La unica novedad del once de Calderón, que seguía el encuentro desde el palco, respecto al que presentó frente al Betis fue la vuelta de Toni al lateral izquierdo y la de Kike a la derecha, pasando Zubiaurre al banquillo.
 
El panorama del encuentro no era malo: dominio alterno sin apenas llegadas a puerta, con un Alba muy ordenado, que quería la pelota y que por momentos la movía con criterio. El equipo va madurando. Se nota la seguridad de Keylor Navas atrás, De la Cuesta y Fragoso (Imagen: Gente) estuvieron muy serios y la dupla Verza - Nuñez gana enteros en el doble pivote.

 

 

Las dos llegadas más peligrosas de los pucelanos terminaron en gol y en ambas ocasiones fueron correctamente invalidadas por el asistente de Jaime Latre, que estuvo mucho más torpe que sus amiguitos del banderín. Por parte visitante, un par de remates de Tato y Antonio López y un derribo del ex del Cartagena que el murciano reclamó como pena máxima. La primera mitad terminó con los locales percutiendo por ambas bandas donde Kike y Toni pasaban apuros, apuros que no llegó a padecer la puerta de un seguro Keylor Navas.
 
La segunda mitad comenzó con el Alba de nuevo más metido que los locales y, aunque sin demasiado peligro, llegando más y mejor al área de Jacobo. Fruto de una jugada entre Verza, Nuñez y Asen fue el penalti por una clamorosa zamorana de Arzo (increible que el listuras de Jaime Latre dejase al central sin amarilla) que Verza tranforma bien a la derecha de Jacobo, con una parsimonia envidiable.

El peor enemigo del Alba es él mismo: el equipo sufre, y mucho, sin el balón. La entrada de Baraja hizo ganar el consistencia al centro del campo blanquivioleta, presionando más y echando a los visitantes unos metros atrás. Cinco minutos después del 0-1 llegó el tanto de empate merced a un zapatazo inapelable desde cuarenta metros de Jorge Alonso que se cuela sin remisión y muy ajustado al palo derecho de Navas.

La entrada de Pipino y Alfredo por Sousa y Asen sirvió para que el Alba se sacudiese algo la presión local. De nuevo, las opciones más claras de los locales nacen de errores defensivos: Nauzet cruza demasiado tras aprovecharse de un resbalón de De la Cuesta y Javi Guerra no aprovecha un tremendo error de De Lerma al retrasar un balón de forma incomprensible y temeraria. Por parte del Alba, Alfredo no acierta a meter la puntera tras una buena jugada personal ante la salida de un inspirado Jacobo. El encuentro acabó sin más que reseñar que la expulsión (incomprensible la segunda amarilla que muestra Latre, que es muy malo) de Toni.

Muy buen punto, pues, del Alba en Valladolid que se nos antoja justo, trabajado y que confirma la línea ascendente del equipo de Antonio Calderón. Por cierto, concierto de pito de Jaime Latre: mal en las amonestaciones, mal en la señalización de faltas y más de un error de apreciación. A dios gracias, sus asistentes estuvieron bastante mejor que él especialmente en los dos tantos anulados a los locales.