Nueva jornada Liga en el Campeonato de plata ya que este no para por los compromisos internacionales. En esta ocasión el Alba viaja a uno de los estadios míticos de la geografía nacional; lo hace hasta la capital aragonesa para enfrentarse al Real Zaragoza.

Un equipo este Zaragoza que no encuentra su sitio en la categoría ya que el proyecto fue confeccionado para estar peleando por los puestos altos de la tabla y muy pronto comenzó a tambalearse con la destitución de Juan Carlos Carcedo que no fue capaz de dar con la tecla para que los maños rindieran como se esperaba. Su sustituto fue Fran Escribá que tuvo unos cuantos partidos donde la reacción zaragocista parecía que estaba en marcha, pero nada más lejos de la realidad; los mismos errores se vuelven a repetir y el efecto Escribá poco a poco se diluye ya que los números de este no son mejores que los de Carcedo. El Zaragoza se encuentra en la decimoquinta posición con 39 puntos a seis de la zona de descenso por lo que mira más bien abajo que arriba.

El técnico blanquillo utiliza un esquema muy claro con 4-4-2 con un bloque de presión medio-alto apretando cerca de área rival, sobre todo en La Romareda donde como local lo hace casi siempre, aunque si su oponente es capaz de saltar esa línea de presión no tiene problema en replegar en bloque bajo y esperarle ahí. Sitúa las dos líneas de cuatro muy juntitas para evitar el juego interior y obligar a su rival a jugar por fuera. En ataque los maños emplean mucho el carril del 10 para filtrar balones interiores a sus puntas y tener opción de gol o bien con jugada o bien con disparo lejano. Una opción que suelen hacer para finalizar jugada. El Zaragoza tiende a jugar con dos interiores más que extremos ya que suelen hacer incursiones tirando diagonales de banda a banda arrastrando a los defensas y abriendo huecos. Su espacio lo aprovecha el lateral para recorrer toda la banda y en ocasiones para hacer dos contra uno en los costados. El juego aéreo y la estrategia son otro punto fuerte de este equipo ya que tienen hombres con mucha potencia por alto como por ejemplo el portugués de origen caboverdiano Jair Amador.

En defensa el debe de los de Escriba es el de dejar la portería a cero. Siendo este un rasgo inequívoco de los equipos del preparador zaragocista, todavía no han conseguido con su actual conjunto enlazar dos partidos dejando su portería virgen.

El repliegue defensivo ataque-defensa no es todo lo bueno que el técnico valenciano querría ya que sus pupilos dejan huecos las espaldas, sobre todo cuando no terminan jugada, y pierden el balón en tres cuartos de campo. En cualquier caso, el mayor lunar de este equipo es la falta de contundencia en área propia ya que conceden demasiado; tanto en fallos individuales como en errores colectivos y esa es uno de los motivos que hacen que el Zaragoza este más cerca de las posiciones de descenso que de otra cosa bien distinta.

En definitiva, una salida más complicada de lo que en principio parece porque los aragoneses se juegan mucho en este partido. Un encuentro en el que la clave puede ser la paciencia con un juego que, a priori, no se espera que sea de ida y vuelta sino más bien con pocas ocasiones.

Uno de los onces que Fran Escribá puede poner sobre el verde para recibir a los de Rubén Albés podría ser el formado por: Cristian Álvarez; Carlos Nieto, Jair Amador, Alejandro Francés, Fran Gámez; Eugeni Valderrama, Manu Molina, Francho Serrano, Valentín Vada; Giuliano Simeoune y Miguel Puche.