Nueva jornada de liga en Primera RFEF y podríamos decir que esta es la jornada de la que tanto tiempo hemos estado hablando; de como llegaría el Alba al duelo directo con el F.C. Andorra, bueno pues siendo sinceros podríamos haber llegado mejor si hubiésemos aprovechado las oportunidades que hemos tenido, pero también podríamos haberlo hecho en peores circunstancias si los más directos rivales no hubiesen pinchando cuando no se esperaba.

Lo que está claro es que se va a decidir todo en la última jornada; una temporada no apta para cardiacos; si bien es vital sacar los tres puntos de Andorra, o si no puedes ganar por lo menos no pierdas, no será decisivo para la clasificación final ya que quedan partidos y hay emparejamientos interesantes. Sin embargo, si queremos ser primeros y evitar la lotería de los play-offs ha llegado el momento de dar un golpe encima de la mesa y demostrar que quieres ser quién ascienda directo.

Para esto el Albacete Balompié se va a enfrentar a un muy buen equipo tanto lejos del Estadio Nacional de Andorra como en el mismo; un equipo que ha ido claramente de menos a más formando un buen bloque y ayudándose de los hombres que entraban desde el banco. Gran trabajo de Eder Sarabia que a falta de cuatro jornadas tiene a su equipo como un tiro.

El conjunto andorrano se sitúa con un dibujo de 4-5-1 con un bloque de presión muy alta, avanzando con una línea de 5 para intentar robar rápido y tener bastante gente cerca del área rival. Teniendo a Eder en el banquillo no hace falta decir que es un equipo con un trato de balón exquisito; con juego combinativo y buena salida de balón esto mismo es lo que hace al Andorra muy peligroso con buenas transiciones ataque-defensa y con una medular muy solidaria ya que los jugadores de ataque no dudan en bajar al centro del campo tanto a contener al rival como a buscar balones y a facilitar una salida con pelota con garantía.

Los ataques por ambas bandas son una de las variantes ofensivas de este equipo con internadas rápidas y de calidad. Con la ayuda de sus laterales doblando e intentando forzar en banda siempre el dos contra uno que les de ventaja cerca del área visitante. Otra de las facetas que también explotan bien los del Principado es el juego interior con jugadores con mucha calidad que se asocian en el centro del campo y son muy peligrosos filtrando pases interiores.

Otro de los peligros de este equipo, que son muchos, son las jugadas de estrategia muy preparadas por su técnico y que les dan mucho rendimiento. Aparte de la calidad que atesora la escuadra de los Pirineos, el aspecto físico es otro plus más ya que se mantienen enchufados durante todo el partido y llegan a los finales siempre con opciones. De hecho, les hemos visto ganar partidos en el tiempo extra o en los últimos suspiros del partido, no se van del mismo en ningún momento y la concentración es máxima.

En defensa, a pesar de ser como decíamos muy solidarios, les falta un poquito de contundencia en su área en balones dividido o en segundas jugada. Los fallos en las marcas les hacen cometer errores que les penalizan. Otro aspecto a tener en cuenta es el repliegue defensivo, bastante bueno, pero que en ocasiones al ir tan arriba a la presión si el equipo rival es capaz de romper alguna de sus líneas tan arriba aparecen los espacios a la espalda sobre en los costados y es por ahí por dónde el Alba con hombres rápidos como Rubén o el mismo Sergi García pueden sacar petróleo.

En definitiva, el Alba que tiene ante sí una oportunidad de oro para seguir dependiendo de si mismo y aunque es un gran equipo, el juego del Andorra es de los que más favorecen al planteamiento de Rubén de la Barrera y, a buen seguro, veremos un gran partido entre dos equipos que aparte de querer la pelota también quieren jugar la próxima temporada en el fútbol profesional.

Uno de los posibles onces que Eder Sarabia podría poner sobre en este caso la hierba sintética podría ser el formado por: Nico Ratti, Dani Morer, Marc Pedraza, Adriá Vilanova, Eudald Vergés, Zourdine Thior, Héctor Hevel, Sergio Molina, Martí Riverola, Marc Fernández y Carlos Martínez.