Nueva jornada de la Liga SmartBank, esta vez intersemanal, y para recibir en el Carlos Belmonte a uno de los equipos que partían una vez más como favoritos después de que lo extradeportivo trascendiera más que lo deportivo. Iniciaba el Real Zaragoza nuevo proyecto con Juan Carlos Carcedo como técnico, pero el mismo tuvo final abrupto, ya que después de perder contra el Deportivo Alavés el riojano era destituido. Fran Escribá fue el sustituto elegido; con experiencia tanto en segunda como en primera el ex de Elche, Getafe, Villarreal y Celta toma las riendas del equipo maño para enderezar un rumbo que parecía perdido pero que, en las pocas jornadas que lleva, vemos cómo se va notando la mano del técnico valenciano.
El Albacete, por su parte, buscará resarcirse del esperpento de Miranda y volver a la senda de la victoria ante su público. Tarea nada fácil ante un rival como el Real Zaragoza que poco a poco va encontrando su sitio y que poco a poco también está asimilando las ideas de su nuevo míster.
El esquema que utiliza este nuevo Zaragoza no puede ser otro que un 4-4-2 esquema del que su técnico es un defensor a ultranza. Con un bloque de presión medio-alto pero que si no consigue robar vuelve a colocarse en bloque medio-bajo con dos líneas marcadas y juntas para que sea más difícil superarlas por el rival. Los zaragocistas tienden a jugar con dos interiores que cierran más que abren el campo, buscando el juego interior con diagonales y usando también el carril en presencia de su lateral para sorprender con un dos contra uno. Con dos medio-centros más creativos que destructores de juego; los de Escribá quieren la pelota para poder crear a diferencia de lo que ocurría con el anterior entrenador que buscaba el juego más directo. Ahora buscan más la elaboración, pero siendo verticales y rápidos y eso los convierte en peligrosos.
Los jugadores de segunda línea cobran vital importancia en este esquema ya que la aparición de estos futbolistas dificulta mucho a la defensa rival buscando siempre segundas jugadas o disparos desde media-larga distancia. El balón parado es un arma que este Zaragoza explota muy bien ya que Escribá es un metódico de estas jugadas casi siempre buscando la cabeza de su central Jair Amador (2 goles en dos últimos partidos).
Pero si en algo destacan históricamente los equipos del técnico valenciano es en mantener la portería a cero algo que, con el Zaragoza. aún no ha conseguido en los cuatro partidos que ha dirigido hasta la fecha. Ese es uno de los principales “debes” de este equipo, la falta de contundencia en su propia área y los fallos de marca que les están penalizando bastante. El repliegue defensivo tampoco es todo lo bueno que quisieran porque, a la espalda, cuando pierden balón, el equipo sufre mucho, El balón aéreo defensivo lo suelen controlar bien pero como decíamos los fallos en marcas son letales.
En definitiva, un equipo el maño que viene con mucho ánimo después de levantar un partido que se puso cuesta arriba en La Romareda tras adelantarse la U.D. Ibiza y que, poco a poco, va encajando piezas para ser el equipo sólido que quiere Escribá aunque eso no signifique la renuncia al ataque. De hecho, este martes podremos ver el Belmonte a un equipo con juego combinativo y alegre buscando siempre la puerta rival.
Uno de los onces que podría saltar al verde del Belmonte por parte de los aragoneses podría ser el formado por: Álvaro Ratón; Fran Gámez, Lluís López, Jair Amador, Carlos Nieto; Sergio Bermejo, Francho Serrano, Jaume Grau, Valentín Vada; Víctor Mollejo y Giuliano Simeone.