Nueva jornada de liga y otra vez el Alba será el encargado de inaugurarla; esta vez en tierras asturianas frente al Real Oviedo. Toca levantarse después del duro revés que se llevaron los chicos de Rubén Albés tras caer derrotados en el Carlos Belmonte frente al Levante U.D. en lo que casi se puede calificar como derbi por el pique que hay entre ambos equipos desde hace años. Y, para quitarse la espinita nada mejor que volver a jugar al fútbol; aunque se antoja jornada complicada; ya que el Carlos Tartiere es un campo difícil y a pesar de que los ovetenses no hayan comenzado bien la temporada están empezando a despegar, eso sí de la mano de su nuevo técnico Luis Miguel Carrión que llegó al cuadro astur sustituyendo a Álvaro Cervera que no supo dar con la clave de este equipo. Clave que poco a poco si que va encontrando Carrión con un sistema de juego contrario al de hispano-guineano, ya que ahora vemos a un Real Oviedo más protagonista con la pelota con más creación y que llega con más gente al área rival.

El sistema preferido de Carrión es el 4-3-3 aunque poco a poco ha mutado a un 4-2-3-1 adaptándose a su plantilla, con una presión en bloque medio-alto para forzar errores en la salida del balón rival; con una buena activación en la presión tras pérdida y acumulando mucha gente por delante del medio campo.

Un equipo que elabora mucho en el centro con muchos pases atrayendo rivales para que aparezca el hueco y desde ahí proyectar a sus hombres de ataque siendo una escuadra muy vertical.

Los laterales son pieza esencial en este esquema ya que van muy largos para tener junto a sus extremos superioridad en banda desde dónde poner centros a hombres de envergadura como Borja Bastón o a llegadores como Jaime Seoane. Otro de los aspectos destacables de los carbayones en ataque es que pueden jugar a la recepción de su punta arrastrando a su marca y dejando espacios para que o bien lleguen los extremos a través de diagonales o la gente de segunda línea a través de posiciones interiores.

Un conjunto, el de Luis Carrión, que trabaja bastante bien la estrategia y que a balón parado ya va encontrando resultados con jugadas de bloqueos para la llegada de sus torres.

En la zaga el sistema de los ovetenses hace que se corran más riesgos ya que la línea defensiva avanza dejando muchos metros a su espalda, precisamente las transiciones defensivas no son aún todo lo buenas que quisieran y les cazan en algunas contras, una defensa muy sacrificada y solidaria dando ayudas constantes apoyándose en sus medio centros.

El balón parado, al igual que hablábamos en ataque, también se trabaja mucho y poco a poco van adoptando más solvencia en área propia cosa que con Cervera no era así y los errores individuales les costaban puntos.

En definitiva, un buen equipo que poco a poco se va haciendo a lo que quiere su míster ya que el nuevo estilo que implanta Carrión le viene mucho mejor a la plantilla del Real Oviedo.

Veremos qué sistema ofrece Rubén Albes no sabemos si formará con tres centrales otra vez, cosa que frente al Levante no le funcionó muy bien o volverá al sistema de 4-4-2 o 4-2-3-1 con Lander como pivote defensivo.

Lo que está claro es que tendrá que poner toda la carne en el asador desde el minuto 0 si quieren pescar en tierras asturianas con máxima concentración y evitar los errores sobre todo en salida de balón; ya que el Oviedo castiga mucho ese tipo de acciones.

Sin duda un partidazo entre dos equipos que quieren protagonismo con pelota y que quieren jugar un buen partido para empezar una nueva jornada en LaLiga Hypermotion.

Uno de los onces que Luis Carrión podría poner sobre el casi siempre maltrecho verde del Tartiere para enfrentarse al Alba podría ser el formado por: Leo Román; Oier Luengo, David Costas, Dani Calvo, Abel Bretones; Luismi Sánchez, Santi Colombatto; Viti Rozada, Jaime Seoane, Paulino de la Fuente; y Borja Bastón.