Nueva jornada para el Alba, está vez fuera de casa tras dos compromisos consecutivos en el Carlos Belmonte; será en tierras catalanas para enfrentarse a uno de los gallitos de la categoría. Aunque no pasan por su mejor momento tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo los del Stage Front Stadium son un equipo muy difícil de batir; un cuadro el perico que cuenta con el tercer entrenador de este curso que no es otro que el hasta ahora técnico del filial Manolo González, con experiencia en Segunda RFEF pero que, al igual que el míster del Alba no han tenido ninguna experiencia en el fútbol profesional.

Manolo González sustituyó a un viejo conocido de la afición manchega: Luis Miguel Ramis que a su vez reemplazó a Luis Garcia, pero los resultados tanto de uno como de otro no han sido los deseados, lo cual habla muy a las claras de la presión y el grado de exigencia que tiene este club y que no es otro que volver a la máxima categoría del fútbol español. Misión complicada para el nuevo entrenador blanquiazul que tendrá que acometer una serie de cambios en tiempo récord: uno de esos cambios es intentar unir a la parroquia españolista con sus jugadores ya que hay una brecha importante entre afición y equipo. Otro de los aspectos a corregir es intentar cambiar el estilo de juego de este equipo en muy poco tiempo. Algo que poco a poco empezamos a ver con respecto al Espanyol de Ramis.

Para analizar esos cambios lo primero que observamos es que el esquema utilizado por González normalmente es un 4-4-2 con dos líneas de cuatro muy juntitas y dos puntas que ejerce una presión en bloque medio-alto sobre todo cuando juegan en casa. La presión de los dos hombres de arriba suele ser buena respaldados por la línea medular de cuatro y esto obliga a su rival a tener que jugar en ocasiones balones largos.

Un Espanyol que con Manolo González opta por tener mucho más la pelota en medio campo y crear tocando mucho más que lo hacía con Luis Miguel Ramis que proponía un juego mucho más directo sin tanta elaboración. Los costados son muy importantes en este equipo y será tarea a estudiar para Alberto González ya que los centros laterales son nuestro talón de Aquiles y los laterales pericos suelen llegar muy rápidos y verticales o bien alcanzando la línea de fondo o bien apoyándose en los volantes cambiando posiciones a través de diagonales con estos mismos.

Hombres como Brian Oliván se asocian bien con los extremos creando, en muchas ocasiones del partido, superioridad numérica en banda o en parcelas ofensivas generando mucho peligro. El balón aéreo también es uno de los fuertes de este equipo ya que su nuevo míster hace mucho hincapié en las jugadas de estrategia a balón parado aprovechando a hombres como Pere Milla o el propio Martín Braithwaite aunque este será duda hasta última hora.

Este Espanyol tiene un nuevo aire más dinámico en el juego, con más protagonismo de la pelota en medio campo buscando asociaciones bien por fuera como comentamos, o bien por dentro con hombres de mucha calidad como Nico Melamed o Keidi Bare.

En el aspecto defensivo es donde más dudas tiene este equipo ya que de medio campo hacia adelante la transición la hacen bien pero el repliegue defensivo no es del todo bueno, dejando huecos en los costados cuando sus laterales van muy largos y las coberturas no son las correctas. Otro aspecto a corregir son las pérdidas de balón en salida del equipo, esos fallos están castigando mucho a los catalanes. El balón aéreo, tanto en dinámico como en estrategia, lo defienden bien con hombres de envergadura, pero no terminan de ser contundentes en área propia y tanto las segundas jugadas como los fallos de marcas individuales les cuestan goles.

En definitiva, otra final más para los de Alberto González que ven como sus rivales de abajo van sumando y ellos no terminan de hacerlo de tres; cosa que se antoja capital para salvar la situación.  Está claro que no es el mejor escenario por la dificultad del mismo, pero esto es futbol y también hay que saber jugar con la exigencia que tiene el rival. Toda la suerte para el Alba .

Uno de los posibles onces con los que puede formar el equipo de Manolo González ante el Albacete podría ser el siguiente: Joan García; Brian Oliván, Leandro Cabrera, Sergio Gómez, Omar El Hilali;  Javi Puado, Keidi Bare, José Gragera, Jofre Carreras; Pere Milla y Nico Melamed.