Manu Fuster, uno de los capitanes del equipo, era el único futbolista del Albacete que comparecía en zona mixta tras la eliminación del equipo en la competición copera y, en sus primeras palabras, expresaba la decepción y desilusión que tiene toda la plantilla por haber caído eliminados del torneo del KO: “estamos jodidos (sic) porque teníamos mucha ilusión en la Copa; el equipo en Liga está bien y teníamos una oportunidad de disfrutar también de esta maravillosa competición pero no ha podido ser. Creo que el equipo ha merecido durante los 120 minutos más que el rival, pero no haces gol y al final te vas a la tanda de penaltis que desgraciadamente ha salido así”.

Precisamente sobre esa tanda de penaltis, y sobre el lanzamiento que él mismo fallaba decía: “me he resbalado; tenía claro a donde iba a tirar, pero a la hora de lanzar he notado que se me iba el pie y cuando veo el balón ya está prácticamente estrellándose en el palo. Incluso aunque hubiese entrado quizás no hubiese valido porque he dado al balón con los dos pies al resbalarme. No ha podido ser y a borrar la eliminación que creo que el equipo está muy bien. Ha sido un pequeño borrón y a seguir”.

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Preguntado sobre si habían sido los propios futbolistas o Rubén Albés quiénes habían decidido la lista de lanzadores, el de Manises reconocía que había sido el míster tras consultar con los jugadores sobre sus sensaciones: “él tenía más o menos la lista; nos ha preguntado y creo que todos hemos tirado con convicción. Ha sido una pena no meterlos. El de Riki también se ha quedado a nada de entrar, pero no ha podido ser".

Aunque quedar fuera de la Copa pueda dejar un cierto sabor agridulce con el que terminar el año, está claro que el devenir del equipo hasta ahora no puede quedar empañado con esta eliminación: “hoy es un día duro, está claro, pero no puede empañar los 32 puntos que hemos conseguido en Liga y que hubiésemos firmado todos a principio de temporada. El equipo hoy está dolido pero contento por lo que ha hecho hasta llegar aquí. Ahora a refrescar la cabeza en Navidades, a disfrutar cada uno con su familia, que hay gente que hace mucho tiempo que no disfruta de ella, y a volver más fuertes si cabe”.

Reconocía Fuster, al igual que antes había hecho su entrenador, lo necesario que era este descanso: “hay que recargar pilas porque la segunda vuelta siempre es más difícil; todos los equipos notan esa necesidad. Ha sido una primera vuelta recargada de partidos entre semana, de ir a campos difíciles en los que el equipo siempre ha dado la cara y estamos deseando que llegue esa segunda vuelta después de las vacaciones para seguir disfrutando de nuestro fútbol y de nuestra gente”.

Para finalizar, Manu Fuster formulaba su deseo para el nuevo año: “al 2023 le pido salvarnos lo antes posible que es lo que creo que el vestuario tiene en su cabeza y, a partir de ahí, soñar. Es un día duro pero el equipo está bien y tiene ganas de seguir compitiendo en liga", -concluyó.