doblar sesiones para coger conceptos y con muchas ganas de que vayan pasando los días y el equipo siga creciendo".

Sobre si le había sorprendido la marcha de Rubén de la Barrera tras el ascenso, el de Los Palacios y Villafranca respetaba la elección del técnico gallego: “fue todo muy rápido; pilló de sorpresa a todo el mundo. Hay que entenderlo, fue su decisión; él hizo su trabajo y tiene todo el derecho a decidir si quería continuar o no. Al final todo pasa por algo, desde aquí le deseamos todo lo mejor a él que ha sido el líder que nos ha llevado a la Segunda División y esperamos que el fútbol le siga dando muchas cosas buenas”.

Cuestionado por el aspecto más complicado que se le presenta a los futbolistas en una pretemporada, el meta blanco señalaba que: “ahora mismo lo más difícil es coger el ritmo porque venimos de prácticamente un mes sin entrenar en campo, aunque la mayoría siempre estamos entrenando en gimnasio, pero no es lo mismo. Tienes la sensación de que vas un poquito descoordinado; tu cabeza va porque tienes la idea y ves las acciones, pero, físicamente el cuerpo no te lo da. Con el paso de los días de pretemporada vas cogiendo ritmo y es ahora mismo en lo que nos centramos: en encontrarnos físicamente cada uno con nuestra mejor versión y que al inicio de liga todos estemos al 200%”.

La primera sesión preparatoria del equipo ha sido, si cabe, todavía más especial con el regreso a las gradas de la Ciudad Deportiva de aficionados que llevaban mucho tiempo sin poder presenciar un entreno de los suyos, algo que para los jugadores también ha resultado muy gratificante: “llegar el primer día y que nos estén esperando ha sido una pequeña sorpresa para nosotros. Ya sabemos que la afición es muy importante para el equipo. Se demostró el año pasado que en nuestro campo prácticamente fuimos imbatibles y es lo que nos hizo alcanzar el play-off y poder disputar esa eliminatoria y para nosotros es fundamental saber que ellos están ahí; que nos apoyan, que nos arropan y ya estamos viendo desde el primer día que están con nosotros y que este año nos van a empujar otra vez a conseguir los objetivos".

Si la temporada pasada el Albacete era uno de los gallitos aspirantes a estar arriba en Primera RFEF, este año, con el ascenso y un presupuesto, a priori, muy limitado peleará por otros objetivos: “la Segunda División tengas más presupuesto o menos es muy difícil. El Albacete tiene mucha experiencia en esta categoría. Hay muchos jugadores dentro del vestuario, cuerpo técnico o en la zona de directivos que han competido en esta categoría y saben que el tema económico no te garantiza nada. Es cierto que te ayuda un poco más pero cada partido es un mundo; son 90 minutos y, si una cosa demostramos el año pasado es que en 90 minutos cualquier equipo puede ganar a cualquiera. Nosotros vamos a competir, vamos a intentar luchar de tú a tú con todos los rivales. Serán muy difíciles los partidos tanto en casa como fuera e intentaremos conseguir el objetivo lo antes posible".

Reconocía Bernabé que se iba a echar de menos a aquellos compañeros que han dejado el equipo: “era un grupo muy bueno; un vestuario muy sano en dónde todos teníamos mucha confianza entre nosotros y al final hoy te da un poquito esa melancolía; ver esos huecos vacíos de compañeros que no están y que eran muy carismáticos y queridos en el vestuario pero, esto es el fútbol, en cada pretemporada los jugadores van y vienen y al final tenemos que centrarnos en armar un buen equipo, hacer un buen bloque y que el equipo compita bien cuando empiece la temporada”.

El andaluz fue testigo del último descenso de Segunda División del equipo y, con esa negativa experiencia a sus espaldas era interpelado por precisamente las claves para evitar caer en el mismo error: “hay que trabajar cada día; dar tu mejor versión; luchar cada partido porque la Segunda División es muy larga. Empecemos bien o mal no tenemos ni que confiarnos ni tirar la toalla en ningún momento de la temporada porque seguro que habrá muchas oportunidades. Ir semana a semana; sumar; darle valor a cada detalle y luchar junto a tu afición", -concluyó.