Villarreal - Alba

Magarcía escribió:
Análisis del Villareal
Alba




Desde hace alrededor de catorce jornadas, la desidia más absoluta está instalada en la avenida de la Estación. Triste espectáculo que ha desembocado esta semana en una Junta de accionistas esperpéntica, y que ha tenido hoy su reflejo sobre el césped del Madrigal. ¿Para qué iba el Albacete Balompié a agarrarse, con uñas y dientes, a unas remotísimas posibilidades de salvación? ¿De qué le podría servir a Martín buscar la chispa, la innovación, o siquiera la utópica esperanza de victoria? Encefalograma plano, estaba cantado. Sin embargo, me he vuelto a armar de paciencia y a tirar 6 euros al pozo sin fondo del PPV.

Esta tarde he vuelto a ver a Momo. Zurda de oro, lo llamaron en no se qué revista. Un jugador sin nada dentro, todo fachada y pose, nada de eso sirve para luchar por un objetivo deportivo. Tanto quería jugar el partido, que tuvo un mal gesto, se hizo daño, y le faltó así para pedir el cambio a los veinte minutos de partido. Cerca de él jugaban (deambulaban) el francés sobrevalorado y el ex-jugador que salió una vez en un póster levantando una copa de Champions. Junto con Francisco (lento y premioso, aunque trabajador) formaban un centro del campo de pesadilla. No se podía esperar otra cosa.

Y así planteado el partido, sólo se podía esperar que cayera la goleada o que el portero hiciera el partido de su vida. Menos mal que ocurrió lo segundo. Parecía más bien que el entrenador estuviera concluyendo su investigación acerca de cuánto tiempo es capaz de aguantar un equipo que sólo defiende hasta que le marcan el primer gol. 66 minutos creo que fueron en el Nou Camp. Por si fuera poco, también el árbitro se sumaba al espectáculo, primero señalando un par o tres de faltas cercanas al área, a ver si podía lucirse Riquelme. Viendo que no podía ser, señala un penalti de los que nunca le pitarán a los grandes (árbitro valiente, no sé si te lo habrá señalado Rafa Guerrero).

Con el marcador en contra, no hubo ni tímida reacción. Esperar el final, y para casa. Declaraciones de Contreras, tan campante, el año que viene volvemos y ya está, ya tenemos fichado al delantero que este año hemos sido incapaz de fichar. ¿Si no le gusta al entrenador? Pues, sin problemas, le damos la baja en enero como a Ferrón, ancha es Castilla para el reelegido presidente. ¿Seguiremos pagando a un director deportivo, a un secretario técnico, a un director general? pues no faltaba más, después del balance tan positivo del que disfrutamos precisamente hoy. ¿Bajaremos el precio de los abonos, implicaremos a los jóvenes aficionados en el proyecto? El que quiera peces, que se moje el culo; el que quiera al alba, que trague con lo que pongan. El apodado Cocoliso seguirá más ancho que largo en su torre de marfil, inasequible al desaliento, y sordo y mudo ante los que de verdad quieren al Alba.

Y por si alguno se quiere ilusionar, lo único que conocemos de su proyecto hasta el momento es : catorce jugadores con contrato, a los que parece que no va a dirigirse ningún reproche; siete fichajes (bueno seis, el mediático ya lo han hecho -será güiza, será bermejo, será la prima hermana de peralta-). Entrenador, ya veremos, Dios dirá; si se pone a tiro Ferrando, pues lo fichamos, si no, qué más da.

No nos engañemos, no obstante. Con el partido que hemos hecho esta tarde, nunca habríamos puntuado ante ningún equipo de primera, y quizá habríamos logrado un empate ante alguno de la zona media baja de segunda. Con esto no llegamos vivos a diciembre. Ojalá me equivoque.