Tras ganar al Valladolid, vuelve al camino de la derrota el Albacete, que, pese a realizar un convincente partido en Tenerife, se vio arrastrado por la polémica arbitral tras ver cómo se le anulaba un gol legal, y por la desconcentración al no saber encajar los zarpazos de un equipo local que fue certero en sus ofensivas. Abrió el marcador Enric Gallego con un penalti y Roberto López encarriló el triunfo del cuadro de Asier Garitano pese a la buena respuesta del conjunto albaceteño en la segunda mitad.

Comenzó el partido con cierta polémica en el área de la escuadra tinerfeña, cuando un enganchón entre Amo y Escriche acabó con el delantero castellonense caído en el área tras un pisotón del zaguero andaluz. El árbitro no atendió a las protestas tras advertir que había sido una acción involuntaria.

La primera ocasión llevó la firma del propio Escriche, que casi aprovechó una mala gestión defensiva del conjunto chicharrero a la salida de un balón parado. Escriche cazó de volea la pelota en el área pequeña, pero no pudo batir a bocajarro a Soriano, que desvió el cuero a saque de esquina.

Pese al mejor arranque del equipo albaceteño, en la primera oportunidad en la que Luismi Cruz se escapó, el habilidoso extremo terminó forzando un penalti por un derribo muy inocente de Riki. Al igual que sucediera la temporada pasada, el lanzador fue Enric Gallego y el desenlace fue idéntico: gol para el Tenerife.

La respuesta del Albacete no se hizo esperar y sólo cinco minutos después del tanto local, pudo rubricar el empate por medio de Agus Medina. El delantero de Barberá del Vallés remachó sobre la línea de gol un balón muerto tras un disparo de Escriche rechazado por el portero. En la acción del remate, Agus Medina impactó con la mano de Soriano por la inercia de la acción, pero tras la revisión del VAR, Fuentes Molina decretó que el gol era ilegal ante la incredulidad general, ya que el remate fue limpio, y el que llegó tarde fue Soriano.

La polémica dejó al Albacete contra las cuerdas, desorientado, y muy cerca estuvo Enric Gallego de aprovechar la coyuntura para hacer el segundo gol a la media hora de juego. El pase al espacio de Medrano fue más que delicioso, y, pese a que el mano a mano de Enric Gallego fue atinado, se topó con una gran parada de Bernabé. Poco después sí culminó el Tenerife con acierto un ataque para ampliar la ventaja gracias a un remate por bajo de Roberto López, que aprovechó la falta de contundencia de la defensa del Alba para hacer el 2-0.

El paso por los vestuarios espabiló al Albacete, que dispuso de varias ocasiones para lograr un gol que le conectara al partido. Primero fue un zapatazo de Carlos Isaac que se marchó rozando el palo, solo un minuto después de la reanudación. También cabeceó una pelota en el área Agus Medina y su intento acabó mansamente en las manos de Soriano. Y el portero local volvió a intervenir a los diez minutos de la segunda parte cuando desvió con gran mérito un chut lejano del propio Agus Medina.

El ardor del conjunto albaceteño decayó con el paso de los minutos y Rubén Albés introdujo los cinco cambios en dos turnos y en un intervalo de tiempo de once minutos. Precisamente, uno de los sustitutos estuvo a punto de recortar distancias. Fue Quiles con un remate raso el que hizo sudar a Soriano para repeler el tiro a córner. Tras el servicio desde el cuarto de círculo, pudo ser Olaetxea quien marcara, sin puntería. Y solo un minuto después, un tiro de calidad de Manu Fuster se marchó lamiendo la escuadra.

Manu Fuster no dejó de mostrar su clase, carente de fortuna, y a falta de cinco minutos para el final, trató de batir a Soriano con un tiro bombeado desde larga distancia que acabó en la parte superior de la portería. El centrocampista valenciano fue el que lo intentó con más ahínco en la recta final, sin acierto para un Albacete que se vuelve a casa con las manos vacías tras hacer un partido notable, aunque sin pegada ni contundencia en las áreas y lastrado por el error arbitral.