El mercado de invierno en el Albacete empieza a mover sus fichas
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- Escrito por Silvestre/Infografía: Quesomecanico
El próximo día 2 de enero comienza el mercado invernal de fichajes, ahora llamado ventana invernal, será porque muchos se van por la ventana de atrás tras haber defraudado o no alcanzado el nivel de rendimiento que se esperaba.
El caso es que el Albacete necesita, y mucho, darle una vuelta de tuerca a una plantilla que se vendió como “mejor que la de la temporada pasada” pero que el tiempo se ha encargado de calificar como “corta, sin calidad, sin fútbol y sin recambios”.
El caso es que Ramis ha tenido que hacer encaje de bolillos para sacarle un rendimiento que, seguramente, esté por encima de sus posibilidades reales. Ahí queda los numerosos encuentros ganados por 1-0 o 0-1 en partidos donde el rival fue mejor y donde una decisión del VAR “ayudó” a desnivelar la balanza. Eso ha dado para alcanzar 27 puntos que son un poco más de la media para alcanzar los supuestos 50 puntos que otorgan la permanencia, algo a lo que, en estos momentos, es a lo máximo que puede aspirar un equipo incapaz de ganar en casa y que ofrece muchas carencias cuando tiene que generar fútbol.
La plantilla es corta, con sólo 20 profesionales, lo que ha hecho que muchas veces Ramis haya tenido que poner a jugadores fuera de su posición habitual para cubrir bajas o sanciones al no tener un recambio natural dentro del equipo. Con cinco mediocentros, el centro del campo ha sido además el caballo de batalla para un conjunto mediocre en la creación, lo que posiblemente sea el principal problema en el Carlos Belmonte, no tanto cuando juega de visitante y es el rival de turno, por aquello de jugar en casa, el que tiene la obligación, siempre teórica, de llevar la iniciativa.
Arriba el gol brilla por su ausencia, y no nos referimos exclusivamente a los delanteros. Acuña nunca ha destacado como goleador, por mucho que sea, posiblemente, el más trabajador de la plantilla, Zozulia tiene un remate de cabeza espectacular, pero no ha encontrado el compañero que le ponga un balón decente durante toda la temporada (otro de los caballos de batalla del equipo, la precisión en los centros, ya sea en jugada o en acción a balón parado) y a Rei Manaj ni está ni se le espera. El albanés destacó en el arranque de la pasada campaña y, a partir de ahí, se durmió en los laureles. Seguramente sea el pez que se muerde la cola, pues tiene toda la pinta de ser el futbolista que piensa que “si el míster no me pone, para que me voy a esforzar”, mientras que Ramis es de los técnicos que, con buen criterio, opina que “aquí juega el que se lo trabaja”. Así las cosas, el fichaje de Manaj este verano ha sido seguramente una de las operaciones más ruinosas para el Albacete Balompié a lo largo de su historia. Más de dos millones tirados al retrete que veremos a ver lo que se logra recuperar, dado que la actitud del jugador no es, ni mucho menos, para que ahora le lluevan las ofertas, no sólo por su rendimiento deportivo sino también por su poca profesionalidad dentro de un vestuario. No podemos olvidar que fue apartado por indisciplina al faltarle el respeto no sólo a su técnico, también a sus compañeros, antes del encuentro que el Alba debía jugar contra el Fuenlabrada.
Precisamente Manaj es uno de los nombres que está apoyado en el quicio de la ventana para salir volando en cuanto sea menester. Estaba claro que, tras lo sucedido en Fuenlabrada, sus opciones de triunfar en el Alba se apagaron sin remedio. Un entrenador que se precie no puede permitir desplantes de este tipo ya que, de otra manera, su credibilidad dentro del vestuario quedaría quebrada sin remedio. Su salida en el mercado invernal era algo que se veía venir y parece que se destino va a ser el filial del F.C. Barcelona, según desveló el periodista Cristo Lozano en Castilla-La Mancha Media.
El tema está por ver qué beneficios obtendrá el Alba como está salida, toda vez que estaría bien recuperar algo de lo invertido, que fue mucho para un club modesto como es el manchego. En su día se dijo que la opción de compra por Manaj al Inter de Milán era de 2,5 millones de euros. Luego desde Italia, llegado el momento de hacer efectiva la cláusula de compra obligatoria, se habló de algo más de dos millones de euros. En el informe de auditoría del club, a 30 de junio de 2018, aparecen dos deudas con el Internacional de Milán por valor de 430.000 y 1.720.000 euros y en la partida derechos sobre adquisición de jugadores aparece la cantidad de 2.200.000 euros. Teniendo en cuenta que el pago había que hacerlo antes del 1 de julio y, por tanto, entraría en las cuentas de la pasada campaña, pues blanco y en botella.
En Barcelona necesitan reforzar la delantera de su filial, que juega en Segunda B. Ansu Fati y Carles Pérez ya forman parte del primer equipo y se da por hecha la salida de Abel Ruiz en busca de minutos. Manaj es el perfil que quiere el técnico García Pimienta y desde el propio club manchego confirmaron en interés blaugrana por el albanés.
A nivel de incorporaciones, un nombre que ha sonado fuerte antes de que empieza el mercado es precisamente el de un centrocampista ofensivo, perfil muy necesario para la creación de juego en el centro del campo del Alba. En este caso ha sido el periodista José Luis Royo el que ha puesto en la palestra el nombre de Erik Moran en el diario La Tribuna de Albacete. Este vizcaíno de 28 años se encuentra sin equipo tras haber rescindido con el AEK Atenas. Formado en la cantera del Athletic Club de Bilbao, donde debutó en Primera, ha pasado por clubes como Leganés, Zaragoza y Málaga, antes de emprender una aventura en el fútbol griego que no ha sido satisfactoria.
Antes de estos nombres salieron otros, pero con poco peso por diferentes motivos, como el veterano delantero Enric Gallego o el delantero sueco del Deportivo Alavés John Guidetti. De todas formas, Ramis ya dijo que no es la delantera la prioridad, aunque algo tendrá que llegar si ve marcha Rei Manaj. Ambos laterales, el centro de la defensa, el mediocentro ofensivo e incluso los extremos también necesitan una vuelta en un Albacete que partió esta temporada en cierto modo obligado por la gran campaña anterior y que no ha cumplido con las expectativas por esa falta de mimbres para un Luis Miguel Ramis que ha tenido que lidiar con una plantilla desequilibrada y corta cuando seguramente las promesas del club fueron otras cuando decidió renovar con la entidad manchega.