Albacete y Villarreal B vuelven a verse las caras. Ambos conjuntos estaban la temporada pasada en la Primera RFEF y ambos lograron el ascenso a Segunda. Para los manchegos la intención de hacerse fuertes en casa, lograr que el Carlos Belmonte sea un fortín, mientras que para los visitantes su idea es la de revertir su pobre bagaje fuera de casa, donde han sufrido algunas goleadas.
Recuerda el Villarreal B al Alba del Rubén de la Barrera, potente en su feudo, pero débil y pusilánime cuando jugaba fuera. No se puede olvidar la sonrojante derrota sufrida por el equipo manchego en las primeras jornadas de la pasada campaña (3-1) que se solapaba con el 4-1 recibido en la anterior salida a casa del Atlético Baleares.
Pero ahora el Albacete es bien distinto, porque fuera de casa consigue muy buenos resultados pero lo mejor es la regularidad que muestra en su juego, tanto en partidos como dentro de ellos. Conexión, compromiso y buen gusto definen al Alba de Rubén Albés, que “emociona” porque desarrolla un fútbol vistoso y ambicioso, del que quiere no solo ganar, también agradar y tiene claro que la mejor manera de ganar es jugando bien. Siempre hay otros caminos, otros métodos, pero el escogido por el Alba esta temporada ha recibido la respuesta de una afición que ya empieza a ver en esta temporada un reflejo de la vivida no hace mucho con Luis Miguel Ramis en el banquillo y que despertó un interés dormido desde hacía muchísimos años en el conjunto manchego. Volver a sentir la fuerza un Albacete ganador no es moco de pavo, acostumbrados a tantas y tantas temporadas de penurias deportivas y económicas.
Esta noche se puede encadenar el séptimo encuentro sin perder. En la liga de la regularidad, no perder ayuda a conseguir los objetivos, de ahí que para Albés cualquier punto, por pequeño que parezca “es caviar”. El equipo logró en su último partido en casa un triunfo bastante necesario y ahora quiere repetir, para consolidar sus expectativas de convertir el Belmonte en un fortín.
Dejar escapar de casa pocos puntos, añadido a la facilidad que tiene el equipo para sorprender en campos realmente complicados y sacar petróleo, pueden convertir la temporada en maravillosa, aunque para todos solo está en la mente ahora mismo alcanzar los 51 puntos. Y es que en una competición tan larga e igualada como es la Segunda se han visto situaciones francamente sorprendentes, con equipos que parecían salirse de la tabla por arriba que acabaron peleando por no descender o defenestrados a las primeras de cambio que no solo luchan por el ascenso, sino que también lo consiguen. Nadie quiere bajarse de la nube y mucho menos unos futbolistas que saben el lustre que su entrenador da a su juego y quieren aprovecharlo, porque las mejores temporadas siempre cuentan con un entrenador que ha sabido tocar la tecla necesaria para hacer que una plantilla funcione como es debido.
Rubén Albés tiene la baja de Lander Olaetxea, sancionado por acumulación de tarjetas. Un jugador realmente importante y que sorprendió por su facilidad para hacer el trabajo sucio en el centro del campo. Venía como el típico jugador que ahí estaba, en clubes modestos de Segunda, pero en el que nadie se había fijado y con el Albacete ha tenido actuaciones realmente importantes, porque su capacidad para sujetar al equipo en el centro del campo ha empujado al equipo a lograr muy buenos resultados.
El técnico no se andó por las ramas y dijo que Sergi Maestre será su sustituto. Recuperado de su lesión ha ido entrando poco a poco y es el momento de demostrar sus condiciones. Maestre llegó al Alba con el sueño de jugar en Segunda, quizás en una de sus últimas opciones por edad y a pesar de la lesión el equipo cumplió su cometido y aquí está, con el Alba en Segunda. Ahora es su momento y además es de esos jugadores a los que esperas que las cosas le vayan bien, porque muestran carácter, capacidad de liderazgo y de trabajo, que se lo merecen vamos.
El resto serán los mismos, no muy mucho más de donde tirar las los lesionados. Alguno está a punto de recuperarse, como Kawaya y Rubén Martínez, pero ahora vienen varios partidos seguidos, porque el jueves vuelve a haber liga, y habrá que dosificar esfuerzos.
Miguel Álvarez, entrenador del Villarreal B, es toda una institución ya en el filial amarillo. Esta es su sexta temporada en el banquillo, siempre con buenos resultados. Pablo Íñiguez y Sergio Lozano son bajas de larga duración, mientras que tiene una serie de jugadores que han trabajado durante la semana con el primer equipo. El que no estará seguro es Del Moral, habitual en el equipo titular pero que ha sido convocado por Quique Setién para el primer equipo. Forés, Juan Carlos Arana o Mbacke Fall han trabajado toda la semana con Setién, pero si están disponibles lo normal es que estén el domingo por la noche en el Carlos Belmonte, en ese horario anti-aficionados como son las 21 horas de un domingo.
El colegiado designado por el Comité Técnico de Árbitros para la dirección de este encuentro es el madrileño de 41 años David Gálvez Rascón. Todo un veterano que, a pesar de su edad, afronta con esta tan solo su tercera campaña en la categoría de plata del fútbol español tras permanecer nada más y nada menos que once temporadas en la antigua Segunda División “B”.
Durante todo este tiempo, Gálvez Rascón ha tenido la oportunidad de dirigir al Albacete Balompié en ocho ocasiones. El balance total para el Albacete con el madrileño en el terreno de juego es de dos victorias, tres empates y tres derrotas. Uno de los dos triunfos, ambos conseguidos a domicilio, fue aquel Toledo 0 – Albacete 6 del que tanto se acuerdan aún en la capital regional.
Por su parte, Gálvez Rascón dirigió en tan solo una oportunidad al filial del Villarreal. Fue en la campaña 2013-2014 en Segunda B, en un Villarreal “B” 1 – Lleida Esportiu 2.
Guillermo Santiago Sacristán y David Bernal Martín, ambos del comité madrileño, serán los árbitros asistentes, mientras que el riojano Miguel Sesma Espinosa, estará en la banda como cuarto árbitro. En el VAR David Pérez Pallas (Comité gallego) y en el AVAR, Rafael Sánchez López (Comité murciano), asistirán a Gálvez Rascón en la toma de decisiones.
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